/ miércoles 1 de abril de 2020

Lecciones de Teatro


Es lunes a las siete de la mañana, veo como se aproxima el camión de la basura al frente de mi casa. Sacó el bote lleno de los desechos que produjimos mi familia y yo. Coloco el bote en la acera, me alejo cuidando la distancia recomendada y espero a que los hombres que trabajan en la compañía de limpieza vacíen el bote.

Ellos hacen sus maniobras con los tambos y botes de la cuadra. La calle está desierta. Yo los observo detenidamente. Para el camión de la basura y sus tripulantes es un día de trabajo rutinario, solo que la rutina se ha vuelto peligrosa. La basura es un término que se relaciona con la material no deseado.

Sin embargo, hoy más que nunca cuando una pandemia acecha la salud pública a nivel mundial, con severas implicaciones económicas, la integridad física ha adquirido nuevas dimensiones.

Algunos, fuimos retirados de nuestras actividades normales para dar paso a un receso. En el caso de las escuelas se suspendieron labores de manera anticipada. Incluso estamos a la expectativa de la duración de este periodo de cuarentena y las medidas que el gobierno dicte con el propósito de salvaguardar el bienestar de la población.

Es entonces, que veo la calle solitaria, sin vehículos que circulen, sin transeúntes, la desolación se hace evidente. Solo el camión, con los tripulantes que hacen diversas maniobras. Reflexiono, sobre la vida, y recuerdo que el 27 de marzo fue día del teatro. He tomado algunas clases de teatro y actuación. Recuerdo de la importancia del trabajo en equipo para sostener un montaje. Lo necesario de la coordinación y el apoyo de las distintas actividades. Reconozco la importancia de las personas del servicio de limpieza.

En la vida como en el Teatro: No hay papel pequeño, no hay función menor. Mientras yo tengo la posibilidad de quedarme en casa, muchos otros salen a trabajar. Médicos, enfermeras, personal de limpieza en hospitales, tienen una labor crucial. Hoy reconozco su labor, la de todos los que contribuyen y ofrecen sus afanes diarios. El arte, en particular el teatro me enseñó que un espectáculo se sostiene mediante el trabajo en equipo. Gracias, gracias a todos.

La función tiene que continuar. También es momento de revisar los libretos, memorizarlos, construir el personaje que protagoniza nuestra vida y eso requiere tiempo y tranquilidad. Es necesario aquietar la mente, para organizar nuestras ideas. Recuerde la fortuna que tenemos por estar vivos, mantengamos la fe y la esperanza.



Es lunes a las siete de la mañana, veo como se aproxima el camión de la basura al frente de mi casa. Sacó el bote lleno de los desechos que produjimos mi familia y yo. Coloco el bote en la acera, me alejo cuidando la distancia recomendada y espero a que los hombres que trabajan en la compañía de limpieza vacíen el bote.

Ellos hacen sus maniobras con los tambos y botes de la cuadra. La calle está desierta. Yo los observo detenidamente. Para el camión de la basura y sus tripulantes es un día de trabajo rutinario, solo que la rutina se ha vuelto peligrosa. La basura es un término que se relaciona con la material no deseado.

Sin embargo, hoy más que nunca cuando una pandemia acecha la salud pública a nivel mundial, con severas implicaciones económicas, la integridad física ha adquirido nuevas dimensiones.

Algunos, fuimos retirados de nuestras actividades normales para dar paso a un receso. En el caso de las escuelas se suspendieron labores de manera anticipada. Incluso estamos a la expectativa de la duración de este periodo de cuarentena y las medidas que el gobierno dicte con el propósito de salvaguardar el bienestar de la población.

Es entonces, que veo la calle solitaria, sin vehículos que circulen, sin transeúntes, la desolación se hace evidente. Solo el camión, con los tripulantes que hacen diversas maniobras. Reflexiono, sobre la vida, y recuerdo que el 27 de marzo fue día del teatro. He tomado algunas clases de teatro y actuación. Recuerdo de la importancia del trabajo en equipo para sostener un montaje. Lo necesario de la coordinación y el apoyo de las distintas actividades. Reconozco la importancia de las personas del servicio de limpieza.

En la vida como en el Teatro: No hay papel pequeño, no hay función menor. Mientras yo tengo la posibilidad de quedarme en casa, muchos otros salen a trabajar. Médicos, enfermeras, personal de limpieza en hospitales, tienen una labor crucial. Hoy reconozco su labor, la de todos los que contribuyen y ofrecen sus afanes diarios. El arte, en particular el teatro me enseñó que un espectáculo se sostiene mediante el trabajo en equipo. Gracias, gracias a todos.

La función tiene que continuar. También es momento de revisar los libretos, memorizarlos, construir el personaje que protagoniza nuestra vida y eso requiere tiempo y tranquilidad. Es necesario aquietar la mente, para organizar nuestras ideas. Recuerde la fortuna que tenemos por estar vivos, mantengamos la fe y la esperanza.