/ jueves 26 de mayo de 2022

Reflexiones del Profe Guerre | AMLOfobia

La AMLOFOBIA es el miedo u odio cerval y visceral a un gobierno que ni conocen ni han experimentado, pero del cual desconfían , porque en su cerebro se han insertado mensajes de los “medios informativos” que trabajan bajo el esquema de la protección a la llamada “libertad de expresión y prensa” a sabiendas de que estas personas son empleadas de los poderes fácticos que ven amenazados sus privilegios económicos y políticos (léase Loret de Mola, López Doriga, Brozo y muchos más que repiten como el perico las fake news).

Cuando escuche usted a algún fanático de la derecha hablar de chairos, pejezombies, lopietos, nacos huarachudos, etc. O cualquier otro adjetivo o epíteto, aplicado a los simpatizantes al gobierno federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, se encuentra a usted frente a un individuo que es “VÍSTIMA” consciente o inconsciente de la AMLOFOBIA. Ellos son los que se oponen lo mismo al Tren Maya, al AIFA, a la construcción de la Refinería Dos Bocas, que a la aplicación de vacunas y a que se conviertan en Ley los apoyos sociales y a la contratación de médicos cubanos para mejorar la salud en los hospitales públicos de México. Quienes lo hacen de manera consciente, son los beneficiarios de la corrupción, del llamado régimen neoliberal; ahí se apuntan Alejandro “Alito” el corrupto Moreno, recientemente exhibido como extorsionador de empresarios para beneficiar al PRI o Markitos Cortés, que dice dirigir al PAN y según se sabe cobra una millonada por tener en el despeñadero a su partido; o el excandidato de los conservadores, el prófugo Ricardo Anaya recaudador de los “moches” para sacar las reformas energéticas en favor de las compañías extranjeras.

Hace unos días, la derecha y sus corifeos, desataron de nuevo una campaña contra el presidente por el anuncio de la contratación de 500 médicos cubanos para atender el fuerte rezago de atención a la salud que hay en las zonas más pobres de México. Utilizaron para ello la figura de una “influencer” pero como todo, les salió “el tiro por la culata”, la muchachita resultó en efecto ser médica hija de un corrupto exgobernador de Michoacán, jovencita que no ejercía su profesión (porque ¡cómo iba a irse a trabajar donde no había ni señal de teléfono, ni internet!). Dan pena ajena y llaman a risa la defensa que hacen y sus argumentos balines.

Próximamente el gobierno podrá tener más médicos egresando de las escuelas que se echaron a andar en estos casi cuatro años, la Universidad de las Ciencias de la Salud en la Ciudad de México, así como las Universidades Benito Juárez, lo mismo que las Universidades Autónomas de los Estados, que seguramente serán contratados cambiando el paradigma de ideales y valores de la medicina.

La medicina al igual que la educación, requiere de médicos y maestros que lleven su profesión con mística y vocación, que se entreguen a las comunidades y tengan cercanía con el pueblo, que los médicos vean a sus enfermos como pacientes y no como clientes. Recuerdo mis inicios como maestro; cuando conocí allá en las lejanas barrancas a los doctores de las clínicas IMSS COPLAMAR que lo mismo que nosotros llegaban a esas latitudes con toda a actitud para el trabajo y el servicio comunitario, recibiendo nuestros magros salarios con mucho agrado, a veces sólo compensado con un sabroso caldito de gallina o un trozo de carne de venado y el eterno agradecimiento de ser parte de su vida.

A los AMLOFOBICOS como dijera el clásico: “ningún chile les embona”.


Guerrero Rodríguez Villalobos | Profesor Jubilado

La AMLOFOBIA es el miedo u odio cerval y visceral a un gobierno que ni conocen ni han experimentado, pero del cual desconfían , porque en su cerebro se han insertado mensajes de los “medios informativos” que trabajan bajo el esquema de la protección a la llamada “libertad de expresión y prensa” a sabiendas de que estas personas son empleadas de los poderes fácticos que ven amenazados sus privilegios económicos y políticos (léase Loret de Mola, López Doriga, Brozo y muchos más que repiten como el perico las fake news).

Cuando escuche usted a algún fanático de la derecha hablar de chairos, pejezombies, lopietos, nacos huarachudos, etc. O cualquier otro adjetivo o epíteto, aplicado a los simpatizantes al gobierno federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, se encuentra a usted frente a un individuo que es “VÍSTIMA” consciente o inconsciente de la AMLOFOBIA. Ellos son los que se oponen lo mismo al Tren Maya, al AIFA, a la construcción de la Refinería Dos Bocas, que a la aplicación de vacunas y a que se conviertan en Ley los apoyos sociales y a la contratación de médicos cubanos para mejorar la salud en los hospitales públicos de México. Quienes lo hacen de manera consciente, son los beneficiarios de la corrupción, del llamado régimen neoliberal; ahí se apuntan Alejandro “Alito” el corrupto Moreno, recientemente exhibido como extorsionador de empresarios para beneficiar al PRI o Markitos Cortés, que dice dirigir al PAN y según se sabe cobra una millonada por tener en el despeñadero a su partido; o el excandidato de los conservadores, el prófugo Ricardo Anaya recaudador de los “moches” para sacar las reformas energéticas en favor de las compañías extranjeras.

Hace unos días, la derecha y sus corifeos, desataron de nuevo una campaña contra el presidente por el anuncio de la contratación de 500 médicos cubanos para atender el fuerte rezago de atención a la salud que hay en las zonas más pobres de México. Utilizaron para ello la figura de una “influencer” pero como todo, les salió “el tiro por la culata”, la muchachita resultó en efecto ser médica hija de un corrupto exgobernador de Michoacán, jovencita que no ejercía su profesión (porque ¡cómo iba a irse a trabajar donde no había ni señal de teléfono, ni internet!). Dan pena ajena y llaman a risa la defensa que hacen y sus argumentos balines.

Próximamente el gobierno podrá tener más médicos egresando de las escuelas que se echaron a andar en estos casi cuatro años, la Universidad de las Ciencias de la Salud en la Ciudad de México, así como las Universidades Benito Juárez, lo mismo que las Universidades Autónomas de los Estados, que seguramente serán contratados cambiando el paradigma de ideales y valores de la medicina.

La medicina al igual que la educación, requiere de médicos y maestros que lleven su profesión con mística y vocación, que se entreguen a las comunidades y tengan cercanía con el pueblo, que los médicos vean a sus enfermos como pacientes y no como clientes. Recuerdo mis inicios como maestro; cuando conocí allá en las lejanas barrancas a los doctores de las clínicas IMSS COPLAMAR que lo mismo que nosotros llegaban a esas latitudes con toda a actitud para el trabajo y el servicio comunitario, recibiendo nuestros magros salarios con mucho agrado, a veces sólo compensado con un sabroso caldito de gallina o un trozo de carne de venado y el eterno agradecimiento de ser parte de su vida.

A los AMLOFOBICOS como dijera el clásico: “ningún chile les embona”.


Guerrero Rodríguez Villalobos | Profesor Jubilado