Del 10 al 14 de septiembre se desarrolló en nuestra ciudad, el primer festival en honor a Aurora Reyes, en el cual se involucraron instituciones, agrupaciones e individuos, quienes de forma voluntaria estuvieron trabajando, por un poco más de dos meses, para planear, organizar y realizar este festival.
El común denominador de los organizadores, más allá de intereses particulares, es rescatar, promover e intentar ubicar en el lugar que se merece en la historia cultural y social de este país, al personaje emblemático que representa la muralista, poeta y activista social Aurora Reyes.
En el marco del 110 aniversario de su natalicio, se presenta el escenario ideal para despertar en la conciencia ciudadana, el interés por leer su poesía, por admirar sus murales, su pintura y valorar su aportación a las causas feministas, enclavadas en la época posrevolucionaria y que permitió cambiar paradigmas, en relación al rol de las mujeres en el contexto familiar, social y político de nuestro país.
Tal vez ella jamás imaginó que su legado trascendiera más allá de una década y menos un siglo, sin embargo, su carácter fuerte, la firmeza de sus ideales y su indiscutible talento, hoy siguen construyendo infinitos, sembrando admiración y cosechando elogios.
Muestra de ello es este primer festival que se organizó en torno a su figura y a su obra, donde fue posible, además, generar los espacios para que los artistas de la actualidad mostraran su habilidad y talento. Así, pintores, actores, artistas gráficos, fotógrafos, músicos, poetas, locutores, organizadores, narradores, jóvenes alumnos, entre otros, ofrecieran su mejor versión para llevar a buen puerto, este sencillo pero significativo homenaje, que se vio engalanado con la presencia de la bisnieta de Aurora, la señorita Mariana Nicté Lerín Godoy, a quien se le agradece su buena disposición, su sencillez y su tiempo.
Vaya, pues, un agradecimiento a todos aquellos ciudadanos que se dieron el tiempo de escuchar, de ver y de asistir a los eventos. De igual forma un reconocimiento a todos los medios de comunicación que abrieron sus puertas, sus micrófonos, sus espacios digitales e impresos para conocer y difundir los eventos, la obra y la figura de esta distinguida parralense.
Gracias a todos los organizadores, gracias por los espacios, por su tiempo, su esfuerzo y su talento. La semilla que sembró Aurora dio fruto en su momento, fruto que con el tiempo se ha añejado y hoy se ha convertido en un exquisito manjar, que sacia el más exigente paladar de los admiradores de la cultura y del activismo social.
Además de ser ella fuente interminable de inspiración de las nuevas generaciones, como muestra este poema que con mucho respeto en su honor he escrito:
MAGNOLIA PERENNE
Camino por el desierto
de tu inducida ausencia,
busco en la arena galopante
las huellas de tu obra.
En el paisaje agreste
se dibuja una esperanza,
en el alba de un poema
germina la proeza de tu palabra.
En los libros de la historia
están los versos de tu irreverencia,
en la reivindicación de las mujeres
la presencia de tu fuerza.
En las calles de tu pueblo
busco un vestigio de tu peregrinar,
abatido, cierro los ojos,
te abrazo en la imaginación y en la ignorancia.
Aurora, es tu nombre.
mártir de un destino indolente;
el sol, que ilumina tu legado
despunta lerdo, tras la cima de los años.
Esfuerzo que yace dormido
en los anaqueles de la historia,
mujer atrevida que sembró
en el huerto infecundo de los hombres.
Magnolia fértil de sonrosada belleza,
gota de agua en el desierto,
mujer que trazó sus convicciones
en un lienzo, en un papel y en sus ideales.
El amanecer dibuja un nuevo rostro,
la historia recobra su memoria,
escudriñando en los pasillos de lo justo
florece el nombre de Aurora Reyes, la gran señora.
Paisajes humanos, que hacen un viaje
en el espiral de la palabra inmóvil,
hoy que estás en la estancia del olvido,
añoramos tu retorno al desierto humano.
Aurora deja tu máscara desnuda
al pie de esa magnolia perenne,
y deja que tu estancia en el primer infinito
se convierta en la presencia de la mañana.
leon7dg@hotmail.com