/ lunes 15 de marzo de 2021

Para acompañar de un café | Juegos de niños, vida de viejos

Los juegos de los animales mamíferos son para aprender para la vida adulta y ejercitar el cuerpo y los músculos en conjunto con el cerebro, para estar preparados para la vida adulta y consecuentemente para la vejez, lo que es en los seres vivos, ya que los reptiles lo traen en su carga genética, es decir aprendido.

Los seres humanos no dejamos de ser animales, aunque se enojen los que se creen ungidos de un dios, porque su constitución es la misma por milenios y no va a cambiar con caprichos ni derechos en letras, ya que jugar en los infantes, ya sea niño o niña o quien usted quiera que se diga primero, porque gatear es muy importante para la seguridad del ser, y si corre, salta, juega, es decir de manera sana, es entonces lo que se va a proyectar a futuro, quiéralo o no, y ni los científicos lo cambiaran con montones de tratados científicos, es la cruda realidad, somos seres vivos y en un cuerpo físico muy complejo, pero necesita ejercitarse, es vital a la larga, tanto para vivir, como para una vejez decorosa, sin tantos achaques, cosa que no vemos las personas, lo tomamos como broma y nos burlamos, de lo que después seremos todos, y aunque los tarugos digamos, ¡mientras llegue , aprovecho!, no es de preocuparse hasta entonces y más estupideces, más la vida es corta y veloz, y lo analizamos ya cuando estamos en la bronca, pero para entonces, no sabemos si estaremos solos o con familia, ingratos, ratas o buenos, un albur. Hay muchas personas que se ejercitan para la salud y la estética, lo que es muy importante, más esto es en pocos, por los costos de gimnasios y alimentos balanceados, pero en general, nos vale nada, eso mientras estemos sanos, porque en alguna enfermedad, la cosa cambia de tono y color. Las cosas empiezan a cambiar a partir de los cuarenta años, porque empiezan las dolencias, más de lo que no hicimos por nuestros cuerpos, o por el abuso de ellos, o dañarlos con drogas, que los destruyen paulatinamente, y daños irreversibles, que no sanan con una carita de enojados o actitudes agresivas, la caída es clara, fatal, pero no queremos verlo, menos pensarlo a futuro, como dice el baboso, hay que aprovechar hoy, mañana Dios dirá, pero como salida irresponsable, no religiosa. Muchos estamos en edad mayor, y es aquí cuando empieza el cuento de ¡a mí nunca!, ¡a mi jamás!, pero necesitamos más medicina, remedios, rutinas, dietas, es decir una cárcel de actividades, y de por vida, todo hace daño, o la cantidad, disminución de las facultades físicas y agréguele la burla de los dizques eternos jóvenes, que van igual que uno, recio a la edad, y ni las burlas los salvaran. Por efectos de COVID, tengo que acudir a terapias, y veo que mucho del ejercicio en mi niñez y juventud me ayuda a seguir, pero también veo los estragos de la flojera, que me retarda la salud, y con tristeza veo a niños y jóvenes, pegados como droga en los aparatos electrónicos, y no se ejercitan, aparte de dañarse los ojos, y creo que la edad adulta y vejez les va a cobrar facturas muy caras, dolorosas, y en soledad, porque ahorita se sienten dioses paganos, súper seres, más la antropología nos dice que somos iguales, bueno en genética, no en mañas. Hay personas que dan terapias, y hoy comprendo que debemos analizar esto y darles la importancia que tienen, pero todos, los sanos y enfermos, como sociedad, nos conviene, se los aseguro, lástima de los ratas que facturan y no hay nada, espero no lleguen a necesitarlo como uno, Dios los cuide.

VICTOR SANTINI REZA

PARA ACOMPAÑAR DE UN CAFÉ


Los juegos de los animales mamíferos son para aprender para la vida adulta y ejercitar el cuerpo y los músculos en conjunto con el cerebro, para estar preparados para la vida adulta y consecuentemente para la vejez, lo que es en los seres vivos, ya que los reptiles lo traen en su carga genética, es decir aprendido.

Los seres humanos no dejamos de ser animales, aunque se enojen los que se creen ungidos de un dios, porque su constitución es la misma por milenios y no va a cambiar con caprichos ni derechos en letras, ya que jugar en los infantes, ya sea niño o niña o quien usted quiera que se diga primero, porque gatear es muy importante para la seguridad del ser, y si corre, salta, juega, es decir de manera sana, es entonces lo que se va a proyectar a futuro, quiéralo o no, y ni los científicos lo cambiaran con montones de tratados científicos, es la cruda realidad, somos seres vivos y en un cuerpo físico muy complejo, pero necesita ejercitarse, es vital a la larga, tanto para vivir, como para una vejez decorosa, sin tantos achaques, cosa que no vemos las personas, lo tomamos como broma y nos burlamos, de lo que después seremos todos, y aunque los tarugos digamos, ¡mientras llegue , aprovecho!, no es de preocuparse hasta entonces y más estupideces, más la vida es corta y veloz, y lo analizamos ya cuando estamos en la bronca, pero para entonces, no sabemos si estaremos solos o con familia, ingratos, ratas o buenos, un albur. Hay muchas personas que se ejercitan para la salud y la estética, lo que es muy importante, más esto es en pocos, por los costos de gimnasios y alimentos balanceados, pero en general, nos vale nada, eso mientras estemos sanos, porque en alguna enfermedad, la cosa cambia de tono y color. Las cosas empiezan a cambiar a partir de los cuarenta años, porque empiezan las dolencias, más de lo que no hicimos por nuestros cuerpos, o por el abuso de ellos, o dañarlos con drogas, que los destruyen paulatinamente, y daños irreversibles, que no sanan con una carita de enojados o actitudes agresivas, la caída es clara, fatal, pero no queremos verlo, menos pensarlo a futuro, como dice el baboso, hay que aprovechar hoy, mañana Dios dirá, pero como salida irresponsable, no religiosa. Muchos estamos en edad mayor, y es aquí cuando empieza el cuento de ¡a mí nunca!, ¡a mi jamás!, pero necesitamos más medicina, remedios, rutinas, dietas, es decir una cárcel de actividades, y de por vida, todo hace daño, o la cantidad, disminución de las facultades físicas y agréguele la burla de los dizques eternos jóvenes, que van igual que uno, recio a la edad, y ni las burlas los salvaran. Por efectos de COVID, tengo que acudir a terapias, y veo que mucho del ejercicio en mi niñez y juventud me ayuda a seguir, pero también veo los estragos de la flojera, que me retarda la salud, y con tristeza veo a niños y jóvenes, pegados como droga en los aparatos electrónicos, y no se ejercitan, aparte de dañarse los ojos, y creo que la edad adulta y vejez les va a cobrar facturas muy caras, dolorosas, y en soledad, porque ahorita se sienten dioses paganos, súper seres, más la antropología nos dice que somos iguales, bueno en genética, no en mañas. Hay personas que dan terapias, y hoy comprendo que debemos analizar esto y darles la importancia que tienen, pero todos, los sanos y enfermos, como sociedad, nos conviene, se los aseguro, lástima de los ratas que facturan y no hay nada, espero no lleguen a necesitarlo como uno, Dios los cuide.

VICTOR SANTINI REZA

PARA ACOMPAÑAR DE UN CAFÉ