/ domingo 16 de agosto de 2020

Pro y contra Dios

(DESDE LA CAPITAL).

Siglo XX lo marcaron cataclismos; guerras totales, holocausto, totalitarismo. Abrió con la guerra jamás vista y cerró el estrépito anuncio mediático del fin de utopías, de la historia y triunfo “definitivo” de sociedad mercantil y liberalismo. En quienes no admitimos desengaño resignado o reconciliación con el orden dominante, hay forzoso malestar. Tratemos de hacer fructífera esa historiografía crítica. Para obtener fruto del malestar, entendamos críticamente los cataclismos del siglo XX; así podremos evitar la tentación de repetir resultados posiblemente peores.


Los más consistentes estudios del fascismo, incluido el extremo alemán, señalan elementos ideológicos clave: visión monolítica de nación fundada en raza, rechazo a la democracia e igualdad; idea de la fuerza, el principio de autoridad y definiciones naturalmente negativas; sus valores exigían sus antítesis a condenar la alteridad del género homosexual y mujeres reacias al sometimiento; alteridad social de los criminales, alteridad política del anarquismo, comunismo y subversión; alteridad racial de los judíos y pueblos colonizados; todos eran degenerados. Acá, el judío personifica el conjunto de rasgos negativos; ser apartidista, activista social, ejercer libre albedrío; ser profeta, son figuras por excelencia negativas al fascismo. Con toda la estética homofóbica elaboran sus mitos positivos en el racismo, toque de nazismo e imperialismo modernos; banalizan la violencia y brutalizan sociedades, acostumbrándolas a la masacre industrial y a la muerte anónima masiva.

Casaldáliga, Obispo de los olvidados, de los sin nombre, decía que su corazón estaba lleno de nombres. “Al final de la vida me dirán, ¿has vivido? ¿has amado? y Yo solo abriré mi corazón lleno de nombres. Su cuenta de twiter incluía el 4 de agosto su propia valoración de lo hecho a lo largo de 92 años. Se conoció horas después de ser internado por problemas respiratorios en Sao Félix do Araguaia. Murió 4 días después de embolia pulmonar. La prueba de covid-19 dio negativo.

Gustaba ser llamado “Obispo de los olvidados”. Se obsesionó por ser misionero, encarnar el Evangelio en vivo; como religioso al servicio de los que quedan en la cuneta, olvidados por todos los poderes, víctimas del capitalismo salvaje. Fue amenazado de muerte por terratenientes explotadores, pero siempre durmió con la puerta de su casa abierta. Su diminuto dormitorio tenía 2 catres; uno libre para quien pasara y no tuviera donde dormir. Fue visto con recelo por los poderes, incluida la iglesia oficial. Criticaban su celo “excesivo”. Fue en autobús a Brasilia a la Conferencia Episcopal. Tardó una eternidad en llegar; cuestionaron su tardanza. “perdí el mismo tiempo que mis campesinos para vender un saco de maíz, les dijo.


Acá; la gente de Esperanza interpela y debate sobre el actuar de la Iglesia Católica; de la Jerarquía hacia abajo, en torno a situaciones de pederastia, celibato y lo más reciente, la corrupción en Chihuahua, que les envolvió por los beneficios inicuos ligados a políticos que se sintieron intocables en medio del sistema podrido que lucha e intenta sobrevivir salpicando con su mal oliente fango fascista a los que penal Y públicamente osaron señalarlos, bajo el discernimiento de la voluntad de Dios en la realidad Social, pues lo contrario socava la fuerza fundamental de la Fe.

(DESDE LA CAPITAL).

Siglo XX lo marcaron cataclismos; guerras totales, holocausto, totalitarismo. Abrió con la guerra jamás vista y cerró el estrépito anuncio mediático del fin de utopías, de la historia y triunfo “definitivo” de sociedad mercantil y liberalismo. En quienes no admitimos desengaño resignado o reconciliación con el orden dominante, hay forzoso malestar. Tratemos de hacer fructífera esa historiografía crítica. Para obtener fruto del malestar, entendamos críticamente los cataclismos del siglo XX; así podremos evitar la tentación de repetir resultados posiblemente peores.


Los más consistentes estudios del fascismo, incluido el extremo alemán, señalan elementos ideológicos clave: visión monolítica de nación fundada en raza, rechazo a la democracia e igualdad; idea de la fuerza, el principio de autoridad y definiciones naturalmente negativas; sus valores exigían sus antítesis a condenar la alteridad del género homosexual y mujeres reacias al sometimiento; alteridad social de los criminales, alteridad política del anarquismo, comunismo y subversión; alteridad racial de los judíos y pueblos colonizados; todos eran degenerados. Acá, el judío personifica el conjunto de rasgos negativos; ser apartidista, activista social, ejercer libre albedrío; ser profeta, son figuras por excelencia negativas al fascismo. Con toda la estética homofóbica elaboran sus mitos positivos en el racismo, toque de nazismo e imperialismo modernos; banalizan la violencia y brutalizan sociedades, acostumbrándolas a la masacre industrial y a la muerte anónima masiva.

Casaldáliga, Obispo de los olvidados, de los sin nombre, decía que su corazón estaba lleno de nombres. “Al final de la vida me dirán, ¿has vivido? ¿has amado? y Yo solo abriré mi corazón lleno de nombres. Su cuenta de twiter incluía el 4 de agosto su propia valoración de lo hecho a lo largo de 92 años. Se conoció horas después de ser internado por problemas respiratorios en Sao Félix do Araguaia. Murió 4 días después de embolia pulmonar. La prueba de covid-19 dio negativo.

Gustaba ser llamado “Obispo de los olvidados”. Se obsesionó por ser misionero, encarnar el Evangelio en vivo; como religioso al servicio de los que quedan en la cuneta, olvidados por todos los poderes, víctimas del capitalismo salvaje. Fue amenazado de muerte por terratenientes explotadores, pero siempre durmió con la puerta de su casa abierta. Su diminuto dormitorio tenía 2 catres; uno libre para quien pasara y no tuviera donde dormir. Fue visto con recelo por los poderes, incluida la iglesia oficial. Criticaban su celo “excesivo”. Fue en autobús a Brasilia a la Conferencia Episcopal. Tardó una eternidad en llegar; cuestionaron su tardanza. “perdí el mismo tiempo que mis campesinos para vender un saco de maíz, les dijo.


Acá; la gente de Esperanza interpela y debate sobre el actuar de la Iglesia Católica; de la Jerarquía hacia abajo, en torno a situaciones de pederastia, celibato y lo más reciente, la corrupción en Chihuahua, que les envolvió por los beneficios inicuos ligados a políticos que se sintieron intocables en medio del sistema podrido que lucha e intenta sobrevivir salpicando con su mal oliente fango fascista a los que penal Y públicamente osaron señalarlos, bajo el discernimiento de la voluntad de Dios en la realidad Social, pues lo contrario socava la fuerza fundamental de la Fe.