/ martes 9 de agosto de 2022

Idealismo en una realidad | Parral y sus circunstancias históricas

La población de Parral, desde que fue originada por el descubrimiento de la mina La Negrita, por el Alférez Juan Rangel de Biesma, procedente de España y buscador de las riquezas de plata que abundaban en la región y después fundada por el Gobernador de la Nueva Vizcaya, quedó constituida como un pueblo minero en terrenos topográficamente difíciles, agrestes, con arroyos quebradizos entre lomas y cerros. La ciudad de Real de Minas de San Joseph del Parral, hoy conocida como ciudad de Hidalgo del Parral, fue creciendo en población y extensión territorial y pese a su crecimiento y modernización, aún podemos recordar su conformación en sus diferentes épocas.

Desde sus inicios, en lo que fueron sus primeros barrios, hasta sus colonias con callejuelas y callejones.

Así, su historia que conocemos, gracias a documentos, libros y fotografías, cuenta la existencia de barrios antiguos, como el de Los Aburridos, que se encontraba en el sector del actual salón Colonial y Candiles y donde algunos de sus moradores se subían a los techos de sus casas para presenciar las corridas de toros en una plaza improvisada que existió por aquellos lugares.

Luego, otros barrios se fueron conformando, como El Triste o Peña Rajada, para después convertirse en la actual Colonia Talleres, cuyo nombre se derivó de existir un taller de calzado de la negociación Zapatería Arroyo, perteneciente a la Familia Arroyo de origen español, ubicado en la construcción hoy conocida como el cuartel de Villa.

Otro barrio, La Peña Pobre, que después se denominó barrio de La Peña o barrio de San Juan Bosco, donde existe el templo con su nombre.

Al paso del tiempo crecieron otros barrios, como el Huesario, Guadalupe San Antonio y Huerta del Cancel, en lo que hoy conocemos como colonia San Antonio de las Huertas y la más reciente, colonia Méndez Rosas, de los maestros.

Y a un lado, pasando el vado del río, el original Barrio de España, donde actualmente está instalada la planta Triplay y Duraplay de Parral.

Simultáneamente al Barrio de la Peña, se formó el Barrio de la Soledad o “La Chole” hoy Colonia Morelos y después se conformó la Colonia Topo chico. Otro más, el Barrio de La Biborilla, ubicado por el sector de la actual calle Jesús García, a la que dicho sea de paso, en un tiempo se le llamó calle Sin Ley, por la inseguridad y constantes asesinatos que se suscitaron ahí.

Así, leyendo y viviendo de los recuerdos, evocamos a nuestro querido parral, con los versos escritos en el libro “El Parral de mis Recuerdos” del autor parralense, Salvador Prieto Quimper (1887-1951), que en su Prefacio escribe: “Los recuerdos tienen un perfume sutil que embriaga, que penetra en lo más profundo del alma y la hace vivir de nuevos goces y dolores sepultados por el tiempo y por la ausencia”.

Primera de dos partes.

José Félix Bueno | Político, Activista social

La población de Parral, desde que fue originada por el descubrimiento de la mina La Negrita, por el Alférez Juan Rangel de Biesma, procedente de España y buscador de las riquezas de plata que abundaban en la región y después fundada por el Gobernador de la Nueva Vizcaya, quedó constituida como un pueblo minero en terrenos topográficamente difíciles, agrestes, con arroyos quebradizos entre lomas y cerros. La ciudad de Real de Minas de San Joseph del Parral, hoy conocida como ciudad de Hidalgo del Parral, fue creciendo en población y extensión territorial y pese a su crecimiento y modernización, aún podemos recordar su conformación en sus diferentes épocas.

Desde sus inicios, en lo que fueron sus primeros barrios, hasta sus colonias con callejuelas y callejones.

Así, su historia que conocemos, gracias a documentos, libros y fotografías, cuenta la existencia de barrios antiguos, como el de Los Aburridos, que se encontraba en el sector del actual salón Colonial y Candiles y donde algunos de sus moradores se subían a los techos de sus casas para presenciar las corridas de toros en una plaza improvisada que existió por aquellos lugares.

Luego, otros barrios se fueron conformando, como El Triste o Peña Rajada, para después convertirse en la actual Colonia Talleres, cuyo nombre se derivó de existir un taller de calzado de la negociación Zapatería Arroyo, perteneciente a la Familia Arroyo de origen español, ubicado en la construcción hoy conocida como el cuartel de Villa.

Otro barrio, La Peña Pobre, que después se denominó barrio de La Peña o barrio de San Juan Bosco, donde existe el templo con su nombre.

Al paso del tiempo crecieron otros barrios, como el Huesario, Guadalupe San Antonio y Huerta del Cancel, en lo que hoy conocemos como colonia San Antonio de las Huertas y la más reciente, colonia Méndez Rosas, de los maestros.

Y a un lado, pasando el vado del río, el original Barrio de España, donde actualmente está instalada la planta Triplay y Duraplay de Parral.

Simultáneamente al Barrio de la Peña, se formó el Barrio de la Soledad o “La Chole” hoy Colonia Morelos y después se conformó la Colonia Topo chico. Otro más, el Barrio de La Biborilla, ubicado por el sector de la actual calle Jesús García, a la que dicho sea de paso, en un tiempo se le llamó calle Sin Ley, por la inseguridad y constantes asesinatos que se suscitaron ahí.

Así, leyendo y viviendo de los recuerdos, evocamos a nuestro querido parral, con los versos escritos en el libro “El Parral de mis Recuerdos” del autor parralense, Salvador Prieto Quimper (1887-1951), que en su Prefacio escribe: “Los recuerdos tienen un perfume sutil que embriaga, que penetra en lo más profundo del alma y la hace vivir de nuevos goces y dolores sepultados por el tiempo y por la ausencia”.

Primera de dos partes.

José Félix Bueno | Político, Activista social