Pensaba el oficialismo y el partido de Morena que en las elecciones recientes el pueblo de México avalaría bien el trabajo que hasta el momento ha venido realizando el Presidente Andrés Manuel , pero no fue así, ya que los mexicanos le marcaron un alto contundente para que no siga destruyendo al país.
El pueblo sabio decidió y con su voto logró la hazaña de tratar, en cierta medida, de evitar tantas acciones populistas y proselitistas que el actual gobierno federal viene realizando, a su manera, para la conducción del país en una forma completamente errática y distinta a lo que han sido los anhelos de México en tantos años como país independiente.
A lo sucedido, por el resultado de los últimos comicios, podemos también subrayar el golpe que los electores le aplicaron al Gobierno de la Ciudad de México y la zona metropolitana del Estado de México, donde en la capital del país, Morena perdió la mitad de las diputaciones federales y gobernará en sólo siete de los dieciséis municipios o delegaciones, quedando claro con esto que la oposición gobernará las alcaldías que generan el 84% del impuesto predial. Notoriamente esto representa un voto de castigo por los sucesos lamentables de la línea 12 del metro en la CDMX, no desconociendo por supuesto que Morena se alzó con el 45.51% de la votación y que dentro de cuyo porcentaje sumaron 11 gubernaturas y a las que podría sumarse la de Morelos en manos del PSD y la de San Luis Potosí del Verde Ecologista, con las cuales podría negociar el Peje, pero que le costaría mucho dinero por las concesiones que tendría que otorgar para lograr alcanzar junto con Morena la mayoría calificada que no logró legalmente en las urnas.
La oposición representada por el PAN, PRI y PRD, obtuvo 19 millones 477 mil votos, equivalentes al 39.61 % de la votación e influyó decisivamente en que Morena no lograra lo que realmente tenía calculado para el proyecto de la 4T, y que de no haber sucedido así, continuaría la regresión y la mucha incertidumbre con que a México se le viene conduciendo, por las decisiones de la mayoría que ostensiblemente representa y que venía realizando por caprichos del Presidente de la República, para hacer y deshacer en perjuicio del país.
No todo fueron victorias para la oposición en el país, porque se tuvo que enfrentar un proceso electoral con la mayor intervención gubernamental que se ha vivido de un presidente de la república, que más parecía presidente de Morena, persiguiendo a los opositores, usando electoralmente todo el gasto de los programas sociales, utilizando a los siervos de la nación de su gobierno como estructura electoral y consintiendo la complicidad de muchos candidatos de Morena con la delincuencia organizada, que provocó en algunas regiones del país mucha violencia e inseguridad.
Por todo esto, debemos reconocer el esfuerzo y valor de muchos candidatos y candidatas de la verdadera oposición, que se jugaron la vida, porque algunos murieron, así como a los valientes representantes de casillas de los partidos de esta oposición, porque finalmente el esfuerzo de todos valió la pena.
