Mientras que Morena en la Cámara de Diputados se quedó sólo con una mayoría simple, en Acción Nacional, ganamos así: Crecimos un 80% en triunfos de mayoría para Diputados Federales, porque de un 40 % en el 2018, subimos a un 72% en el 2021; de 77 diputados federales actuales, en esta próxima legislatura federal tendremos 113 Diputados. De 35 millones de mexicanos y mexicanas que actualmente gobernamos, de hoy en adelante gobernaremos 46 millones.
Las victorias en Querétaro, de Mauricio Kuri y en Chihuahua de Maru Campos, fueron contundentemente inobjetables. Los habitantes de la Ciudad de México optaron por Acción Nacional y así obtuvimos el mayor crecimiento histórico y se recuperó el “corredor azul del Valle de México”. Refrendamos, ganamos y gobernaremos 13 ciudades capitales del país. Aumentaremos el número de diputados locales para alcanzar con ello mayoría en siete Congresos Locales. Se refrendaron y se conquistaron las principales ciudades y municipios del país.
Esta jornada electoral fue histórica, porque frente al odio y la división se impuso el reencuentro; frente a la voz de “Uno”, se levantaron las voces de millones de mexicanos para frenar la destrucción y retroceso; se impuso el México de instituciones que hemos construido por casi 83 años los panista del país.
Sin embargo, estos triunfos también conllevan responsabilidades; a los 46 millones de mexicanos que vamos a gobernar les decimos que Acción Nacional sigue estando listo para dar resultados, sin culpas ni pretextos, en seguridad, crecimiento económico, y sobre todo en el respeto a la pluralidad política.
El PAN sí quiere que los pobres se vuelvan “clase media”, con aspiraciones, sueños, éxito y estudios, para que emerjan en una sociedad de progreso, con buenos empleos, pero bien remunerados, y que en el futuro, los que deseen se puedan independizar y formar su propio destino, esto es, construyendo negocios y empresas para su propio desarrollo y el de todos los mexicanos.
No es el momento de triunfalismos, sin embargo el crecimiento que logramos los panistas, a pesar de la adversidad, es síntoma de que frente al odio y la división, se impuso el coraje de los ciudadanos, y que frente a la voz autoritaria de uno sólo, se levantaron las voces de millones de mexicanos y mexicanas para decir ya basta, para decir que México y sus instituciones son primero, ante cualquier intento contrario.
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