/ miércoles 24 de julio de 2019

Julio me gusta hasta para morir

Pareciera que esta frase de “Julio me gusta para morir” de haber sido posible, la hubieran escogido algunos personajes que han tenido una mayor importancia en la historia de México, la muerte llegó en momentos y circunstancias muy diferentes a personajes como Porfirio Díaz (2-jul-1915), Valentín Gómez Farías (5-jul-1858), Adolfo de la Huerta (9-jul-1955), Álvaro Obregón (7-jul-1928), Benito Juárez García (18-jul-1872), Francisco Villa (20-jul-1923) y Miguel Hidalgo y Costilla (30.jul-1847).

A continuación se hace una breve reseña del momento y las circunstancias en las que estos personajes murieron.

Tras una dictadura de más de 30 años, el originario de Oaxaca Porfirio Díaz deja el poder en 1911, se exilia en París, donde 4 años después muere de una forma tranquila y sin sobresaltos, sus restos descansan en un panteón de Francia, esperando que en algún momento puedan ser regresados a su patria para poder encontrar la paz definitiva.

Nacido en Guadalajara, Valentín Gómez Farías fue presidente de México, su principal aportación fue haber liderado el proceso de la Primera Reforma Liberal, donde se abolió la pena de muerte y se decretó la libertad de prensa, entre varias más. Tras una enfermedad de tipo cardiaca murió en la ciudad de México y fue sepultado en el desaparecido panteón de Santa Paula.

Originario de Guaymas Sonora, Adolfo de la Huerta fue presidente de México por pocos meses, es reconocido como “el presidente de las manos limpias” debido al manejo civilizado de la política, su inclinación al diálogo y su honestidad a toda prueba, entre otras cosas logró que Zapatistas y Villistas depusieran las armas, falleció en la mayor modestia debido a causas naturales y su restos reposan en el panteón de San Joaquín.

Álvaro Obregón nació en Sonora, fue presidente de México de 1920 a 1924, su gobierno se destacó por continuar con la pasificación del país e iniciar con el reparto de las tierras. En 1928 se postuló y ganó la presidencia nuevamente, pero antes de asumir el cargo fue asesinado por un fanático religioso en la Ciudad de México. Con el asesinato de Obregón se marcó un punto de inflexión en la política mexicana, fue el último presidente que buscó la reelección.

De origen indígena Benito Juárez García (Benemérito de las Américas) nació en San Pablo Guelatao Oaxaca, fue presidente de México en varias ocasiones y es reconocido por haber consolidado la nación como república, marcó un parteaguas en la historia nacional, al contribuir al desarrollo del sistema político, promulgar la igualdad, encabezar por un amplio periodo la defensa de la república. Tras una afección cardiaca la muerte lo sorprendió en el mismo Palacio Nacional, desempeñando su cargo de Presidente de México.

Oriundo del estado de Durango, Francisco Villa fue uno de los jefes más importantes de la Revolución Mexicana, su aportación fue decisiva para derrotar el régimen que imperaba, en 1920 depuso las armas y se retiró a su Hacienda de Canutillo, en 1923 al transitar por las calles de Hidalgo del Parral, fue emboscado y asesinado. Con su muerte se marca el final de una era en la historia de México. Sus restos fueron velados en el Hotel Hidalgo y sepultados originalmente en el panteón de Dolores de Parral.

Y finalmente Miguel Hidalgo y Costilla quien nació en Pénjamo Guanajuato, es considerado el padre de la patria, su participación en la conspiración de Querétaro fue fundamental para convocar al pueblo a levantarse en armas y luchar por la independencia aquel 6 de septiembre de 1810. Después de ser traicionado fue capturado en Coahuila y trasladado a Chihuahua donde fue sometido a un doble juicio, eclesiástico y civil, como resultado fue expulsado del sacerdocio y condenado a muerte, fue fusilado en 1911, en lo que hoy es el palacio de Gobierno de Chihuahua.

Pareciera que esta frase de “Julio me gusta para morir” de haber sido posible, la hubieran escogido algunos personajes que han tenido una mayor importancia en la historia de México, la muerte llegó en momentos y circunstancias muy diferentes a personajes como Porfirio Díaz (2-jul-1915), Valentín Gómez Farías (5-jul-1858), Adolfo de la Huerta (9-jul-1955), Álvaro Obregón (7-jul-1928), Benito Juárez García (18-jul-1872), Francisco Villa (20-jul-1923) y Miguel Hidalgo y Costilla (30.jul-1847).

A continuación se hace una breve reseña del momento y las circunstancias en las que estos personajes murieron.

Tras una dictadura de más de 30 años, el originario de Oaxaca Porfirio Díaz deja el poder en 1911, se exilia en París, donde 4 años después muere de una forma tranquila y sin sobresaltos, sus restos descansan en un panteón de Francia, esperando que en algún momento puedan ser regresados a su patria para poder encontrar la paz definitiva.

Nacido en Guadalajara, Valentín Gómez Farías fue presidente de México, su principal aportación fue haber liderado el proceso de la Primera Reforma Liberal, donde se abolió la pena de muerte y se decretó la libertad de prensa, entre varias más. Tras una enfermedad de tipo cardiaca murió en la ciudad de México y fue sepultado en el desaparecido panteón de Santa Paula.

Originario de Guaymas Sonora, Adolfo de la Huerta fue presidente de México por pocos meses, es reconocido como “el presidente de las manos limpias” debido al manejo civilizado de la política, su inclinación al diálogo y su honestidad a toda prueba, entre otras cosas logró que Zapatistas y Villistas depusieran las armas, falleció en la mayor modestia debido a causas naturales y su restos reposan en el panteón de San Joaquín.

Álvaro Obregón nació en Sonora, fue presidente de México de 1920 a 1924, su gobierno se destacó por continuar con la pasificación del país e iniciar con el reparto de las tierras. En 1928 se postuló y ganó la presidencia nuevamente, pero antes de asumir el cargo fue asesinado por un fanático religioso en la Ciudad de México. Con el asesinato de Obregón se marcó un punto de inflexión en la política mexicana, fue el último presidente que buscó la reelección.

De origen indígena Benito Juárez García (Benemérito de las Américas) nació en San Pablo Guelatao Oaxaca, fue presidente de México en varias ocasiones y es reconocido por haber consolidado la nación como república, marcó un parteaguas en la historia nacional, al contribuir al desarrollo del sistema político, promulgar la igualdad, encabezar por un amplio periodo la defensa de la república. Tras una afección cardiaca la muerte lo sorprendió en el mismo Palacio Nacional, desempeñando su cargo de Presidente de México.

Oriundo del estado de Durango, Francisco Villa fue uno de los jefes más importantes de la Revolución Mexicana, su aportación fue decisiva para derrotar el régimen que imperaba, en 1920 depuso las armas y se retiró a su Hacienda de Canutillo, en 1923 al transitar por las calles de Hidalgo del Parral, fue emboscado y asesinado. Con su muerte se marca el final de una era en la historia de México. Sus restos fueron velados en el Hotel Hidalgo y sepultados originalmente en el panteón de Dolores de Parral.

Y finalmente Miguel Hidalgo y Costilla quien nació en Pénjamo Guanajuato, es considerado el padre de la patria, su participación en la conspiración de Querétaro fue fundamental para convocar al pueblo a levantarse en armas y luchar por la independencia aquel 6 de septiembre de 1810. Después de ser traicionado fue capturado en Coahuila y trasladado a Chihuahua donde fue sometido a un doble juicio, eclesiástico y civil, como resultado fue expulsado del sacerdocio y condenado a muerte, fue fusilado en 1911, en lo que hoy es el palacio de Gobierno de Chihuahua.