Tenemos en el poder a un personaje buenísimo para hacer show de televisión. El presidente Lozoya debería considerar ser actor de televisa o alguna serie de NETFLIX. Sin duda nos ha conquistado con su galantería y publicidad, con sus comidas informativas y con sus eventos tan atractivos, hacer carnitas asadas, sobre vuela y surca los cielos para apoyar a los pueblos, es todo un héroe al estilo Hollywood. Lo que no es Alfredo Lozoya es un presidente municipal, sus ausencias continuas de sus funciones no permiten aducir que es el quien gobierna.
El gobierno independiente tiene muy buena producción pero muy pobre desempeño. No ha sido capaz de nada. Ni obra pública, ni manejar adecuadamente la económica municipal, ni la protección en salud. Se derrocha dinero en el discurso y en el pago a medios y la hechura de su comunicación y en la construcción de la imagen.
La ciudad de Parral experimenta un abandono de la autoridad y solo el impulso de los aleccionados, de aquellos que defienden su coto de poder.
Hoy hay más presencia del presidente municipal en Juárez y Chihuahua que en Parral, esto debido a que busca su siguiente espacio y al municipio y la gente de Parral los ha olvidado. Ya está buscando quien será el siguiente propietario de la tiendita o al menos su administrador. Porque aun y cuando Parral ya no es objeto de sus intereses si sigue representando su asidero de recursos.
Este amo de la televisión y el rating tiene fincados en Parral todos sus negocios; es amo y señor de la basura, el alumbrado, el pavimento y la obra civil. Nuestro actor favorito no ha dicho en sus anuncios que el suyo es un gobierno que no mete la mano en el cajón, y eso es claro, ¿para qué meter la mano al cajón, si el cajón está vacío? Todo el recurso municipal cae directo en su cajón. La presidencia municipal es negocio de los más cercanos a Alfredo el actor, Lozoya. Es el magnate de las finanzas municipales y ha dejado fuera a todo proveedor ajeno a sus intereses.
Es por eso que es importante la observación y la diferencia de puntos de vista, por ello es importante salir del esquema de publicidad y ser críticos ante el gobierno. Parral necesita que los ciudadanos demanden tener gobiernos que dirijan sus intereses a las necesidades del pueblo y no a las necesidades económicas ni proyectos personalísimos.
Nuestro actor de televisión deberá entender que el gobierno no es publicidad, es la responsabilidad más alta, pues toda una población recarga sobre los hombros de los funcionarios, lamentablemente el desentendimiento social y la ilusión de los mass media nos ha llevado a un escenario en el que creemos más en los anuncios de televisión que en los hechos y en el mundo que nos circunda.
Una nueva sociedad es necesaria para evitar tener de nuevo un actor de telenovela y no un presidente del municipio y sus necesidades.
