/ martes 2 de noviembre de 2021

Idealismo en una Realidad | Memorable coronación de la Virgen de la Soledad

Un recuerdo que permanecerá por siempre en la memoria de los parralenses será aquel viernes 22 de octubre de 1943, hace 78 años, en que tuvo lugar un significativo acontecimiento religioso, en el templo de San Juan de Dios.

Qué aconteció en aquel fervoroso día? Nos reunimos cientos de personas, hubo muchas primeras comuniones y una hermosa misa al aire libre que se ofreció a tan venerada imagen y a la que acudieron infinidad de niños acompañados de sus padres y sus respectivas madrinas para recibir este preciado sacramento. A este importantísimo evento acudieron dignatarios de la Iglesia católica de diferentes partes del estado de Chihuahua y de otras latitudes, como el primer Obispo de Chihuahua, Don Antonio Guizar y Valencia, así como Don Luis María Martínez, Obispo Primado de México y Representante de su Santidad el Papa y del Vaticano; así también Presbíteros, Diáconos, Seminaristas, varias Órdenes Religiosas y Asociaciones de la Iglesia y cientos de feligreses de muchas partes.

Además de su coronación, se declaró a la Virgen de la Soledad como patrona de Chihuahua y de los trabajadores mineros, quienes hicieron acto de presencia en dicho acontecimiento, portando sus cascos y lámparas así como sus cachumbas de carburo. Estos trabajadores mineros, públicamente encomendaron a tan venerada imagen la protección y apoyo ante los peligros graves que se afrontan dentro de las entrañas de las minas.

Después de muchos años de haber solicitado, por los conductos correctos, la dispensa de la Santa Sede para la realización de este histórico acontecimiento, el padre Don Agustín Pelayo Brambila finalmente logró, con el apoyo de las autoridades católicas mexicanas, la autorización del Papa Pío XII, para que con su anuencia se organizara este significativo evento religioso.

A partir de aquel entonces todos los viernes del año, la feligresía de Parral, como devoción, acostumbra visitar a la Virgen de la Soledad, propios y foráneos, para admirar su rostro de tez blanca, sus hermosos ojos sin amargura y vestimenta de color negro con vivos en color oro y en su cabeza, la corona que le fue colocada de manos de la máxima autoridad de la iglesia católica en México.

Los cánticos que en aquella ocasión se entonaban, se escuchaban así: “Ave Virgen pura, gloriosa y excelsa, virgen sacrosanta de la soledad, el pueblo de chihuahua te aclama glorioso y pone a tus plantas su fe y devoción”.

Para un servidor que esto escribe, aquel hecho significó el haber vivido una hermosa e inolvidable experiencia, que luego se convirtió en recuerdo imborrable, pues ese día recibí mi primera comunión, es decir mi primer encuentro con el Señor Nuestro Dios en el pan celestial, siendo mi madrina de preparación la Srita. Victoria Frausto, quien vivió sus últimos años en Estados Unidos y a quien tuve la fortuna de volverla a ver en alguna ocasión posterior.

Recuerdo como detalle significativo el que los vecinos de la Colonia Morelos antes llamada Barrio de la Soledad o la “Chole”, por el fervor y la devoción que la gente de ese rumbo le prodigaba a la venerada imagen, lograron que por mucho tiempo este sector fuera conocido como Barrio de la Soledad.

En recuerdo a ese memorable día, el pasado 22 de Octubre ha sido festejada como se merece y como cada año, nuestra distinguida imagen de la Virgen de la Soledad, reviviendo en muchos de nosotros, el sentimiento grabado en nuestra mente y nuestro corazón, de tan significativo evento.


C. José Félix Bueno | Político y Activista Social




Un recuerdo que permanecerá por siempre en la memoria de los parralenses será aquel viernes 22 de octubre de 1943, hace 78 años, en que tuvo lugar un significativo acontecimiento religioso, en el templo de San Juan de Dios.

Qué aconteció en aquel fervoroso día? Nos reunimos cientos de personas, hubo muchas primeras comuniones y una hermosa misa al aire libre que se ofreció a tan venerada imagen y a la que acudieron infinidad de niños acompañados de sus padres y sus respectivas madrinas para recibir este preciado sacramento. A este importantísimo evento acudieron dignatarios de la Iglesia católica de diferentes partes del estado de Chihuahua y de otras latitudes, como el primer Obispo de Chihuahua, Don Antonio Guizar y Valencia, así como Don Luis María Martínez, Obispo Primado de México y Representante de su Santidad el Papa y del Vaticano; así también Presbíteros, Diáconos, Seminaristas, varias Órdenes Religiosas y Asociaciones de la Iglesia y cientos de feligreses de muchas partes.

Además de su coronación, se declaró a la Virgen de la Soledad como patrona de Chihuahua y de los trabajadores mineros, quienes hicieron acto de presencia en dicho acontecimiento, portando sus cascos y lámparas así como sus cachumbas de carburo. Estos trabajadores mineros, públicamente encomendaron a tan venerada imagen la protección y apoyo ante los peligros graves que se afrontan dentro de las entrañas de las minas.

Después de muchos años de haber solicitado, por los conductos correctos, la dispensa de la Santa Sede para la realización de este histórico acontecimiento, el padre Don Agustín Pelayo Brambila finalmente logró, con el apoyo de las autoridades católicas mexicanas, la autorización del Papa Pío XII, para que con su anuencia se organizara este significativo evento religioso.

A partir de aquel entonces todos los viernes del año, la feligresía de Parral, como devoción, acostumbra visitar a la Virgen de la Soledad, propios y foráneos, para admirar su rostro de tez blanca, sus hermosos ojos sin amargura y vestimenta de color negro con vivos en color oro y en su cabeza, la corona que le fue colocada de manos de la máxima autoridad de la iglesia católica en México.

Los cánticos que en aquella ocasión se entonaban, se escuchaban así: “Ave Virgen pura, gloriosa y excelsa, virgen sacrosanta de la soledad, el pueblo de chihuahua te aclama glorioso y pone a tus plantas su fe y devoción”.

Para un servidor que esto escribe, aquel hecho significó el haber vivido una hermosa e inolvidable experiencia, que luego se convirtió en recuerdo imborrable, pues ese día recibí mi primera comunión, es decir mi primer encuentro con el Señor Nuestro Dios en el pan celestial, siendo mi madrina de preparación la Srita. Victoria Frausto, quien vivió sus últimos años en Estados Unidos y a quien tuve la fortuna de volverla a ver en alguna ocasión posterior.

Recuerdo como detalle significativo el que los vecinos de la Colonia Morelos antes llamada Barrio de la Soledad o la “Chole”, por el fervor y la devoción que la gente de ese rumbo le prodigaba a la venerada imagen, lograron que por mucho tiempo este sector fuera conocido como Barrio de la Soledad.

En recuerdo a ese memorable día, el pasado 22 de Octubre ha sido festejada como se merece y como cada año, nuestra distinguida imagen de la Virgen de la Soledad, reviviendo en muchos de nosotros, el sentimiento grabado en nuestra mente y nuestro corazón, de tan significativo evento.


C. José Félix Bueno | Político y Activista Social