JUEGO.- En materia laboral la Cuarta Transformación tiró la piedra y escondió la mano. Dejó que los demás resuelvan los problemas que le compete asumir al Gobierno Federal, quienes de acuerdo a la constitución son los responsables de la salud pública. Para lograr este acto de escapismo, o por lo menos de incertidumbre, se inventó un nuevo término en la jerga laboral.
DETERMINACIÓN.- Así que aquello que, para efectos laborales se considerará contingencia sanitaria, a partir de ahora se llamaría emergencia; con esto, se evitaría aplicar la disposición del 427 de la Ley Federal del Trabajo en el apartado VII.
JUSTIFICACIÓN.- Para evadir esa ley, el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Salud, el lunes publicó un decreto en el cual dio vida al término de emergencia sanitaria. Les dio la vuelta al tema laboral y de paso obligó a los patrones a pagar al cien por ciento el sueldo de los trabajadores durante este mes.
TÉRMINOS.- Se trata sólo de un juego de términos, en la práctica es lo mismo. Estamos en contingencia o emergencia, al final con ese cambio se está protegiendo a los más vulnerables, que son los trabajadores, la Ley Laboral les ampara sólo recibir un salario mínimo diario. Eso está bien y ni qué cuestionarse a la disposición que garantiza el ingreso de los que menos tienen.
ENTRE.- Lo criticable es que el Gobierno Federal no le entra con nada al tema. No propone un subsidio proporcional a los sueldos que los patrones pagarán en este tiempo improductivo, tampoco alguna bolsa de apoyo y ni apoyo en los pagos de impuestos, tampoco a los servicios básicos que provee. Nada hasta ahora.
PIEDRA.- Con esa posición, el Gobierno Federal hace caravana con sombrero ajeno; decreta la contingencia, pero la disfraza de emergencia. Queda bien con los trabajadores y estos deberán recibir su salario íntegro. Vaya que hay razones para que la Coparmex nacional esté moleste con el Presidente López.
CERCOS.- Lo de moda son los cercos sanitarios. Una especie de “sheriff de la salud” apostados en la entrada de la entidad y de municipios como Parral.
ESFUERZO.- En estos tiempos no es en vano ningún esfuerzo, todos apoyan; sin embargo, hay focos de contaminación flagrantes que permanecen en la impunidad a la vista de todos y nadie hace nada. Están en plena calle ¿Por qué nadie le entra?
BANCOS.- Un caso aberrante es el de las instituciones bancarias, quienes en aras de proteger al cuentahabiente y los trabajadores impusieron normas estrictas de acceso a la sucursal; pero en ese afán a lo que se redujo la medida es a endosar el problema a la calle, donde, extrañamente, nadie impone medidas restrictivas.
CERCO.- Cómo hace falta un cerco o “sheriff sanitario” al interior de la ciudad. ¿Quién pone orden? El Municipio, el Estado, la Federación… Mejor se deja el problema en donde la sana distancia es condenada al insano olvido. patrullando@elsoldeparral.com.mx
