/ jueves 18 de marzo de 2021

Punto gélido | La poesía y Jaime Sabines

A partir del año 1999, el 21 de marzo es considerado el Día Mundial de la Poesía, así fue aprobado por la UNESCO, el principal objetivo es apoyar la diversidad lingüística por medio de la expresión poética, además es una forma de trasmitir los valores y la identidad de los pueblos y comunidades.

La poesía contribuye de manera creativa a diversificar la forma en la que usamos las palabras, las cosas y la interpretación de la realidad, con el uso de las metáforas y de una gramática singular, el lenguaje poético se convierte en otra forma de diálogo entre las personas y entre las culturas, es un género literario que rinde honor a la belleza y a la estética por medio de la palabra, en un poema se trascienden los límites del tiempo y del espacio.

El Día Mundial de la Poesía es un tributo al poema como tal, y a los poetas, en este marco es el momento para rendir el reconocimiento que merece al poeta que nació con la promesa de la primavera, 25 de marzo de 1926 y murió en el ocaso del invierno y del siglo, el 19 de marzo de 1999, hablamos del poeta más leído a finales del siglo XX, Jaime Sabines, uno de los más queridos y admirados en México y América Latina, él tuvo la congruencia entre su pragmatismo moral y el ejercicio de su vocación poética, supo poner su obra y su vida en una misma dirección, conciliando su concepción de ética con su propuesta estética.

Los versos de Sabines son directos y transparentes, utiliza un lenguaje cotidiano, casi vulgar, marcado por la concepción trágica del amor y por las angustias de la soledad, el tiempo y la muerte, donde impregna sus propios sentimientos y su personalidad. Su lenguaje sencillo, profundo, apesadumbrado y realista, es un claro reflejo de la vida cotidiana, su poesía se inscribe en un tono popular, contrario a la vertiente culta que dominaba en sus contemporáneos, su estilo se inclina más a lo conversacional, sin adornos para crear composiciones que se acercan más a los sentimientos que a la razón.

Sabines fue un creador solitario, poeta del diario vivir, que le permitió forjar un estilo único, que encontró eco en sus lectores y en aquellos que abarrotaban los espacios para escucharlo, como pocos poetas, con una personalidad sencilla y accesible, esa es una de las razones de su éxito en la vida, su poesía es amorosa y humanista. Él se consideraba como el escribano de la vida.

Para Sabines la poesía es como una bendición o una maldición humana, que nos salva del diario morir, es también un puente amoroso que se tiende entre una soledad y otra, es un encuentro de las palabras con el misterio de la vida, la poesía es un suceso, un acontecimiento de todos los días. El poema es un fruto que sale de forma natural del poeta.

La poesía de Jaime Sabines destaca por una intensa sinceridad, él decía, “Si la poesía convoca multitudes quizás no todo este perdido”. La obra de Sabines está destinada a ocupar un lugar más importante en el panorama literario mexicano. Es el momento para recordarlo como él lo merece a propósito del Día Mundial de la Poesía.

A partir del año 1999, el 21 de marzo es considerado el Día Mundial de la Poesía, así fue aprobado por la UNESCO, el principal objetivo es apoyar la diversidad lingüística por medio de la expresión poética, además es una forma de trasmitir los valores y la identidad de los pueblos y comunidades.

La poesía contribuye de manera creativa a diversificar la forma en la que usamos las palabras, las cosas y la interpretación de la realidad, con el uso de las metáforas y de una gramática singular, el lenguaje poético se convierte en otra forma de diálogo entre las personas y entre las culturas, es un género literario que rinde honor a la belleza y a la estética por medio de la palabra, en un poema se trascienden los límites del tiempo y del espacio.

El Día Mundial de la Poesía es un tributo al poema como tal, y a los poetas, en este marco es el momento para rendir el reconocimiento que merece al poeta que nació con la promesa de la primavera, 25 de marzo de 1926 y murió en el ocaso del invierno y del siglo, el 19 de marzo de 1999, hablamos del poeta más leído a finales del siglo XX, Jaime Sabines, uno de los más queridos y admirados en México y América Latina, él tuvo la congruencia entre su pragmatismo moral y el ejercicio de su vocación poética, supo poner su obra y su vida en una misma dirección, conciliando su concepción de ética con su propuesta estética.

Los versos de Sabines son directos y transparentes, utiliza un lenguaje cotidiano, casi vulgar, marcado por la concepción trágica del amor y por las angustias de la soledad, el tiempo y la muerte, donde impregna sus propios sentimientos y su personalidad. Su lenguaje sencillo, profundo, apesadumbrado y realista, es un claro reflejo de la vida cotidiana, su poesía se inscribe en un tono popular, contrario a la vertiente culta que dominaba en sus contemporáneos, su estilo se inclina más a lo conversacional, sin adornos para crear composiciones que se acercan más a los sentimientos que a la razón.

Sabines fue un creador solitario, poeta del diario vivir, que le permitió forjar un estilo único, que encontró eco en sus lectores y en aquellos que abarrotaban los espacios para escucharlo, como pocos poetas, con una personalidad sencilla y accesible, esa es una de las razones de su éxito en la vida, su poesía es amorosa y humanista. Él se consideraba como el escribano de la vida.

Para Sabines la poesía es como una bendición o una maldición humana, que nos salva del diario morir, es también un puente amoroso que se tiende entre una soledad y otra, es un encuentro de las palabras con el misterio de la vida, la poesía es un suceso, un acontecimiento de todos los días. El poema es un fruto que sale de forma natural del poeta.

La poesía de Jaime Sabines destaca por una intensa sinceridad, él decía, “Si la poesía convoca multitudes quizás no todo este perdido”. La obra de Sabines está destinada a ocupar un lugar más importante en el panorama literario mexicano. Es el momento para recordarlo como él lo merece a propósito del Día Mundial de la Poesía.