/ lunes 14 de septiembre de 2020

¿Héroes revolucionarios? ¡Nombre!

Es la moda de la política mexicana enarbolar los derechos de los desposeídos y pobres, como paladines de nuestro pueblo y de todos, hermoso maravilloso, henchido mi pecho de orgullo nacional, me cae, pero la historia es muy rica en matices personales y humanos, muy descriptivos y de efectos aún hoy en día, pero muchos de buena manera, otros no tanto, contrastante.

Estas personas, siendo ciudadanos normales, se preocuparon por su pueblo e hijos e hijas, como personas razonables y de bien, en ocasiones dando la vida a sabiendas de estos problemas, pero decididos, con un valor más allá de los inteligentes que opinamos y lo hacemos desde la oscuridad y hasta nos escondemos prudentemente, lo que hoy en día se denomina bajo perfil, astuto, bello, normal.

Entendiendo el hambre y necesidades de su pueblo, de hermanos de raza, social, y de entorno, considerando la naturaleza como nuestra casa, y vivir con las necesidades más apremiantes, cubiertas en razón y medida normal.

Esta historia, es la que sabemos en parte, y es orgullo para muchos, y es nuestra realidad social, tan igual, tan humana, que da tristeza tener que entender que debemos estar limitados, vendados de los ojos, del entendimiento, obedecer a gandallas, sin clase social ni sangre azul, muertos de hambre en su mayoría, peor que las clases desposeídas, y que al estar en lugares de poder, milagrosamente se convierten en terratenientes, empresarios, capitalistas, señores, líderes políticos, y según esto principales del pueblo, cómico, pero peligrosamente cierto.

Pero hoy en día usan esa historia, sin renovarla o actualizarla, llorando hipócritamente por ideales de otros, y necesidades muy claras, obvias, se matan por dejar al pueblo sin recursos, ni riquezas, por crear empresas fantasmas y tomar recursos, en matar enemigos y no el hambre del pueblo, sin exponerse de manera alguna, y burlarse del que piensa, y ve las cosas como son, no con el disfraz beatifico de una bondad muy lejos ni de cerca aunque sea parcialmente cierta.

Usar la historia de antes y cubrir la basura de hoy, maquillar estadísticas y obras, así como costos, sin resolver sensiblemente los problemas sociales, engañar al pueblo con bondades ficticias, y capacidades nulas, viles tacos de aire.

Eso sí gritando unos ciertas cualidades de políticos, pero sólo ellos, la gente lo ignoramos, es más hasta ni los conocemos, y los partidos políticos sin actualizarse a las necesidades modernas siguen con la misma rutina, triste, aflojerado, pero están en lo mismo.

No creo que den un quinto, menos la vida, muchísimo menos, porque al ser inteligentes, pues dan pura progenitora, por lo que sirven más que para pura nada, y la vida cotidiana me respalda, nuestra vida , la de todos, del pueblo, y víctimas de esos más que beneficiados.

Me gustaría que escribieran datos históricos de renombre, que se vean con nuestros ojos, y que traigan felicidad al pueblo, en los últimos 50 años, de veras, tengo ese sueño, y creo según sus promesas que pueda ser, así que, espero me lo demuestren y tengan el respeto del pueblo mexicano y el humilde mío, y su paso en nuestra historia tenga dignidad y fuerza, seria fabuloso.

Es la moda de la política mexicana enarbolar los derechos de los desposeídos y pobres, como paladines de nuestro pueblo y de todos, hermoso maravilloso, henchido mi pecho de orgullo nacional, me cae, pero la historia es muy rica en matices personales y humanos, muy descriptivos y de efectos aún hoy en día, pero muchos de buena manera, otros no tanto, contrastante.

Estas personas, siendo ciudadanos normales, se preocuparon por su pueblo e hijos e hijas, como personas razonables y de bien, en ocasiones dando la vida a sabiendas de estos problemas, pero decididos, con un valor más allá de los inteligentes que opinamos y lo hacemos desde la oscuridad y hasta nos escondemos prudentemente, lo que hoy en día se denomina bajo perfil, astuto, bello, normal.

Entendiendo el hambre y necesidades de su pueblo, de hermanos de raza, social, y de entorno, considerando la naturaleza como nuestra casa, y vivir con las necesidades más apremiantes, cubiertas en razón y medida normal.

Esta historia, es la que sabemos en parte, y es orgullo para muchos, y es nuestra realidad social, tan igual, tan humana, que da tristeza tener que entender que debemos estar limitados, vendados de los ojos, del entendimiento, obedecer a gandallas, sin clase social ni sangre azul, muertos de hambre en su mayoría, peor que las clases desposeídas, y que al estar en lugares de poder, milagrosamente se convierten en terratenientes, empresarios, capitalistas, señores, líderes políticos, y según esto principales del pueblo, cómico, pero peligrosamente cierto.

Pero hoy en día usan esa historia, sin renovarla o actualizarla, llorando hipócritamente por ideales de otros, y necesidades muy claras, obvias, se matan por dejar al pueblo sin recursos, ni riquezas, por crear empresas fantasmas y tomar recursos, en matar enemigos y no el hambre del pueblo, sin exponerse de manera alguna, y burlarse del que piensa, y ve las cosas como son, no con el disfraz beatifico de una bondad muy lejos ni de cerca aunque sea parcialmente cierta.

Usar la historia de antes y cubrir la basura de hoy, maquillar estadísticas y obras, así como costos, sin resolver sensiblemente los problemas sociales, engañar al pueblo con bondades ficticias, y capacidades nulas, viles tacos de aire.

Eso sí gritando unos ciertas cualidades de políticos, pero sólo ellos, la gente lo ignoramos, es más hasta ni los conocemos, y los partidos políticos sin actualizarse a las necesidades modernas siguen con la misma rutina, triste, aflojerado, pero están en lo mismo.

No creo que den un quinto, menos la vida, muchísimo menos, porque al ser inteligentes, pues dan pura progenitora, por lo que sirven más que para pura nada, y la vida cotidiana me respalda, nuestra vida , la de todos, del pueblo, y víctimas de esos más que beneficiados.

Me gustaría que escribieran datos históricos de renombre, que se vean con nuestros ojos, y que traigan felicidad al pueblo, en los últimos 50 años, de veras, tengo ese sueño, y creo según sus promesas que pueda ser, así que, espero me lo demuestren y tengan el respeto del pueblo mexicano y el humilde mío, y su paso en nuestra historia tenga dignidad y fuerza, seria fabuloso.