/ lunes 3 de mayo de 2021

Para acompañar de un café | ¡Que lo corran! (parte ll)

Continuando con la actitud humana más común y corriente, volvemos a tratar a entender el acto expresivo de poder correr a otro ser humano, ¿en qué ley está autorizado hacer esto?, ¿de quién es facultad correr a alguien?, ¿es facultad de ciertas personas?, ¿de quienes?, ¿tienen algún documento que los faculte? O ¿es simple opinión personal?, esto porque gritamos que corran a diestra y siniestra, como solución a todo, porque la persona es la que estando en algún lugar de poder público, en las más de las ocasiones cambia y la actitud es de mando, dominar y callar, nomás.

Mas el punto es ver el entorno de lo que pasa, porque al correr a una persona, si fuera la solución, pues que bien, pero las cosas y circunstancias son tan diversas en la comunidad, los problemas y soluciones, pero revuelta con las personas de los partidos políticos y sus familiares, que entorpecen todo por ser los dirigentes de la vida diaria de una ciudad , pueblo o nación, y es notorio, que entra un ciudadano o ciudadana, o lo que guste que sea, como se dice con una mano adelante y otra atrás, es decir sin dinero, y de repente, y sin melate o lotería, trae mueble nuevo, ropa, para después casa, y es de entender, es de listos e inteligentes hacer esto, y no hacerlo es sinónimo de locura o estupidez, por lo que lo normal es tomar lo que se pueda y san se acabó. Pero tener por costumbre correr a todo ser que llegue y no haga lo que convenga a otros, es desgastante para el lugar y la ciudad, pero es parte de nuestras costumbres más que arraigadas, naturales por decir de otra forma, pero es la regla del juego y si no es así, pues el anormal a su casa y que no estorbe a la obtención de ganancias del lugar, y con carita de inocencia, planear todo tipo de soluciones que por lo general no aterrizan, y los resultados, pues al que sigue, normalito. Pero en otra escala de valores o supuestas alturas, el remover o correr a un funcionario es otro rollo más grueso, porque se escarba en todo, dineros, preferencias, propiedades, relaciones familiares, relaciones políticas, relaciones comerciales y sale un mundo de basura a flote, por lo que de altura no tiene nada, aunque se pongan trajes caros, porque hasta las mujeres traen ropas y accesorios carísimos, y eso ni se nota, si no se fija, a pesar de los negocios que les han dejado millones de los dineros del pueblo, y siguen sin que nadie les diga nada, y ni que hablar de los que estando subordinados y sepan todo, pues callan por lógica para no ser corridos y seguir viviendo, y así sucesivamente pasan unos, otras y otros y otras, pero el resultado no es el mismo, es para atrás pero con menos recursos económicos para trabajar, chistoso pero cierto. La relación de correr a una persona y la actitud es mucha y muy rara, pero es parte de la sociedad misma, más si lo analizamos con seriedad vemos que están quebradas las relaciones humanas y las de razonamiento lógico, porque entre más quiebras mas astucia, mas carácter y experiencia en puestos de esa naturaleza, mas no trabajar y solucionar, eso no se sabe con qué se come, ni se sabrá. Otro detallito muy simple, se me ocurre, si yo quiero quitar a alguien porque me agravió, sería que yo nunca me he equivocado ni regado, un sencillo santo y persona sin mancha, aspecto superficial en la política, pero en lo bajo, más negro que la noche, pero es normal según los entendidos.


Continuando con la actitud humana más común y corriente, volvemos a tratar a entender el acto expresivo de poder correr a otro ser humano, ¿en qué ley está autorizado hacer esto?, ¿de quién es facultad correr a alguien?, ¿es facultad de ciertas personas?, ¿de quienes?, ¿tienen algún documento que los faculte? O ¿es simple opinión personal?, esto porque gritamos que corran a diestra y siniestra, como solución a todo, porque la persona es la que estando en algún lugar de poder público, en las más de las ocasiones cambia y la actitud es de mando, dominar y callar, nomás.

Mas el punto es ver el entorno de lo que pasa, porque al correr a una persona, si fuera la solución, pues que bien, pero las cosas y circunstancias son tan diversas en la comunidad, los problemas y soluciones, pero revuelta con las personas de los partidos políticos y sus familiares, que entorpecen todo por ser los dirigentes de la vida diaria de una ciudad , pueblo o nación, y es notorio, que entra un ciudadano o ciudadana, o lo que guste que sea, como se dice con una mano adelante y otra atrás, es decir sin dinero, y de repente, y sin melate o lotería, trae mueble nuevo, ropa, para después casa, y es de entender, es de listos e inteligentes hacer esto, y no hacerlo es sinónimo de locura o estupidez, por lo que lo normal es tomar lo que se pueda y san se acabó. Pero tener por costumbre correr a todo ser que llegue y no haga lo que convenga a otros, es desgastante para el lugar y la ciudad, pero es parte de nuestras costumbres más que arraigadas, naturales por decir de otra forma, pero es la regla del juego y si no es así, pues el anormal a su casa y que no estorbe a la obtención de ganancias del lugar, y con carita de inocencia, planear todo tipo de soluciones que por lo general no aterrizan, y los resultados, pues al que sigue, normalito. Pero en otra escala de valores o supuestas alturas, el remover o correr a un funcionario es otro rollo más grueso, porque se escarba en todo, dineros, preferencias, propiedades, relaciones familiares, relaciones políticas, relaciones comerciales y sale un mundo de basura a flote, por lo que de altura no tiene nada, aunque se pongan trajes caros, porque hasta las mujeres traen ropas y accesorios carísimos, y eso ni se nota, si no se fija, a pesar de los negocios que les han dejado millones de los dineros del pueblo, y siguen sin que nadie les diga nada, y ni que hablar de los que estando subordinados y sepan todo, pues callan por lógica para no ser corridos y seguir viviendo, y así sucesivamente pasan unos, otras y otros y otras, pero el resultado no es el mismo, es para atrás pero con menos recursos económicos para trabajar, chistoso pero cierto. La relación de correr a una persona y la actitud es mucha y muy rara, pero es parte de la sociedad misma, más si lo analizamos con seriedad vemos que están quebradas las relaciones humanas y las de razonamiento lógico, porque entre más quiebras mas astucia, mas carácter y experiencia en puestos de esa naturaleza, mas no trabajar y solucionar, eso no se sabe con qué se come, ni se sabrá. Otro detallito muy simple, se me ocurre, si yo quiero quitar a alguien porque me agravió, sería que yo nunca me he equivocado ni regado, un sencillo santo y persona sin mancha, aspecto superficial en la política, pero en lo bajo, más negro que la noche, pero es normal según los entendidos.