Con el reciente acontecimiento conocido por todos nosotros, Chihuahua de nuevo hace historia. La extradición del ex Gobernador César Duarte finalmente se concretó, después de más de 3 años de estar eludiendo la acción de la justicia y casi 2 años de estar prisionero en un penal del Estado de Florida en los Estados Unidos.
Lo sucedido es algo nunca antes visto en nuestro estado. Un ex Gobernador acusado y detenido por corrupción. Pesan sobre él varias carpetas de investigación, sin embargo el motivo primero de su detención es por el delito de asociación delictuosa y peculado por 96.6 millones de pesos. Pasó su primera noche en el Penal de Aquiles Serdán en la ciudad de Chihuahua capital, cuidado y resguardado por policías, abogados y médicos.
Se le acusa, entre varias cosas, de haber utilizado recursos públicos para uso y negocios personales, como el hacer transferencias a la Asociación Ganadera División del Norte, de la que era socio y accionista principal, así como de realizar el pago de impuestos propios y de adquirir bienes como ranchos y otras propiedades en diferentes partes del estado.
Este hecho además de importante es único en la vida política de nuestro estado, porque después de haber eludiendo la justicia y no como dice él, que se fue a atender médicamente a los Estados Unidos, regresó para ser procesado por estas y otras graves irregularidades encontradas durante el período que fungió en tan importante cargo. Existen varios expedientes, bien integrados, con las pruebas suficientes y que han empezado a ser revisados por el juez que inició su proceso.
Es la primera vez también que podemos leer y ver en los diferentes medios de comunicación a un exgobernador esposado y cubriéndole su rostro, traído de vuelta a su tierra para que responda por tales acusaciones, las cuales fueron dadas a conocer desde un inicio de que se liberó la primera orden de aprehensión en su contra. Existen otras órdenes de aprehensión que ya le fueron notificadas en cuanto pisó tierra mexicana.
Ojalá que las investigaciones verdaderamente abarquen todos los ámbitos y dependencias del gobierno estatal que fueron escenario de las corruptelas que él y sus cómplices realizaron y que además se siga investigando a muchos más de sus colaboradores que se prestaron para estos hechos, aparte de los ya conocidos y que dicho sea de paso, fueron liberados, porque no debe quedar impune su proceder.
Algo que también deberá suceder es la recuperación de todo ese recurso que salió de las arcas públicas, para que vuelva verdaderamente al patrimonio de los chihuahuenses, porque pertenece al pueblo, porque es el pueblo el que le otorga el poder de administrarlo al gobernante en turno y es el pueblo el que debe recibirlo transformado en obras de beneficio y bien común.
El servicio a la comunidad, a través de la función pública, debe ser de completa ética, integridad y transparencia. Que le costaba al ex gobernador César Duarte haber realizado una función con la dignidad que su cargo ameritaba, para poder regresar a su tierra con la cabeza en alto, para ver de frente y con orgullo a su familia, amigos y paisanos y pasar a la historia como un gobernante ejemplar y digno de admirar.
Que le costaba poder cumplir lo que en una ocasión manifestó, regresar y tomarse tranquilamente un cafecito con sus amigos de Parral.
José Félix Bueno | Político, Activista social
