Pipo El Sordo va caminando por la Independencia, va con el ánimo de acabar con su dotación de periódicos y vender ya los escasos cachitos de lotería que tiene, su paso es lento, no tiene prisa, para él, ya salvó el día y sólo espera que sea la una para ir a esperar a Valentina a la salida de su trabajo.
Ve un café abierto y cree que es una buena oportunidad de vender. Al entrar, a pesar de ser de día la luminosidad es tenue, hay pocos parroquianos bebiendo, Pipo aventura su suerte a una mesa para ofrecer El Sol, la plática es amena. Uno de ellos: Abdías, de reojo percibe la presencia de Pipo pero no hace caso, quiere terminar primero sus argumentos. “Era lógico que la Academia de Hollywood prefirió a Green Book sobre Roma: Una trata de racismo y la otra de trabajadoras domésticas… para Estados Unidos es más importante un tema social que un tema laboral, indígena”. Pipo, quien gracias a Valentina se ha convertido en un incipiente cinéfilo, le llama la atención la plática.
Balduino, con lentes con armazón de carey, dando una imagen de intelectual agrega: “Lo más grande de Roma, es su nominación como mejor película extranjera y mejor película del año, de ahí su trascendencia mundial, si es una película lenta, pero tiene un gran contenido social para nosotros los latinos, nos ha confrontado con nuestros más arraigados estereotipos, cómo a través de los siglos hemos relegado a las etnias a simples personas que sólo son capaces de trabajar en casa, nunca cursar una carrera profesional, como existen en el país, gente que son mas racistas que los propios estadounidenses con la raza de color”. Pipo sabe muy bien de que están hablando, en su vida ha sufrido discriminación y racismo en su propio país.
Abdías vuelve a la carga: “¿Qué dirá Trump?, de los últimos cinco Oscar a mejor director, cinco han sido ganados por mexicanos, para que vea lo que mandamos a su país, no tan solo violadores, narcos, como él dice… México vive tal vez la mejor época de su cine… ahí están los herederos de Anthony Quinn, de Emilio Fernández, de Fernando de Fuentes, de Luis Buñuel, quién sin ser mexicano, aquí filmó, de Gabriel Figueroa como fotógrafo, de Gloria Schoemann en la edición, de tantos y tantos que le dieron prestigio al cine mexicano”.
Balduino no quiere olvidar el tema central de la plática: “Roma es una película muy fina, que en todo momento nos hace reflexionar, es una película plagada de detalles cinematográficos, el agua en el resumidero, el avión que se refleja en el agua, infinidad de postales, cómo el autor, el director Cuarón, traslada detalles íntimos de su vida a la pantalla, como al igual que muchos de su generación influyó e impactó los movimientos estudiantiles del 68, cómo a través de los ojos de la sirvienta nos transporta a las raíces de su vocación, cómo el divorcio de sus padres afectó su niñez”. Pipo no ha visto Roma, no tiene forma de ver cine por suscripción vía internet y ahora está más que interesado en verla, disfrutarla.
Abdías que obviamente es más aficionado al glamour de Hollywood que al análisis de películas, sigue con sus datos: “Ya te enteraste que González Iñarritu ha sido designado Juez principal del próximo festival de cine de Cannes, Francia, convirtiéndose en el primer latinoamericano en recibir tal distinción… cuáles serán las próximas películas de Guillermo del Toro, de Cuarón, de Iñarritu, los próximos trabajos en fotografía del Chivo Lubeski, el próximo mejor diseño de producción de Eugenio Caballero, de todo este talento que tiene que emigrar de México para no hacer películas de ficheras, de comedia chilanga, en fin… es cuento de nunca acabar”, Pipo disfruta la plática, pero sabe muy bien que los que tiene enfrente no le van a comprar nada y así como llegó se va.