/ jueves 27 de mayo de 2021

Punto gélido | Lo ideal y la realidad

Como miembros de una comunidad y como individuos, tenemos la necesidad, el gusto o el deseo de creer en algo, en alguien o en algunos. La esperanza es ese aderezo que le da un sentido a la motivación, al esfuerzo, al deseo de llegar a una meta, a la obtención de un bien o permanecer en un estado emocional placentero. Las circunstancias en ocasiones traen vientos favorables y no se requiere de hacer un gran esfuerzo para obtenerlo, sin embargo, en la gran mayoría de las ocasiones es necesario tomar decisiones, donde las consecuencias favorables o contrarias, deben de ser asumidas con responsabilidad.

Esto implica un ejercicio que se encuentra en el ámbito personal, es el individuo quien tiene la posibilidad y la libertad de elegir la construcción de un ideal, de un sueño o de un deseo, que se convierta en la guía que marque el sentido de sus pasiones y de sus acciones.Él tiene la libertad para fijar las metas a alcanzar; depende del estado de conciencia, de su entusiasmo y del medio ambiente, como los elementos principales que marcarán la consecución o bien, el grado de alcance que se tenga de las metas fijadas, determinando con ello, si fue un éxito o bien un fracaso, que desde luego está en el terreno del criterio de lo personal.

Como seres integrantes de una comunidad, en muchas otras ocasiones es necesario depositar la confianza, en otra persona o en un grupo, para hacer posible la construcción de un ideal, que favorezca el bien común, es ahí, donde las circunstancias toman un sentido diverso, ahora ya no solo depende de un esfuerzo donde las variables están y pueden ser controladas desde la persona. Cuando se tiene la necesidad de confiar en alguien más, lleva implícitos muchos factores que son difíciles de controlar, así, es necesario confiar en el buen juicio y la buena intención, en su sentido común, su ética, su moral, su esfuerzo, también en su conocimiento y capacidad para lograrlo, entre muchos factores más, sin dejar a un lado sus valores. El éxito o el fracaso del ideal construido, se vuelve complejo, en ocasiones tardado y, además, presenta una barrera difícil para poder determinar, hasta donde se puede considerar como éxito o fracaso, esto por las diferentes ópticas que puede tener un mismo acontecimiento.

Considerar el mundo y la vida de acuerdo con un modelo de armonía y perfección que no corresponde a la realidad, es una tendencia a un idealismo. Es ahí, donde es preciso aplicar una mayor concentración al momento de fijar el ideal personal o grupal. La perfección es una condición que indica que se alcanzó el máximo nivel posible, donde no hay falencias, errores o defectos, sin embargo, la condición humana demanda de una capacidad y de un máximo esfuerzo, además de la conjugación de circunstancias para lograr la perfección.

Constantemente estamos ante la necesidad de tomar decisiones y elegir,por ello es preciso que seamos muy analíticos, para poder hacerlo de la mejor forma, debemos observar quien tiene la capacidad de darle la mejor lectura a la realidad y partiendo de ello, construir un ideal factible de lograr en un alto porcentaje, lo mismo debe ocurrir en el autoanálisis, al momento de construir un ideal propio.Esto evitará que se presenten grandes decepciones en el transcurrir inevitable del tiempo.

Que lo ideal sea congruente con la realidad…

Como miembros de una comunidad y como individuos, tenemos la necesidad, el gusto o el deseo de creer en algo, en alguien o en algunos. La esperanza es ese aderezo que le da un sentido a la motivación, al esfuerzo, al deseo de llegar a una meta, a la obtención de un bien o permanecer en un estado emocional placentero. Las circunstancias en ocasiones traen vientos favorables y no se requiere de hacer un gran esfuerzo para obtenerlo, sin embargo, en la gran mayoría de las ocasiones es necesario tomar decisiones, donde las consecuencias favorables o contrarias, deben de ser asumidas con responsabilidad.

Esto implica un ejercicio que se encuentra en el ámbito personal, es el individuo quien tiene la posibilidad y la libertad de elegir la construcción de un ideal, de un sueño o de un deseo, que se convierta en la guía que marque el sentido de sus pasiones y de sus acciones.Él tiene la libertad para fijar las metas a alcanzar; depende del estado de conciencia, de su entusiasmo y del medio ambiente, como los elementos principales que marcarán la consecución o bien, el grado de alcance que se tenga de las metas fijadas, determinando con ello, si fue un éxito o bien un fracaso, que desde luego está en el terreno del criterio de lo personal.

Como seres integrantes de una comunidad, en muchas otras ocasiones es necesario depositar la confianza, en otra persona o en un grupo, para hacer posible la construcción de un ideal, que favorezca el bien común, es ahí, donde las circunstancias toman un sentido diverso, ahora ya no solo depende de un esfuerzo donde las variables están y pueden ser controladas desde la persona. Cuando se tiene la necesidad de confiar en alguien más, lleva implícitos muchos factores que son difíciles de controlar, así, es necesario confiar en el buen juicio y la buena intención, en su sentido común, su ética, su moral, su esfuerzo, también en su conocimiento y capacidad para lograrlo, entre muchos factores más, sin dejar a un lado sus valores. El éxito o el fracaso del ideal construido, se vuelve complejo, en ocasiones tardado y, además, presenta una barrera difícil para poder determinar, hasta donde se puede considerar como éxito o fracaso, esto por las diferentes ópticas que puede tener un mismo acontecimiento.

Considerar el mundo y la vida de acuerdo con un modelo de armonía y perfección que no corresponde a la realidad, es una tendencia a un idealismo. Es ahí, donde es preciso aplicar una mayor concentración al momento de fijar el ideal personal o grupal. La perfección es una condición que indica que se alcanzó el máximo nivel posible, donde no hay falencias, errores o defectos, sin embargo, la condición humana demanda de una capacidad y de un máximo esfuerzo, además de la conjugación de circunstancias para lograr la perfección.

Constantemente estamos ante la necesidad de tomar decisiones y elegir,por ello es preciso que seamos muy analíticos, para poder hacerlo de la mejor forma, debemos observar quien tiene la capacidad de darle la mejor lectura a la realidad y partiendo de ello, construir un ideal factible de lograr en un alto porcentaje, lo mismo debe ocurrir en el autoanálisis, al momento de construir un ideal propio.Esto evitará que se presenten grandes decepciones en el transcurrir inevitable del tiempo.

Que lo ideal sea congruente con la realidad…