/ lunes 5 de abril de 2021

Para acompañar de un café | Creyentes y no creyentes

Esto no es opinar sobre la libertad de creencias y libertad de culto, en lo absoluto, porque en esta pandemia es muy importante tener algún tipo de meta o creencia, no como lo mismo o igual, sino que es lo que hacemos por usar el tiempo, y trabajar en uno mismo, y convivir a la vez con los vecinos y familia, lo que es en una llamada sociedad, y que actualmente se nota este vacío, y soledad de las personas, lo que ha llevado a el abuso de drogas y alcohol, incluyendo problemas sexuales que dañan a los demás, adultos y menores de edad, con las repercusiones en la edad adulta.

Pero por la ciencia en esto, los pensamientos científicos nos han llevado a que muchos no ceamos en la religión, más en la tecnología y la ciencia y que no hay nada después de la vida y todo a capricho y sin saber de pecados o daños y las consecuencias de realizarlos.

Pero el tema es que tenemos en mente como personas en sociedad, no es hablar de derechos ni de tocarlos, pero como sociología, se puede analizar porque estamos en una ciudad, pueblo, ranchería o caserío, y las estadísticas de violencia y delitos cometidos así como los expedientes que resuelve el Estado de Derecho, por esos motivos, nos permiten analizarlo, peor, es más, como parte metida en esto, como ciudadano, ya sea delinquiendo o victima según la circunstancia de los hechos, y que todos podemos ser capaces de realizarlos, siendo de supuesta alcurnia o marginado de la sociedad.

Pero si el pensamiento es muy científico, es claro que el pensamiento científico es corto para ver la realidad de nuestro entorno, incluyendo una individualidad casi omnipotente como semidiós pagano, que nadie debemos de osar llevarles la contra porque se ofenden, y enojados aparte de traicioneros, pues puro veneno, peor que uno en boca de esos vivillos.

Pero ¿existe Dios?, al menos para mí, si, y su grandeza y poder de dar vida me consta, pero me topo o choco con cerebrillos muy desenrollados que leen muchas letras, las memorizan, pero no las perciben o sienten, solo las repiten y se escuchan vacías, tristes, pero muy agresivas a el entorno, y los que no pensamos igual que esos, pues somos los problemas que esos quieren desterrar e incluso matar, lo que es delicado y peligroso, porque da la estúpida casualidad que les puede pasar lo mismo, y por los mismos motivos, aparte de que esos si tiene males que pagar y a pastos, pero callan por miedo, no por astucia.

Entonces los creyentes tenemos miedo de pagar las consecuencias de los pecados, pero los que no creen, se percibe que su capricho es la máxima ley y uno debe de obedecerlas, que por cierto no sé dónde está escrito eso, ni quien lo hizo.

¿En que ocupamos nuestra mente?, pensando que hay mentes brillantes y bondadosas que piensan en la humanidad, o al menos eso pensaba y creía, lo que en la cruda realidad es totalmente diferente y despiadado, en su mayoría, respetando a los posibles que sean buenos según ellos mismos, más que la aceptación y reconocimiento de la sociedad. Agregue drogas a las ideas algo fuera de lugar, pues las potencializa y repercuten en agresión a los demás, y se nota la violencia a las mujeres, que, por cierto, es un mal que se debe de erradicar, por necesidad de la sociedad misma y salud de las familias y la humanidad.Sumando los abusos y sexuales y violaciones, que cual cáncer daña el tejido familiar y social, incluyendo el político, que por las relaciones se alcanzan metas y chambas, pero hoy con la diversidad de preferencias e igualdades de sexos, es una mezcla explosiva y diluyente de la sociedad, o demuestre lo contrario por favor, me gustaría saberlo. Pero los valores religiosos han sido por siglos algunos muy benéficos para el convivir humano, y sin ellos, entonces ¿cuál sería el rango de normas que seguir y respetar?

Esto no es opinar sobre la libertad de creencias y libertad de culto, en lo absoluto, porque en esta pandemia es muy importante tener algún tipo de meta o creencia, no como lo mismo o igual, sino que es lo que hacemos por usar el tiempo, y trabajar en uno mismo, y convivir a la vez con los vecinos y familia, lo que es en una llamada sociedad, y que actualmente se nota este vacío, y soledad de las personas, lo que ha llevado a el abuso de drogas y alcohol, incluyendo problemas sexuales que dañan a los demás, adultos y menores de edad, con las repercusiones en la edad adulta.

Pero por la ciencia en esto, los pensamientos científicos nos han llevado a que muchos no ceamos en la religión, más en la tecnología y la ciencia y que no hay nada después de la vida y todo a capricho y sin saber de pecados o daños y las consecuencias de realizarlos.

Pero el tema es que tenemos en mente como personas en sociedad, no es hablar de derechos ni de tocarlos, pero como sociología, se puede analizar porque estamos en una ciudad, pueblo, ranchería o caserío, y las estadísticas de violencia y delitos cometidos así como los expedientes que resuelve el Estado de Derecho, por esos motivos, nos permiten analizarlo, peor, es más, como parte metida en esto, como ciudadano, ya sea delinquiendo o victima según la circunstancia de los hechos, y que todos podemos ser capaces de realizarlos, siendo de supuesta alcurnia o marginado de la sociedad.

Pero si el pensamiento es muy científico, es claro que el pensamiento científico es corto para ver la realidad de nuestro entorno, incluyendo una individualidad casi omnipotente como semidiós pagano, que nadie debemos de osar llevarles la contra porque se ofenden, y enojados aparte de traicioneros, pues puro veneno, peor que uno en boca de esos vivillos.

Pero ¿existe Dios?, al menos para mí, si, y su grandeza y poder de dar vida me consta, pero me topo o choco con cerebrillos muy desenrollados que leen muchas letras, las memorizan, pero no las perciben o sienten, solo las repiten y se escuchan vacías, tristes, pero muy agresivas a el entorno, y los que no pensamos igual que esos, pues somos los problemas que esos quieren desterrar e incluso matar, lo que es delicado y peligroso, porque da la estúpida casualidad que les puede pasar lo mismo, y por los mismos motivos, aparte de que esos si tiene males que pagar y a pastos, pero callan por miedo, no por astucia.

Entonces los creyentes tenemos miedo de pagar las consecuencias de los pecados, pero los que no creen, se percibe que su capricho es la máxima ley y uno debe de obedecerlas, que por cierto no sé dónde está escrito eso, ni quien lo hizo.

¿En que ocupamos nuestra mente?, pensando que hay mentes brillantes y bondadosas que piensan en la humanidad, o al menos eso pensaba y creía, lo que en la cruda realidad es totalmente diferente y despiadado, en su mayoría, respetando a los posibles que sean buenos según ellos mismos, más que la aceptación y reconocimiento de la sociedad. Agregue drogas a las ideas algo fuera de lugar, pues las potencializa y repercuten en agresión a los demás, y se nota la violencia a las mujeres, que, por cierto, es un mal que se debe de erradicar, por necesidad de la sociedad misma y salud de las familias y la humanidad.Sumando los abusos y sexuales y violaciones, que cual cáncer daña el tejido familiar y social, incluyendo el político, que por las relaciones se alcanzan metas y chambas, pero hoy con la diversidad de preferencias e igualdades de sexos, es una mezcla explosiva y diluyente de la sociedad, o demuestre lo contrario por favor, me gustaría saberlo. Pero los valores religiosos han sido por siglos algunos muy benéficos para el convivir humano, y sin ellos, entonces ¿cuál sería el rango de normas que seguir y respetar?