/ martes 19 de octubre de 2021

Idealismo en una realidad | Humanismo político en Acción Nacional

Con motivo de la celebración del 82 Aniversario de fundación del Partido Acción Nacional, es menester recordar el pensamiento humanístico, en referencia a uno de sus principios de doctrina básicos, la “Dignidad de la Persona Humana” que contempla como lógica de los gobiernos humanistas, además de una concepción integral hacia la persona humana, de su dignidad y su destino temporal y eterno, es un estilo de gobernar que tiene características propias, específicas, que hacen que estos gobiernos sean distintos y distinguibles (tomado de Ideas Fuerza).

El Humanismo Político del Maestro Efraín González Luna, fundador ideológico de los principios y doctrina del partido Acción Nacional, es la filosofía política por excelencia. Una de las ideas básicas es la de la interpretación del reconocimiento de la persona humana, de que los gobiernos humanistas deben reconocer en la persona a un ser como verdadero e individual, con integridad física, mental y espiritual; como individuo con capacidad para discernir la integridad de su ser como ente, con capacidad intelectual y creativa para el desarrollo claro de una comunidad que propicie el desarrollo definitivo para la realización de los bienes materiales debidamente distribuidos en forma equitativa, para la obtención de sus fines tanto materiales como espirituales.

El humanismo como filosofía de un gobierno, conlleva una visión de la ciudadanía como un conjunto organizado de personas humanas que aspiran a la realización del mayor bien posible para toda comunidad política: el bien común.

Para los gobiernos humanistas el Ser Humano es persona, con aspiraciones y anhelos, con necesidades e ideales, con miedos y esperanzas. La persona se caracteriza por su afán de trascendencia, por su apertura hacia los demás, por su naturaleza individual; cada persona es importante, porque en el interior de cada uno radica la dignidad esencial que nos hermana en una comunidad vinculada por lazos que van más allá de intereses y negocios.

El principio que obliga a atender a cada ser humano en su individualidad es el reconocimiento y la acción decidida para que cada uno pueda realizar su fin trascendente. Como se afirma de forma contundente en los pilares del humanismo “Si el bien común atentara contra el fin trascendente de una sola persona, dejaría de ser bien y dejaría de ser común”.

Gobernar para las personas implica generar relaciones de proximidad, acercar el gobierno a la ciudadanía; partir de una forma más decidida de incidir en la vida de las comunidades, con el objetivo de hacer que éstas últimas sean cada vez más ordenadas y generosas. La cercanía implica abrir el gobierno, transparentarlo y acercarlo a las personas, a partir de una interacción frecuente con la ciudadanía. La rendición de cuentas es un eje fundamental del actuar de un gobierno que se sabe deudor y que asume el principio de que la ciudadanía siempre se encuentra en una posición más elevada. Si el gobierno es pensado como un gigante ostentoso y obeso, fácilmente podrá aplastar a la ciudadanía, pero si se concibe como una oportunidad de servicio, deberá subordinarse incondicionalmente a los fines superiores del servicio.

Nuestro ideólogo nos dejó como legado, el camino a seguir de los gobiernos de Acción Nacional, su pensamiento elevadísimo nos ayuda a concebir al ser humano como fin de todo actuar, concibiéndolo como persona humana individual y no como algo indiferenciado en las masas.

Efraín González Luna acuñó la frase: “Si alguna vez hay que darle un nombre a la doctrina de Acción Nacional, será el de Humanismo político”.

C. José Félix Bueno | Político y activista social

Con motivo de la celebración del 82 Aniversario de fundación del Partido Acción Nacional, es menester recordar el pensamiento humanístico, en referencia a uno de sus principios de doctrina básicos, la “Dignidad de la Persona Humana” que contempla como lógica de los gobiernos humanistas, además de una concepción integral hacia la persona humana, de su dignidad y su destino temporal y eterno, es un estilo de gobernar que tiene características propias, específicas, que hacen que estos gobiernos sean distintos y distinguibles (tomado de Ideas Fuerza).

El Humanismo Político del Maestro Efraín González Luna, fundador ideológico de los principios y doctrina del partido Acción Nacional, es la filosofía política por excelencia. Una de las ideas básicas es la de la interpretación del reconocimiento de la persona humana, de que los gobiernos humanistas deben reconocer en la persona a un ser como verdadero e individual, con integridad física, mental y espiritual; como individuo con capacidad para discernir la integridad de su ser como ente, con capacidad intelectual y creativa para el desarrollo claro de una comunidad que propicie el desarrollo definitivo para la realización de los bienes materiales debidamente distribuidos en forma equitativa, para la obtención de sus fines tanto materiales como espirituales.

El humanismo como filosofía de un gobierno, conlleva una visión de la ciudadanía como un conjunto organizado de personas humanas que aspiran a la realización del mayor bien posible para toda comunidad política: el bien común.

Para los gobiernos humanistas el Ser Humano es persona, con aspiraciones y anhelos, con necesidades e ideales, con miedos y esperanzas. La persona se caracteriza por su afán de trascendencia, por su apertura hacia los demás, por su naturaleza individual; cada persona es importante, porque en el interior de cada uno radica la dignidad esencial que nos hermana en una comunidad vinculada por lazos que van más allá de intereses y negocios.

El principio que obliga a atender a cada ser humano en su individualidad es el reconocimiento y la acción decidida para que cada uno pueda realizar su fin trascendente. Como se afirma de forma contundente en los pilares del humanismo “Si el bien común atentara contra el fin trascendente de una sola persona, dejaría de ser bien y dejaría de ser común”.

Gobernar para las personas implica generar relaciones de proximidad, acercar el gobierno a la ciudadanía; partir de una forma más decidida de incidir en la vida de las comunidades, con el objetivo de hacer que éstas últimas sean cada vez más ordenadas y generosas. La cercanía implica abrir el gobierno, transparentarlo y acercarlo a las personas, a partir de una interacción frecuente con la ciudadanía. La rendición de cuentas es un eje fundamental del actuar de un gobierno que se sabe deudor y que asume el principio de que la ciudadanía siempre se encuentra en una posición más elevada. Si el gobierno es pensado como un gigante ostentoso y obeso, fácilmente podrá aplastar a la ciudadanía, pero si se concibe como una oportunidad de servicio, deberá subordinarse incondicionalmente a los fines superiores del servicio.

Nuestro ideólogo nos dejó como legado, el camino a seguir de los gobiernos de Acción Nacional, su pensamiento elevadísimo nos ayuda a concebir al ser humano como fin de todo actuar, concibiéndolo como persona humana individual y no como algo indiferenciado en las masas.

Efraín González Luna acuñó la frase: “Si alguna vez hay que darle un nombre a la doctrina de Acción Nacional, será el de Humanismo político”.

C. José Félix Bueno | Político y activista social