/ jueves 21 de enero de 2021

Punto gélido | Si tuviera que partir ahora

Los senderos de la vida están impregnados de la más valiosa sabiduría, al elegir por cual nos gusta caminar, descubrimos que a cada paso que damos, podemos obtener un poco de esa sabiduría, tenemos la libertad de hacerlo o no, pero ineludiblemente siempre seguimos dando pasos, hasta que un día el camino simplemente se termina.

Con regularidad nos es común pensar, que el final de ese camino se encuentra a gran distancia, que por derecho aun nos faltan una gran cantidad de pasos que dar, pero este pensamiento no siempre se cumple, ni tampoco podemos exigir que así sea, las reglas de la vida están escritas sobre las alas del viento y con frecuencia se usa una tinta que resulta invisible a los ojos del ser humano.

Hoy la vida a puesto a la humanidad en general bajo una prueba difícil, el camino se ha vuelto estrecho y para algunos demasiado corto, ello obliga a la reflexión, al autoanálisis y a replantear la filosofía de vida en el ámbito colectivo, social, pero de manera especial en el aspecto individual, estamos en un punto disruptivo, la resiliencia encuentra un mayor sentido, pero sobre todo es preponderante un análisis profundo en la jerarquización de las prioridades.

Por ello reviste una gran importancia cuestionarse en lo personal, ¿estoy preparado si tengo que partir ahora?, es posible que entremos en un estado de ansiedad, de incertidumbre y quizás hasta el miedo se apodere de nuestros pensamientos y lleguemos al túnel obscuro llamado depresión. En ese contexto es posible que la soledad sea una buena compañera momentánea, es ahí, donde con mano firme podemos tomar las cortinas de la tradicional rutina y correrlas a la izquierda y a la derecha, para permitir que la luz de una nueva realidad entre por la ventana y permita establecer un nuevo orden de importancia en nuestro pensar, decir y hacer.

Sí y solo sí, la consciencia personal y social es modificada por el proceso de la reflexión, será posible poner en una dimensión diferente el valor que tenemos como seres humanos, la familia volverá a ser el núcleo y el soporte principal, los valores encontrarán el sentido y la dimensión que requieren, el conocimiento y respeto por nuestro entorno volverá a ser importante, la salud caminará por encima de los pasillos de la economía, la libertad, la libertad será el principal descubrimiento para muchos, que hoy vivimos bajo el yugo de la tecnología, de la mercadotecnia y de un sistema. Las posibilidades siempre están presentes, si tuviera que partir hoy, ¿cuál sería mi actitud?, es posible que en mi peregrinar por esta vida haya hecho lo suficiente y lo necesario para de una forma tranquila, alegre y con la satisfacción del deber cumplido, pueda emprender el viaje a donde las estrellas, sin ningún remordimiento. Pero, si, por el contrario, siento que aún no estoy preparado y descubro que se me brinda una segunda oportunidad, ¡entonces que espero! para correr y abrazar a la familia, a la pareja, a los hijos, hermanos, a los padres, para abrazar a todos, para abrazarme yo mismo.

Hoy debemos de estar conscientes de que nos tocó vivir una guerra que no se lucha con armas, sino con la fe, recordemos que de esta vida no nos llevamos nada, que en ocasiones el corazón más rico se encuentra bajo la ropa más humilde, dejemos las prisas de lo superfluo a un costado y hoy más que nunca estemos preparados por si tuviéramos que partir ahora, deja que la luz de tu corazón brille intensamente a cada momento, para que pueda trasmitir paz, amor, abundancia, empatía, alegría y principalmente gratitud para ti y los demás, las pruebas que la vida nos ofrece, solo nos recuerda que el tiempo que nos queda no es para malgastarlo.

Y usted, si tuviera que partir ahora, ¿está preparado?

leon7dg@hotmail.com

Los senderos de la vida están impregnados de la más valiosa sabiduría, al elegir por cual nos gusta caminar, descubrimos que a cada paso que damos, podemos obtener un poco de esa sabiduría, tenemos la libertad de hacerlo o no, pero ineludiblemente siempre seguimos dando pasos, hasta que un día el camino simplemente se termina.

Con regularidad nos es común pensar, que el final de ese camino se encuentra a gran distancia, que por derecho aun nos faltan una gran cantidad de pasos que dar, pero este pensamiento no siempre se cumple, ni tampoco podemos exigir que así sea, las reglas de la vida están escritas sobre las alas del viento y con frecuencia se usa una tinta que resulta invisible a los ojos del ser humano.

Hoy la vida a puesto a la humanidad en general bajo una prueba difícil, el camino se ha vuelto estrecho y para algunos demasiado corto, ello obliga a la reflexión, al autoanálisis y a replantear la filosofía de vida en el ámbito colectivo, social, pero de manera especial en el aspecto individual, estamos en un punto disruptivo, la resiliencia encuentra un mayor sentido, pero sobre todo es preponderante un análisis profundo en la jerarquización de las prioridades.

Por ello reviste una gran importancia cuestionarse en lo personal, ¿estoy preparado si tengo que partir ahora?, es posible que entremos en un estado de ansiedad, de incertidumbre y quizás hasta el miedo se apodere de nuestros pensamientos y lleguemos al túnel obscuro llamado depresión. En ese contexto es posible que la soledad sea una buena compañera momentánea, es ahí, donde con mano firme podemos tomar las cortinas de la tradicional rutina y correrlas a la izquierda y a la derecha, para permitir que la luz de una nueva realidad entre por la ventana y permita establecer un nuevo orden de importancia en nuestro pensar, decir y hacer.

Sí y solo sí, la consciencia personal y social es modificada por el proceso de la reflexión, será posible poner en una dimensión diferente el valor que tenemos como seres humanos, la familia volverá a ser el núcleo y el soporte principal, los valores encontrarán el sentido y la dimensión que requieren, el conocimiento y respeto por nuestro entorno volverá a ser importante, la salud caminará por encima de los pasillos de la economía, la libertad, la libertad será el principal descubrimiento para muchos, que hoy vivimos bajo el yugo de la tecnología, de la mercadotecnia y de un sistema. Las posibilidades siempre están presentes, si tuviera que partir hoy, ¿cuál sería mi actitud?, es posible que en mi peregrinar por esta vida haya hecho lo suficiente y lo necesario para de una forma tranquila, alegre y con la satisfacción del deber cumplido, pueda emprender el viaje a donde las estrellas, sin ningún remordimiento. Pero, si, por el contrario, siento que aún no estoy preparado y descubro que se me brinda una segunda oportunidad, ¡entonces que espero! para correr y abrazar a la familia, a la pareja, a los hijos, hermanos, a los padres, para abrazar a todos, para abrazarme yo mismo.

Hoy debemos de estar conscientes de que nos tocó vivir una guerra que no se lucha con armas, sino con la fe, recordemos que de esta vida no nos llevamos nada, que en ocasiones el corazón más rico se encuentra bajo la ropa más humilde, dejemos las prisas de lo superfluo a un costado y hoy más que nunca estemos preparados por si tuviéramos que partir ahora, deja que la luz de tu corazón brille intensamente a cada momento, para que pueda trasmitir paz, amor, abundancia, empatía, alegría y principalmente gratitud para ti y los demás, las pruebas que la vida nos ofrece, solo nos recuerda que el tiempo que nos queda no es para malgastarlo.

Y usted, si tuviera que partir ahora, ¿está preparado?

leon7dg@hotmail.com