/ jueves 23 de mayo de 2019

La oportunidad de ser estudiante y disfrutar de esta etapa

Cuando se es joven se olvida con facilidad el por qué se asiste a la escuela; algunos recordamos que íbamos a ella porque nuestros padres nos mandaban, acudíamos contentos porque queríamos ver a nuestros amigos/as, o porque teníamos el deber de ir, pocos realmente estábamos ahí con plena conciencia de la oportunidad que teníamos de prepararnos para el futuro; de pronto ese futuro se convierte en nuestro presente y es cuando tomamos conciencia de lo importante que fue la etapa de ser estudiante.

Alguien podría alegar y tendría razón al decir que siendo adolescentes confundíamos las cosas, pero tal vez eso se debía a la falta de madurez que se adquiere sólo con el transcurso de los años; si algo debe quedar bien claro en nuestro cerebro es que no hay imposibles: puedes ser lo que quieras, grande o pequeño, pero como quieras.

Todo empieza en la imaginación, imagina que eres el mejor y lo serás, imagina que puedes y podrás, pero tienes que acompañar tu pensamiento con la acción, de lo contrario no pasarás de ser un soñador, tienes un horizonte lleno de posibilidades, no desaproveches esta oportunidad que la vida te da.

La época de ser estudiante es una de las mejores del ser humano, ya que ésta se envuelve de relaciones personales que rara vez llegan o permanecen en otras etapas de nuestra vida, aun así, es en esta etapa cuando todo se ve de manera fácil y mientras unos toman la etapa de estudiante de manera responsable, otros más lo toman a la ligera.

Lo que nuestros padres y adultos siempre nos dijeron, y lo que ahora nos toca aconsejar a un estudiante es que no hay nada mejor como mejorar los hábitos de estudio, motivación y organización para mejorar la calidad del aprendizaje en la escuela, sin importar si se está comenzando un nuevo año escolar, puedes usar el motivarte a ti mismo para desarrollar los hábitos que te harán un buen estudiante, ¿De qué te va a servir en tu vida profesional haber pasado con buenas calificaciones todas las materias si en ellas no aprendiste nada o casi nada?, ¿De verdad crees que nadie se dará cuenta que optaste durante toda la carrera por el camino más fácil, cuando tengas que demostrar tus conocimientos en el mundo profesional?.

La meta principal de todo buen estudiante debe ser aprender. Una meta secundaria e instrumental es sacar buenas calificaciones, no todo lo que se debe aprender se enseña en el salón de clases, ni se encuentra en los apuntes que se puedan ir tomando.

Hay que buscar más allá y aprovechar cada uno de los recursos que tienes a tu alcance, que sin duda son muchos en la actualidad, los apuntes no son el fin del camino en la ruta del aprendizaje, sino su inicio.

Ningún estudiante que aspire a desarrollar un nivel de excelencia debe confiarse de que unos apuntes contengan todo el conocimiento sobre una materia, ni siquiera todo el conocimiento relevante, los buenos estudiantes no son necesariamente siempre los más inteligentes; en cambio, son los que tienen unos pocos atributos básicos que les permite dedicarse totalmente a la tarea de aprender, ser un buen estudiante no significa ser siempre inteligente y tener todas las respuestas, en cambio, significa estar abierto a las preguntas y buscar maneras de mejorar, participar entusiasmados en las actividades de clase y pedir más información sobre los temas.

Disfruta pues estudiante de esta tu etapa y no olvides que en un futuro recordaras los bellos e inquietantes momentos que pasaste dentro de una Institución Escolar. El éxito te espera. ¡Adelante!

Donde hay educación no hay distinción de clases.” (Confucio.)


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Cuando se es joven se olvida con facilidad el por qué se asiste a la escuela; algunos recordamos que íbamos a ella porque nuestros padres nos mandaban, acudíamos contentos porque queríamos ver a nuestros amigos/as, o porque teníamos el deber de ir, pocos realmente estábamos ahí con plena conciencia de la oportunidad que teníamos de prepararnos para el futuro; de pronto ese futuro se convierte en nuestro presente y es cuando tomamos conciencia de lo importante que fue la etapa de ser estudiante.

Alguien podría alegar y tendría razón al decir que siendo adolescentes confundíamos las cosas, pero tal vez eso se debía a la falta de madurez que se adquiere sólo con el transcurso de los años; si algo debe quedar bien claro en nuestro cerebro es que no hay imposibles: puedes ser lo que quieras, grande o pequeño, pero como quieras.

Todo empieza en la imaginación, imagina que eres el mejor y lo serás, imagina que puedes y podrás, pero tienes que acompañar tu pensamiento con la acción, de lo contrario no pasarás de ser un soñador, tienes un horizonte lleno de posibilidades, no desaproveches esta oportunidad que la vida te da.

La época de ser estudiante es una de las mejores del ser humano, ya que ésta se envuelve de relaciones personales que rara vez llegan o permanecen en otras etapas de nuestra vida, aun así, es en esta etapa cuando todo se ve de manera fácil y mientras unos toman la etapa de estudiante de manera responsable, otros más lo toman a la ligera.

Lo que nuestros padres y adultos siempre nos dijeron, y lo que ahora nos toca aconsejar a un estudiante es que no hay nada mejor como mejorar los hábitos de estudio, motivación y organización para mejorar la calidad del aprendizaje en la escuela, sin importar si se está comenzando un nuevo año escolar, puedes usar el motivarte a ti mismo para desarrollar los hábitos que te harán un buen estudiante, ¿De qué te va a servir en tu vida profesional haber pasado con buenas calificaciones todas las materias si en ellas no aprendiste nada o casi nada?, ¿De verdad crees que nadie se dará cuenta que optaste durante toda la carrera por el camino más fácil, cuando tengas que demostrar tus conocimientos en el mundo profesional?.

La meta principal de todo buen estudiante debe ser aprender. Una meta secundaria e instrumental es sacar buenas calificaciones, no todo lo que se debe aprender se enseña en el salón de clases, ni se encuentra en los apuntes que se puedan ir tomando.

Hay que buscar más allá y aprovechar cada uno de los recursos que tienes a tu alcance, que sin duda son muchos en la actualidad, los apuntes no son el fin del camino en la ruta del aprendizaje, sino su inicio.

Ningún estudiante que aspire a desarrollar un nivel de excelencia debe confiarse de que unos apuntes contengan todo el conocimiento sobre una materia, ni siquiera todo el conocimiento relevante, los buenos estudiantes no son necesariamente siempre los más inteligentes; en cambio, son los que tienen unos pocos atributos básicos que les permite dedicarse totalmente a la tarea de aprender, ser un buen estudiante no significa ser siempre inteligente y tener todas las respuestas, en cambio, significa estar abierto a las preguntas y buscar maneras de mejorar, participar entusiasmados en las actividades de clase y pedir más información sobre los temas.

Disfruta pues estudiante de esta tu etapa y no olvides que en un futuro recordaras los bellos e inquietantes momentos que pasaste dentro de una Institución Escolar. El éxito te espera. ¡Adelante!

Donde hay educación no hay distinción de clases.” (Confucio.)


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