/ jueves 11 de junio de 2020

México Rojo

El simbolismo del color rojo es muy versátil, nos puede llevar a aspectos negativos relacionados con

el odio, la agresividad, los excesos y el peligro, a hechos vinculados con la sangre, como la violencia

o la muerte. Pero también evoca aspectos positivos como la pasión, el amor, la energía, la

prosperidad y la felicidad.

El rojo es uno de los colores de nuestra bandera, con él se hace alusión a la sangre derramada por

los héroes, que lucharon por la independencia de este majestuoso país, por aquellos que ofrecieron

su vida y tiñeron de rojo la tierra para tener patria y libertad.

Hoy el mapa de México se muestra en su totalidad en color rojo, de acuerdo a la semaforización

diseñada para dar seguimiento a la pandemia, que deambula sin aparente control dentro de

nuestras fronteras y fuera de ellas.

El rojo nos indica una señal de alarma, de preocupación; los pronósticos han ido cambiando de

forma constante y desafortunadamente siempre a la alza, lejos de avistarse una posible conclusión

de esta historia de enfermedad, confinamiento y muerte, parece que aún quedan muchos capítulos

por escribir y que está muy distante un punto final en esta historia generada por la pandemia.

Las calles de las grandes ciudades, los caminos polvorientos de los pueblos y pequeñas

comunidades, hoy continúan tiñéndose de rojo, el olor a muerte está en todos los rincones de nuestro

país, la vida como lo expresara el gran José Alfredo Jiménez, “no vale nada”, la violencia ha

superado a la razón, la lucha es por el interés particular no por el bien común.

En términos económicos el color no es diferente los números se muestran con un rojo intenso, el

crecimiento económico anda volando bajo y las finanzas de los comerciantes, empresarios y de los

ciudadanos en general no son la excepción.

En otros aspectos como el educativo, social, laboral, de salud y más, el color rojo continúa

predominando, incluso en el aspecto emocional los sueños y los ánimos se ven limitados por el

semáforo que lejos de estar en verde o por lo menos en amarillo, pareciera que se ha perpetuado en

un rojo que limita y desespera.

Pero el rojo también es sinónimo de Alto, dicen los que bien saben, que en los momentos más

difíciles es cuando realmente se conoce el valor de una persona, de un pueblo o de un país en su

conjunto, hoy todos los hijos de esta gran nación enfrentamos quizás uno de los retos más grandes

de nuestro paso por esta vida, es el momento para que el rojo de nuestra sangre se vuelva más

intenso y con ello nos llene de una energía renovada, que nos permita reaccionar para reinventarnos,

que nos permita ser mejores seres humanos, que nuestros valores tomen una nueva dimensión y

que sigamos construyendo un país con un blanco de esperanza, un verde de unidad y un rojo de

lucha, de paz y de prosperidad.

Que México se pinte de rojo por sus aspectos positivos…

El simbolismo del color rojo es muy versátil, nos puede llevar a aspectos negativos relacionados con

el odio, la agresividad, los excesos y el peligro, a hechos vinculados con la sangre, como la violencia

o la muerte. Pero también evoca aspectos positivos como la pasión, el amor, la energía, la

prosperidad y la felicidad.

El rojo es uno de los colores de nuestra bandera, con él se hace alusión a la sangre derramada por

los héroes, que lucharon por la independencia de este majestuoso país, por aquellos que ofrecieron

su vida y tiñeron de rojo la tierra para tener patria y libertad.

Hoy el mapa de México se muestra en su totalidad en color rojo, de acuerdo a la semaforización

diseñada para dar seguimiento a la pandemia, que deambula sin aparente control dentro de

nuestras fronteras y fuera de ellas.

El rojo nos indica una señal de alarma, de preocupación; los pronósticos han ido cambiando de

forma constante y desafortunadamente siempre a la alza, lejos de avistarse una posible conclusión

de esta historia de enfermedad, confinamiento y muerte, parece que aún quedan muchos capítulos

por escribir y que está muy distante un punto final en esta historia generada por la pandemia.

Las calles de las grandes ciudades, los caminos polvorientos de los pueblos y pequeñas

comunidades, hoy continúan tiñéndose de rojo, el olor a muerte está en todos los rincones de nuestro

país, la vida como lo expresara el gran José Alfredo Jiménez, “no vale nada”, la violencia ha

superado a la razón, la lucha es por el interés particular no por el bien común.

En términos económicos el color no es diferente los números se muestran con un rojo intenso, el

crecimiento económico anda volando bajo y las finanzas de los comerciantes, empresarios y de los

ciudadanos en general no son la excepción.

En otros aspectos como el educativo, social, laboral, de salud y más, el color rojo continúa

predominando, incluso en el aspecto emocional los sueños y los ánimos se ven limitados por el

semáforo que lejos de estar en verde o por lo menos en amarillo, pareciera que se ha perpetuado en

un rojo que limita y desespera.

Pero el rojo también es sinónimo de Alto, dicen los que bien saben, que en los momentos más

difíciles es cuando realmente se conoce el valor de una persona, de un pueblo o de un país en su

conjunto, hoy todos los hijos de esta gran nación enfrentamos quizás uno de los retos más grandes

de nuestro paso por esta vida, es el momento para que el rojo de nuestra sangre se vuelva más

intenso y con ello nos llene de una energía renovada, que nos permita reaccionar para reinventarnos,

que nos permita ser mejores seres humanos, que nuestros valores tomen una nueva dimensión y

que sigamos construyendo un país con un blanco de esperanza, un verde de unidad y un rojo de

lucha, de paz y de prosperidad.

Que México se pinte de rojo por sus aspectos positivos…