/ sábado 22 de diciembre de 2018

Justicia y brazos ejecutores

“La CEDH destaca en su informe anual, que con el 33.3% de las quejas (413) la FGE Fiscalía General del Estado encabeza el rubro del total de quejas (1269) presentadas a la instancia pública derecho-humanista en este año que agoniza. Le siguen, la Secretaría de Educación y Deporte con 243, el Ayuntamiento de Cd Juárez con 112, sin dejar de figurar la Dirección de Seguridad Pública local con 108; siendo los principales motivos en ese orden: detención arbitraria, uso excesivo de la fuerza pública, intimidación, lesiones, violación a la propiedad o posesión”.

Fundada importancia tiene por ello, el trabajo que, desde hace más de 2 años, desarrollan las más de 300 organizaciones y personas en lo individual que integran el colectivo #FiscalíaQueSirva, intentando construir una institución eficaz, autónoma e independiente a la altura de la grave crisis de derechos humanos que padece este país. Pese a que las oscuras fuerzas políticas del anterior congreso negaron siempre la posibilidad de avanzar en la ruta de transformar la procuración de justicia, las víctimas de la impunidad siguen siendo el centro de la obra para construir el diagnóstico y las diversas propuestas técnicas para instaurar los cambios constitucionales y legales requeridos para transformar el sistema de procuración de justicia. La situación cambió radicalmente pasado el proceso electoral del 2 de julio, pues con los legisladores electos e integrantes del actual gobierno, se ampliaron las posibilidades.

De 15 mesas de trabajo participaron la #FiscalíaQueSirva; #VamosPorMás, el CIDE y el Instituto de investigaciones Jurídicas de la UNAM, surgió un proyecto de Ley orgánica presentado formalmente al senado en septiembre; recogió e grueso de propuestas de Ley; sin ignorar a un tiempo, las limitaciones para construir la institución autónoma bajo el texto constitucional vigente; hubo cuerdo en la necesaria reforma al artículo 102 Constitucional y los siguientes: 19 transitorio, que elimina el pase automático de servidores de PGR a FGR. Transición del personal basado en criterios de selección de objetivos. 21, sobre el no sometimiento de la justicia a políticas de seguridad (#seguridadSinGuerra). 73 y 116; que hablan de la responsabilidad y coordinación entre autoridades. 76; sobre la responsabilidad y coordinación entre autoridades. 89, para que el presidente no esté facultado para remover al Fiscal General. 102, sobre perfil y nombramientos, en base a criterios que garanticen autonomía; reglamentar el sistema de competencia; crear una comisión de designación y Consejo de la Fiscalía; criterios para remover al fiscal; fiscalía de DH; derecho ciudadano a impugnar designaciones, entre otros. El 116, sobre las procuradurías estatales autónomas y eficientes; 123 sobre el servicio profesional de carrera.

Hablando de los brazos ejecutores de la justicia, creo que a muy pocos sorprende que México y sus llamados cuerpos de seguridad aparezcan en la lista de las diez peores policías del mundo. Además de elementos de prueba y datos confirmantes, nos indigna que no se equivoque nuestra percepción. Es sólo cuestión de observar la lista y darnos cuenta con quien se compara a las corporaciones policiales para dimensionar la grave situación y eso que la gran mayoría han sido capacitadas y certificadas por la Commission on acreditation for law enforcement (CALEA). Ahora serán depuradas y en vez de militarizarla, el nuevo gobierno, estimulará y capacitará a los guardianes del orden.

Nos consideramos una sociedad moderna, avanzada, con nuevas formas delictivas. En una policía moderna encontramos perfiles específicos dependiendo de la unidad operativa; no todos reúnen el mismo perfil. La especialización hace que las formas de investigar o actuar sean distintas. Los hay, de operativos, académicos, sociales o de proximidad; investigadores de accidentes; observadores e intuitivos. Otros buscan en el uniforme objetivos de venganza, prepotencia, valoración, etc. Raro, pero existe el ideal; aquel que ingresa por vocación policial. De su forma de ser y actuar depende la seguridad de todos. En época primitiva su perfil psicológico era igual al de los delincuentes. De hecho, ser policía empatiza mucho ponerse en la piel del delincuente y predecir sus movimientos, su forma de delinquir. Un delincuente podría ser un buen policía, si conociendo las formas, se anticipa al delito.

“La CEDH destaca en su informe anual, que con el 33.3% de las quejas (413) la FGE Fiscalía General del Estado encabeza el rubro del total de quejas (1269) presentadas a la instancia pública derecho-humanista en este año que agoniza. Le siguen, la Secretaría de Educación y Deporte con 243, el Ayuntamiento de Cd Juárez con 112, sin dejar de figurar la Dirección de Seguridad Pública local con 108; siendo los principales motivos en ese orden: detención arbitraria, uso excesivo de la fuerza pública, intimidación, lesiones, violación a la propiedad o posesión”.

Fundada importancia tiene por ello, el trabajo que, desde hace más de 2 años, desarrollan las más de 300 organizaciones y personas en lo individual que integran el colectivo #FiscalíaQueSirva, intentando construir una institución eficaz, autónoma e independiente a la altura de la grave crisis de derechos humanos que padece este país. Pese a que las oscuras fuerzas políticas del anterior congreso negaron siempre la posibilidad de avanzar en la ruta de transformar la procuración de justicia, las víctimas de la impunidad siguen siendo el centro de la obra para construir el diagnóstico y las diversas propuestas técnicas para instaurar los cambios constitucionales y legales requeridos para transformar el sistema de procuración de justicia. La situación cambió radicalmente pasado el proceso electoral del 2 de julio, pues con los legisladores electos e integrantes del actual gobierno, se ampliaron las posibilidades.

De 15 mesas de trabajo participaron la #FiscalíaQueSirva; #VamosPorMás, el CIDE y el Instituto de investigaciones Jurídicas de la UNAM, surgió un proyecto de Ley orgánica presentado formalmente al senado en septiembre; recogió e grueso de propuestas de Ley; sin ignorar a un tiempo, las limitaciones para construir la institución autónoma bajo el texto constitucional vigente; hubo cuerdo en la necesaria reforma al artículo 102 Constitucional y los siguientes: 19 transitorio, que elimina el pase automático de servidores de PGR a FGR. Transición del personal basado en criterios de selección de objetivos. 21, sobre el no sometimiento de la justicia a políticas de seguridad (#seguridadSinGuerra). 73 y 116; que hablan de la responsabilidad y coordinación entre autoridades. 76; sobre la responsabilidad y coordinación entre autoridades. 89, para que el presidente no esté facultado para remover al Fiscal General. 102, sobre perfil y nombramientos, en base a criterios que garanticen autonomía; reglamentar el sistema de competencia; crear una comisión de designación y Consejo de la Fiscalía; criterios para remover al fiscal; fiscalía de DH; derecho ciudadano a impugnar designaciones, entre otros. El 116, sobre las procuradurías estatales autónomas y eficientes; 123 sobre el servicio profesional de carrera.

Hablando de los brazos ejecutores de la justicia, creo que a muy pocos sorprende que México y sus llamados cuerpos de seguridad aparezcan en la lista de las diez peores policías del mundo. Además de elementos de prueba y datos confirmantes, nos indigna que no se equivoque nuestra percepción. Es sólo cuestión de observar la lista y darnos cuenta con quien se compara a las corporaciones policiales para dimensionar la grave situación y eso que la gran mayoría han sido capacitadas y certificadas por la Commission on acreditation for law enforcement (CALEA). Ahora serán depuradas y en vez de militarizarla, el nuevo gobierno, estimulará y capacitará a los guardianes del orden.

Nos consideramos una sociedad moderna, avanzada, con nuevas formas delictivas. En una policía moderna encontramos perfiles específicos dependiendo de la unidad operativa; no todos reúnen el mismo perfil. La especialización hace que las formas de investigar o actuar sean distintas. Los hay, de operativos, académicos, sociales o de proximidad; investigadores de accidentes; observadores e intuitivos. Otros buscan en el uniforme objetivos de venganza, prepotencia, valoración, etc. Raro, pero existe el ideal; aquel que ingresa por vocación policial. De su forma de ser y actuar depende la seguridad de todos. En época primitiva su perfil psicológico era igual al de los delincuentes. De hecho, ser policía empatiza mucho ponerse en la piel del delincuente y predecir sus movimientos, su forma de delinquir. Un delincuente podría ser un buen policía, si conociendo las formas, se anticipa al delito.