Los Valores

Los valores son las cualidades positivas que portamos naturalmente o conquistamos a lo largo de la vida. Pueden ser de mayor o menor valía según el contexto y la situación. Estos forman parte de las buenas conductas y de lo que vale la pena tener. En ése mismo sentido son más valiosos que las posesiones materiales, la belleza o el poder.

Para alcanzar la felicidad y la plenitud hay que tenerlos presentes y saber distinguir las oportunidades para practicarlos. También son el tesoro espiritual necesario para desplazarnos con más acierto en este mundo. Se les ha tratado de clasificar en algunos tipos como son:

Valores religiosos- humanos.-Abarcan desde el ámbito personal hasta el medioambiental; tenemos la integridad, la honestidad, el respeto, la decencia, la alegría, el optimismo, el entusiasmo, el dinamismo, la creatividad y emprendedurismo, la valentía, el coraje, el carácter, la fortaleza, el sacrificio o esfuerzo extraordinario para llevar adelante una acción sin importar lo difícil que sea; la sobriedad, el dominio propio, la sinceridad, la compasión, la caridad, la prudencia, el desprendimiento la magnanimidad, la generosidad, la objetividad, la responsabilidad, la dignidad, la autoestima, el cariño, el perdón; el deseo de superación, el trabajo y la constancia, la laboriosidad y el cuidado de la naturaleza entre más.

Valores Familiares.- El amor, la unidad, la hermandad, La lealtad, la coherencia.

Valores sociales y cívicos.- La participación, la solidaridad, el respeto al bien común, a la igualdad, a la justicia, a las autoridades, leyes e instituciones.

Valores democráticos o políticos.- El respeto a la diversidad, la tolerancia, la pluralidad, la igualdad de derecho, la comprensión política, la libertad de pensamientos.

Valores empresariales.- Visión, capacidad organizativa, economía, productividad, contribución.

Valores profesionales.- Educación, estudios, conocimientos, experiencia, cultura, puntualidad.

Valores culturales.- Realce a la pertenencia e identidad grupal o territorial.

El sentido moral o de valores se ha ido extinguiendo poco a poco a causa de los bombardeos ideológicos plagados de relativismo y antivalores como el egoísmo y la vanidad, que aunque no tienen igual permanencia, sí llevan a que cada quien esgrima una verdad propia como absoluta, perdiendo así la culpa, el arrepentimiento, el respeto y temor de DIOS.