/ martes 27 de julio de 2021

Idealismo en una realidad | Plegarias al Señor por el agua recibida

Es menester agradecer al Señor nuestro Dios por el agua que nos ha mandado y que debido a ello hemos recuperado la esperanza y la alegría a la vida, principalmente nuestra gente del Agro, que ha vuelto a ver sus campos reverdecidos, sus siembras a salvo y disminuidas las amenazas de muerte de sus animales, ya que de momento, la tragedia de la sequía, que en momentos se veía venir con mayor intensidad, ha terminado.

Oh Dios todo poderoso de quien depende todo nuestro Ser, actividad y vida, concediste a nuestros campesinos la lluvia necesaria a fin de asegurar su sustento diario, para que puedan y podamos vivir con tranquilidad con los bienes eternos que el cielo nos regala gratuitamente. Señor, tu sabes que necesitamos la lluvia tanto como el aire, no nos abandones en estos momentos difíciles; te ofrecemos nuestros esfuerzos y sacrificios diarios, a causa de la crisis de salud por la pandemia que vivimos, y el dolor por la pérdida de nuestros seres queridos; te agradecemos la bendición de la esperanza para superar los males que nos aquejan, porque sólo tu Padre Nuestro, que hiciste todas las cosas del mundo que disfrutamos, puedes concedérnoslas de nuevo; porque sólo de tu mano podemos superar todo el mal con el bien, para volver a la felicidad que por años hemos vivido y que sólo tú nos puedes regresar; porque somos tus hijos y los hijos siempre esperan lo mejor de sus padres. Quizá no hemos comprendido verdaderamente que la vida que nos consagras a diario es la mayor demostración de tu amor y no somos capaces de ofrecerte en penitencias, en oración, ayuno y eucaristía, y en hacer el bien material y espiritual en favor de nuestros semejantes más necesitados.

Es hermoso poder ver el campo reverdecido, las presas recuperando su nivel, los pozos y las norias llenando de nuevo sus mantos friáticos para salir a dar vida a toda la existencia. Es en verdad un milagro admirar cómo los ríos recuperaron su caudal, aunque pequeño, cruzando los poblados y representando la alegría principalmente de quienes gustamos de estos paisajes de la naturaleza.

Considero que esta sequía que gracias al cielo hemos superado, es un llamado a la humanidad a cuidar nuestro planeta, a cuidar nuestros recursos naturales, porque de ellos depende nuestra vida, nuestro futuro como seres vivos; sin embargo no es el momento de triunfalismo, ya que aún no hemos logrado superar nuestras adversidades; es por lo pronto un mensaje de que frente a la adversidad, debemos tener la capacidad de reconocer la lección dura y tomarlo como la gran oportunidad que se nos brinda de aquilatar en toda su dimensión la bondad de nuestra naturaleza como lo es la lluvia y no olvidar la importancia de estar conectados con nuestro Ser divino a través de la oración y el agradecimiento.



Político / Activista social

Es menester agradecer al Señor nuestro Dios por el agua que nos ha mandado y que debido a ello hemos recuperado la esperanza y la alegría a la vida, principalmente nuestra gente del Agro, que ha vuelto a ver sus campos reverdecidos, sus siembras a salvo y disminuidas las amenazas de muerte de sus animales, ya que de momento, la tragedia de la sequía, que en momentos se veía venir con mayor intensidad, ha terminado.

Oh Dios todo poderoso de quien depende todo nuestro Ser, actividad y vida, concediste a nuestros campesinos la lluvia necesaria a fin de asegurar su sustento diario, para que puedan y podamos vivir con tranquilidad con los bienes eternos que el cielo nos regala gratuitamente. Señor, tu sabes que necesitamos la lluvia tanto como el aire, no nos abandones en estos momentos difíciles; te ofrecemos nuestros esfuerzos y sacrificios diarios, a causa de la crisis de salud por la pandemia que vivimos, y el dolor por la pérdida de nuestros seres queridos; te agradecemos la bendición de la esperanza para superar los males que nos aquejan, porque sólo tu Padre Nuestro, que hiciste todas las cosas del mundo que disfrutamos, puedes concedérnoslas de nuevo; porque sólo de tu mano podemos superar todo el mal con el bien, para volver a la felicidad que por años hemos vivido y que sólo tú nos puedes regresar; porque somos tus hijos y los hijos siempre esperan lo mejor de sus padres. Quizá no hemos comprendido verdaderamente que la vida que nos consagras a diario es la mayor demostración de tu amor y no somos capaces de ofrecerte en penitencias, en oración, ayuno y eucaristía, y en hacer el bien material y espiritual en favor de nuestros semejantes más necesitados.

Es hermoso poder ver el campo reverdecido, las presas recuperando su nivel, los pozos y las norias llenando de nuevo sus mantos friáticos para salir a dar vida a toda la existencia. Es en verdad un milagro admirar cómo los ríos recuperaron su caudal, aunque pequeño, cruzando los poblados y representando la alegría principalmente de quienes gustamos de estos paisajes de la naturaleza.

Considero que esta sequía que gracias al cielo hemos superado, es un llamado a la humanidad a cuidar nuestro planeta, a cuidar nuestros recursos naturales, porque de ellos depende nuestra vida, nuestro futuro como seres vivos; sin embargo no es el momento de triunfalismo, ya que aún no hemos logrado superar nuestras adversidades; es por lo pronto un mensaje de que frente a la adversidad, debemos tener la capacidad de reconocer la lección dura y tomarlo como la gran oportunidad que se nos brinda de aquilatar en toda su dimensión la bondad de nuestra naturaleza como lo es la lluvia y no olvidar la importancia de estar conectados con nuestro Ser divino a través de la oración y el agradecimiento.



Político / Activista social