/ lunes 25 de enero de 2021

Para acompañar de un café | Chapulines, líderes oportunistas y más

Se aproximan fechas importantes, para todos en general y todas, en general, y lo digo por separado, debido a los movimientos de los últimos días, y que reflejan actividad y dinamismo en estratos sociales poco difundidos y respetados, lo que indica que la sociedad está cimbrándose por un cambio, y en este aspecto, es el derecho de votar y ser votado el que está en juego, como se dice, claro, sin serlo, pero la manera de referirse es esta.

Pero si analiza la situación, entonces los cambios tienen un trasfondo, más ridículo, es que exigen que uno no se fije en nada, calle y siga la procesión, aplauda y aguante como los mejores, y es la de toda la vida, nuestra vida.

En la revoltura, encontramos a conocidos de la infancia y otros no tanto, que suspiran por el poder de disponer y agarrar, lo que, según la idiosincrasia del mexicano, es lo más inteligente, cosa que estoy de acuerdo, ya que, de lo contrario, dirían que está uno loco, pero el ratero, no, es más, es un brillante grillo, abnegado constructor de su propio capital, surtido del de todos.

Encontrando que muchos listos, capaces e inteligentes, cambian de partido y de colores de todo, según les convenga, cosa que también estoy de acuerdo, pero hay personas que, si se fijan en este chanchullo, y alertan a otros que se dicen importantes en la política, lo que se llama de ahí en adelante política, o reglas del juego, algunas no escritas, pero sabidas y respetadas por los integrantes de los grupúsculos de poder, ya que las mayorías son masa informe y dirigible según se convenga.

Lo que se requieren para esto, son la existencia de líderes, que la gente conozca y sepa más o menos sus alcances, y es por obvias razones, nuestros destinos y dineros van con ello, aunque solo les interese nuestro dinero mas no las personas, y la manera de administrarlos, claro que nos afecta a todos, por parejo, metidos o no, es sabido, y al despersonalizarse y que sean tratados como dioses paganos, destruyen, y ¿de qué manera?, a no dejar nada.

Es decir, no son congruentes con nada moral, religioso, político, social, pero tratándose de dinero, se camuflagean al 100, ahí si es otra historia, pero bien tramada, casi real, que hasta ellos mismos se la creen y si alguien duda, pues a quitarlo de en medio, estorba, es problemático.

Se quedaron solos, ya que empezaron a correr a todos, a denigrarlos, hasta alejarlos, pero lo cruel del asunto, es que se quedaron solitos, y amenazando a los demás para que votaran por su equipo, lo que, por lógica, pues no ha sido así, tristemente no se han dado cuenta que cansaron al pueblo, y eso es un error, pero de costo muy alto, se acaban las costumbres, sistema, orden, y se transformó en un páramo, seco, triste, la tierra del más fuerte, lleno de corderitos, hermosos, dóciles, sin rumbo ni sueños, solo trabajar para los más inútiles.

Chapulines y oportunistas, estamos llenos, pero el colmo, de que digan una cosa como digan otra, no tiene madre.


VICTOR SANTINI REZA


Se aproximan fechas importantes, para todos en general y todas, en general, y lo digo por separado, debido a los movimientos de los últimos días, y que reflejan actividad y dinamismo en estratos sociales poco difundidos y respetados, lo que indica que la sociedad está cimbrándose por un cambio, y en este aspecto, es el derecho de votar y ser votado el que está en juego, como se dice, claro, sin serlo, pero la manera de referirse es esta.

Pero si analiza la situación, entonces los cambios tienen un trasfondo, más ridículo, es que exigen que uno no se fije en nada, calle y siga la procesión, aplauda y aguante como los mejores, y es la de toda la vida, nuestra vida.

En la revoltura, encontramos a conocidos de la infancia y otros no tanto, que suspiran por el poder de disponer y agarrar, lo que, según la idiosincrasia del mexicano, es lo más inteligente, cosa que estoy de acuerdo, ya que, de lo contrario, dirían que está uno loco, pero el ratero, no, es más, es un brillante grillo, abnegado constructor de su propio capital, surtido del de todos.

Encontrando que muchos listos, capaces e inteligentes, cambian de partido y de colores de todo, según les convenga, cosa que también estoy de acuerdo, pero hay personas que, si se fijan en este chanchullo, y alertan a otros que se dicen importantes en la política, lo que se llama de ahí en adelante política, o reglas del juego, algunas no escritas, pero sabidas y respetadas por los integrantes de los grupúsculos de poder, ya que las mayorías son masa informe y dirigible según se convenga.

Lo que se requieren para esto, son la existencia de líderes, que la gente conozca y sepa más o menos sus alcances, y es por obvias razones, nuestros destinos y dineros van con ello, aunque solo les interese nuestro dinero mas no las personas, y la manera de administrarlos, claro que nos afecta a todos, por parejo, metidos o no, es sabido, y al despersonalizarse y que sean tratados como dioses paganos, destruyen, y ¿de qué manera?, a no dejar nada.

Es decir, no son congruentes con nada moral, religioso, político, social, pero tratándose de dinero, se camuflagean al 100, ahí si es otra historia, pero bien tramada, casi real, que hasta ellos mismos se la creen y si alguien duda, pues a quitarlo de en medio, estorba, es problemático.

Se quedaron solos, ya que empezaron a correr a todos, a denigrarlos, hasta alejarlos, pero lo cruel del asunto, es que se quedaron solitos, y amenazando a los demás para que votaran por su equipo, lo que, por lógica, pues no ha sido así, tristemente no se han dado cuenta que cansaron al pueblo, y eso es un error, pero de costo muy alto, se acaban las costumbres, sistema, orden, y se transformó en un páramo, seco, triste, la tierra del más fuerte, lleno de corderitos, hermosos, dóciles, sin rumbo ni sueños, solo trabajar para los más inútiles.

Chapulines y oportunistas, estamos llenos, pero el colmo, de que digan una cosa como digan otra, no tiene madre.


VICTOR SANTINI REZA