/ jueves 23 de julio de 2020

Hoy cumples 21

La vida es una caja llena de sueños, un buen día llegas a ella sin haberlo pedido, incluso deseado, los caminos son muy diversos y tienes la libertad de escoger por cuál de ellos quieres ir, con la ineludible condición de jamás poder desandar el camino elegido, no es posible dar ni un solo paso atrás.

Así en medio de un sueño un día llegaste a mi vida, con un gran esmero prepare cada uno de los aspectos importantes y necesarios para recibirte, las pruebas fueron abundantes y en ocasiones difíciles de superar, pero cuando se desea algo con amor, no hay límite en el espacio ni e n el tiempo que se convierta en un muro infranqueable, excepto la voluntad divina.

El día esperado llegó, en el ocaso del siglo XX un Ángel visitó aquel joven hogar, se hizo presente con el más bello de los regalos, en su pequeña tarjeta imaginaria, un mensaje sencillo que decía, “Este reglo es de parte de parte de Dios, se los envío para que llene de alegría su alma, su vida y su matrimonio, es de ustedes, cuídenlo y cuando yo lo decida, les pediré que me den cuenta de él”.

La buena nueva irradió felicidad desbordada, en aquel vientre aún plano de mamá comenzaba a crecer una nueva vida, con delicadeza, ternura y muchos cuidados esperamos por los siguientes casi nueve meses. Por fin el Doctor definió el día y la hora, era el momento más esperado y entre un manojo se sentimientos encontrados y espera tensa, por fin tuve la dicha de presenciar uno de los momentos más importantes de mi vida, de pronto de aquel vientre abultado apareció una preciosa niña, que al instante emitió un sonido en forma de llanto, desde ese mágico momento conquistaste cada uno de mis sentidos,

Momentos después te tomé entre mis brazos, te estreche con una torpe ternura en mi pecho y con aquellos labios resecos pero sonrientes te dio un beso en la frente, eleve la mirada al cielo y simplemente agradecí al creador, te bendecí en su nombre y te di la bienvenida a nuestras vidas.

Tú presencia ha llenado de magia nuestro hogar, cada momento bueno y malo son pequeños eslabones en la cadena del tiempo; el escuchar por primera vez esa sencilla palabra en la que me llamaste “Papá, verte dar tus primeros pasos, luego correr, reír, gritar, jugar y hasta cuando estuviste enferma, ocupaste por completo mi tiempo, mi espacio, pero por encima de todo, ocupaste un lugar muy espacial en mi corazón.

Los años no se detienen y entre clases, lecciones, juegos, tristezas y muchas alegrías, hoy cumples 21 años, doy gracias a Dios por darme la gracia de verte crecer, de acompañarte en ese proceso de convertirte de niña a una joven mujer, exitosa, valiente, atrevida, pero sobre todo con una madurez extraordinaria, que sabe llorar, pero que también sabe sonreír.

Gracias hija por iluminar nuestras vidas, gracias por ser una de las más importantes acompañantes en este viaje llamado vida, elevo una plegaria al creador para que me permita seguir acompañándote en tu crecimiento, en tus sueños, en tu realización como mujer y como ser humano, confío en ti, en tu tenacidad, en tu constancia, en tus principios, en tus sanos sentimientos, sé que sabrás elegir el mejor camino, ten siempre presente que te amamos.

Hoy cumples 21, nosotros cumplimos 21 y más disfrutando de bella presencia…

La vida es una caja llena de sueños, un buen día llegas a ella sin haberlo pedido, incluso deseado, los caminos son muy diversos y tienes la libertad de escoger por cuál de ellos quieres ir, con la ineludible condición de jamás poder desandar el camino elegido, no es posible dar ni un solo paso atrás.

Así en medio de un sueño un día llegaste a mi vida, con un gran esmero prepare cada uno de los aspectos importantes y necesarios para recibirte, las pruebas fueron abundantes y en ocasiones difíciles de superar, pero cuando se desea algo con amor, no hay límite en el espacio ni e n el tiempo que se convierta en un muro infranqueable, excepto la voluntad divina.

El día esperado llegó, en el ocaso del siglo XX un Ángel visitó aquel joven hogar, se hizo presente con el más bello de los regalos, en su pequeña tarjeta imaginaria, un mensaje sencillo que decía, “Este reglo es de parte de parte de Dios, se los envío para que llene de alegría su alma, su vida y su matrimonio, es de ustedes, cuídenlo y cuando yo lo decida, les pediré que me den cuenta de él”.

La buena nueva irradió felicidad desbordada, en aquel vientre aún plano de mamá comenzaba a crecer una nueva vida, con delicadeza, ternura y muchos cuidados esperamos por los siguientes casi nueve meses. Por fin el Doctor definió el día y la hora, era el momento más esperado y entre un manojo se sentimientos encontrados y espera tensa, por fin tuve la dicha de presenciar uno de los momentos más importantes de mi vida, de pronto de aquel vientre abultado apareció una preciosa niña, que al instante emitió un sonido en forma de llanto, desde ese mágico momento conquistaste cada uno de mis sentidos,

Momentos después te tomé entre mis brazos, te estreche con una torpe ternura en mi pecho y con aquellos labios resecos pero sonrientes te dio un beso en la frente, eleve la mirada al cielo y simplemente agradecí al creador, te bendecí en su nombre y te di la bienvenida a nuestras vidas.

Tú presencia ha llenado de magia nuestro hogar, cada momento bueno y malo son pequeños eslabones en la cadena del tiempo; el escuchar por primera vez esa sencilla palabra en la que me llamaste “Papá, verte dar tus primeros pasos, luego correr, reír, gritar, jugar y hasta cuando estuviste enferma, ocupaste por completo mi tiempo, mi espacio, pero por encima de todo, ocupaste un lugar muy espacial en mi corazón.

Los años no se detienen y entre clases, lecciones, juegos, tristezas y muchas alegrías, hoy cumples 21 años, doy gracias a Dios por darme la gracia de verte crecer, de acompañarte en ese proceso de convertirte de niña a una joven mujer, exitosa, valiente, atrevida, pero sobre todo con una madurez extraordinaria, que sabe llorar, pero que también sabe sonreír.

Gracias hija por iluminar nuestras vidas, gracias por ser una de las más importantes acompañantes en este viaje llamado vida, elevo una plegaria al creador para que me permita seguir acompañándote en tu crecimiento, en tus sueños, en tu realización como mujer y como ser humano, confío en ti, en tu tenacidad, en tu constancia, en tus principios, en tus sanos sentimientos, sé que sabrás elegir el mejor camino, ten siempre presente que te amamos.

Hoy cumples 21, nosotros cumplimos 21 y más disfrutando de bella presencia…