Una fresca mañana del mes de noviembre del 2018 conocí en el Parque Central de Ciudad Juárez a Germán… No recuerdo si su apellido era López, Martínez o Rodríguez, porque en mi celular anoté su número y como contacto sólo puse “German Parque Central”. El llegó a Juárez, según me contó hace más de 15 años, procedente de un municipio pequeño, de esos que no ofrecen muchas posibilidades de trabajo a los jóvenes, relató que siendo hijo de madre soltera ni siquiera terminó la secundaria y en la vagancia, había empezado a consumir mariguana…
Su madre lo envió a Juárez a la casa de una tío, ya cumplidos los 18 años y con una vida desorientada, su familiar, un señor estricto lo llevó “a jalar en la maquila” ahí su vida comenzó a cambiar; tenía seguro social, un salario y ya cooperaba para los gastos de la casa “y le mandaba una feria a su jefita”. Poco tiempo después “un compa de la chamba”, le dijo que estaban contratando para el Parque Central. Ambos metieron solicitud y desde entonces, trabaja ahí, se casó y junto con su esposa obtuvo un crédito de INFONAVIT, se llevó a su mamá a vivir con él y junto con su pareja construyen un futuro de esperanza para su pequeña hija.
Juárez es la ciudad de las oportunidades, su población es solidaria, cuando llegas la gente te tiende la mano, te ayuda, hay empleo, desarrollo y se mueve dinero. Tiene ya cerca de 2 millones de habitantes y cuenta con un presidente municipal que es orgullosamente juarense y está preocupado porque en su ciudad se acaben los estigmas, esos que el neoliberalismo le etiquetó: “Juárez la ciudad de los feminicidios” “Juárez la ciudad violenta” “Juárez la ciudad del vicio y la corrupción”; hoy desde la presidencia municipal se respeta a los diferentes, se apoya a los grupos más vulnerables, se observa obra pública en parques, puentes y calles, se hace comunidad. Desde el Gobierno Federal hay importantes apoyos, se dispersa mucho dinero para becas, para adultos mayores y discapacitados, la gasolina cuesta $17.14 y el salario mínimo es el más elevado del país.
El presidente AMLO sabe de la importancia de Ciudad Juárez como frontera y por eso apoya a Cruz Pérez Cuéllar. Los acontecimientos del pasado jueves 11 de agosto cuando el crimen organizado hizo estallar la violencia en Jalisco, Guanajuato, Baja California y Cd. Juárez, sacando a los “malandros” y ordenándolos disparar contra la sociedad civil, incendiando tiendas de autoservicio y camiones de transporte público, lo hicieron para dar un golpe mediático y luego la ofensiva propagandística de los chayoteros de la ultraderecha con el avieso fin de obtener ganancias políticas. El crimen organizado y sus beneficiarios siempre están resintiendo el claro ataque a sus finanzas; el desmantelamiento de sus redes de corrupción con los gobiernos, se abate la impunidad, se ataca con inteligencia sus redes de lavado, es por eso su viral respuesta con la fuerza de la violencia.
No debemos dejar que el miedo y la delincuencia común promovida por los ambiciosos opositores dominen nuestros pensamientos y corazones, estos actos vandálicos y propagandísticos pretenden dividir y manipular, que sean ellos los que tengan miedo y se preocupen. Juárez está de pie y su gente solidaria y trabajadora da testimonio de ello, los malandros no tendrán en Juárez tierra fértil, la ciudad tiene historia, tiene raíces, tiene cultura, tiene trabajo, tiene futuro y tiene esperanza, y como dijo “Juanga”: ¡Arriba Juárez!
Guerrero Rodríguez Villalobos | Profesor Jubilado
