/ lunes 20 de junio de 2022

Para Acompañar de un Café | El Poder de las armas contra el poder de las letras

EL PODER DE LAS ARMAS CONTRA EL PODER DE LAS LETRAS

El poder es la fuerza de impacto o formación, pero el poder de la destrucción es lo triste que prevalece y no hay conciencia del ser humano, solo la diversidad de ideas y grandeza, para terminar en solo un tiempo de lucirse y presumir, pero en lapsos cortos, el ciclo se repite inexorablemente, otro y otra quiere el poder, porque este no es eterno, ni permanece como algo excelente, de hecho, la historia de la humanidad lo refleja para que no diga que es solo mi ocurrencia.

La educación es importantísima para cualquier sociedad, pero hay hambrientos de poder, que les conviene la ignorancia del pueblo para hacer sus estupideces y todavía que los admiren, sin importarles lo que piensen las personas, solo que les tengan miedo, pero eso sí, cuando están sin poder, son un encanto de bondades y risas agradables, me encantan.

La educación es parte de la columna vertebral de un pueblo, y al tener conocimientos que ayuden al vivir diario y satisfacer las necesidades básicas, pues la gente se puede considera estables, y aparte buscar la armonía de los mismos, a lo que la saber leer y escribir, la gente se empapa de conocimientos logrados por otros, con la misma capacidad de acierto y error, aun con el método científico, es el pensamiento de una persona vertido con un procedimiento, pero al igual, cambiante o perfectible por la evolución social y personal.

La educación se basa en las necesidades de la sociedad, aparte de a los que les guste la investigación, y proponer ideas y actividades factibles para tener tecnología, alimentos, economía, vida social, en el devenir del tiempo, de la vida útil del ser humano, con armonía y proyección, es vital, para la humanidad, su fuerza es sensible si se busca el bien común, y si es solo para grupúsculos, se nota la tiranía y el dominio del ser humano, la destrucción espiritual de los demás.

El poder de las armas es más sencillo, ya que su fin es aniquilar y destruir a otro ser humano, aunque se puede hablar de lo sofisticado de las mismas, tan perfeccionadas para matar, que es sencillamente aterrador, un dictador, un político, un narco, un empresario grande, o activista social, mata al que estorbe, y ya, aunque se haga viejo y lo quiten como es normal, pero su ego en esa temporalidad destruya, ¡ah! Y todavía presume de desarrollo social, paz social, control.

La letra contra un arma, es claro que la mata el arma, pero no deje de ver al ser humano que jala el gatillo o manda a otro, es espeluznante, la cobardía, la sonrisa burlona, la falta de piedad, en contraste con las letras, que se supone son para crecer, las balas para desaparecer.


Víctor Santini Reza | Aspirante a Doctor en Educación

EL PODER DE LAS ARMAS CONTRA EL PODER DE LAS LETRAS

El poder es la fuerza de impacto o formación, pero el poder de la destrucción es lo triste que prevalece y no hay conciencia del ser humano, solo la diversidad de ideas y grandeza, para terminar en solo un tiempo de lucirse y presumir, pero en lapsos cortos, el ciclo se repite inexorablemente, otro y otra quiere el poder, porque este no es eterno, ni permanece como algo excelente, de hecho, la historia de la humanidad lo refleja para que no diga que es solo mi ocurrencia.

La educación es importantísima para cualquier sociedad, pero hay hambrientos de poder, que les conviene la ignorancia del pueblo para hacer sus estupideces y todavía que los admiren, sin importarles lo que piensen las personas, solo que les tengan miedo, pero eso sí, cuando están sin poder, son un encanto de bondades y risas agradables, me encantan.

La educación es parte de la columna vertebral de un pueblo, y al tener conocimientos que ayuden al vivir diario y satisfacer las necesidades básicas, pues la gente se puede considera estables, y aparte buscar la armonía de los mismos, a lo que la saber leer y escribir, la gente se empapa de conocimientos logrados por otros, con la misma capacidad de acierto y error, aun con el método científico, es el pensamiento de una persona vertido con un procedimiento, pero al igual, cambiante o perfectible por la evolución social y personal.

La educación se basa en las necesidades de la sociedad, aparte de a los que les guste la investigación, y proponer ideas y actividades factibles para tener tecnología, alimentos, economía, vida social, en el devenir del tiempo, de la vida útil del ser humano, con armonía y proyección, es vital, para la humanidad, su fuerza es sensible si se busca el bien común, y si es solo para grupúsculos, se nota la tiranía y el dominio del ser humano, la destrucción espiritual de los demás.

El poder de las armas es más sencillo, ya que su fin es aniquilar y destruir a otro ser humano, aunque se puede hablar de lo sofisticado de las mismas, tan perfeccionadas para matar, que es sencillamente aterrador, un dictador, un político, un narco, un empresario grande, o activista social, mata al que estorbe, y ya, aunque se haga viejo y lo quiten como es normal, pero su ego en esa temporalidad destruya, ¡ah! Y todavía presume de desarrollo social, paz social, control.

La letra contra un arma, es claro que la mata el arma, pero no deje de ver al ser humano que jala el gatillo o manda a otro, es espeluznante, la cobardía, la sonrisa burlona, la falta de piedad, en contraste con las letras, que se supone son para crecer, las balas para desaparecer.


Víctor Santini Reza | Aspirante a Doctor en Educación