/ jueves 20 de diciembre de 2018

Gobierno independiente, de todos 

Uno de los problemas más grandes, pero también una de las tentaciones más comunes de los gobiernos democráticos es el perder la pluralidad y concentrar todo en el acuerdo.

La unidad es un discurso bastante persuasivo, pero que de fondo es dictatorial. Quien expresa “unidad” dentro de una democracia debería apuntar precisamente a estar unido en torno de quién o en favor de qué.

La unidad es sólo un espejismo y la antesala a la dominación y la univocidad. Las democracias se alimentan más de la diversidad y pluralidad de voces que de la unidad en todos y cada uno de los temas. Buscar consensos es el reto de la democracia, nunca buscar la unidad.

Quien no puede entender esto, sencillamente no entiende nada de la vida en sociedad y del ejercicio de poder.

El gobierno independiente actual se ha esforzado por hacer creer que quien no esté con ellos, sencillamente quiere el retroceso de Parral. Eso es absurdo y unilateral. En ese ánimo se han esforzado por desaparecer las diferencias, tal es el caso de los sucedido con la desaparición del PAN en Parral y el Cabildo, el intento por absorber al PVEM, PES y PT. Con eso, erradicar cualquier tipo de disenso. Hoy sabemos que el orquestador de esta tarea anti democrática es el enemigo de la pluralidad Francisco Sánchez, un personaje oscuro y que se esmera por generar su propia voluntad en la Administración independiente actual, a veces pareciera que incluso supera el peso del mismo Presidente.

Lo que es cierto es que la directriz de este personaje ha llevado al bien aprobado Gobierno Independiente a un estado de rechazo por parte de la ciudadanía, pues su necesidad de imponer medidas de castigo y por encima de la voluntad de todos hoy se transforma en el granito negro del arroz.

Medidas extrañas como incrementos exagerados en rubros como el de Comunicación Social, que hoy tiene hasta ocho millones de pesos para promover la imagen de funcionarios, eventos exagerados con costos absurdos como el denominado “caballos Domecq que costó más de medio millón de pesos, o bien la imposición de inmovilizadores a los automóviles de los morosos en estacionómetros, es sólo una parte de los aportes y el sello personal de este personaje que no cree en la democracia ni conoce la fuerza y buena fe de los parralenses. Un personaje que trata de imponerse por encima de los directores e incluso el mismo dirigirlos, incluso imponerse por encima del Cabildo, la mayor fuerza democrática del Municipio. Incluso es el mismo personaje el que orquesta las persecusiones contra los que se atreven a pensar diferente a él.

Este gobierno se ha vuelto independiente, pero independiente de los intereses sociales y se ha centrado en los intereses personales de un sólo sujeto, probablemente ahí reside el cambio irremediable de aquello que gozaba de buena aprobación pero que hoy se ha desconfigurado por el poder excesivo de una sola figura. Incluso los principales y primeros promotores del aún Presidente han quedado relegados por el peso de esta figura que intenta imbuirlo todo, pero lo peor aún es que se ha alejado del pensamiento y necesidades colectivas.

Uno de los problemas más grandes, pero también una de las tentaciones más comunes de los gobiernos democráticos es el perder la pluralidad y concentrar todo en el acuerdo.

La unidad es un discurso bastante persuasivo, pero que de fondo es dictatorial. Quien expresa “unidad” dentro de una democracia debería apuntar precisamente a estar unido en torno de quién o en favor de qué.

La unidad es sólo un espejismo y la antesala a la dominación y la univocidad. Las democracias se alimentan más de la diversidad y pluralidad de voces que de la unidad en todos y cada uno de los temas. Buscar consensos es el reto de la democracia, nunca buscar la unidad.

Quien no puede entender esto, sencillamente no entiende nada de la vida en sociedad y del ejercicio de poder.

El gobierno independiente actual se ha esforzado por hacer creer que quien no esté con ellos, sencillamente quiere el retroceso de Parral. Eso es absurdo y unilateral. En ese ánimo se han esforzado por desaparecer las diferencias, tal es el caso de los sucedido con la desaparición del PAN en Parral y el Cabildo, el intento por absorber al PVEM, PES y PT. Con eso, erradicar cualquier tipo de disenso. Hoy sabemos que el orquestador de esta tarea anti democrática es el enemigo de la pluralidad Francisco Sánchez, un personaje oscuro y que se esmera por generar su propia voluntad en la Administración independiente actual, a veces pareciera que incluso supera el peso del mismo Presidente.

Lo que es cierto es que la directriz de este personaje ha llevado al bien aprobado Gobierno Independiente a un estado de rechazo por parte de la ciudadanía, pues su necesidad de imponer medidas de castigo y por encima de la voluntad de todos hoy se transforma en el granito negro del arroz.

Medidas extrañas como incrementos exagerados en rubros como el de Comunicación Social, que hoy tiene hasta ocho millones de pesos para promover la imagen de funcionarios, eventos exagerados con costos absurdos como el denominado “caballos Domecq que costó más de medio millón de pesos, o bien la imposición de inmovilizadores a los automóviles de los morosos en estacionómetros, es sólo una parte de los aportes y el sello personal de este personaje que no cree en la democracia ni conoce la fuerza y buena fe de los parralenses. Un personaje que trata de imponerse por encima de los directores e incluso el mismo dirigirlos, incluso imponerse por encima del Cabildo, la mayor fuerza democrática del Municipio. Incluso es el mismo personaje el que orquesta las persecusiones contra los que se atreven a pensar diferente a él.

Este gobierno se ha vuelto independiente, pero independiente de los intereses sociales y se ha centrado en los intereses personales de un sólo sujeto, probablemente ahí reside el cambio irremediable de aquello que gozaba de buena aprobación pero que hoy se ha desconfigurado por el poder excesivo de una sola figura. Incluso los principales y primeros promotores del aún Presidente han quedado relegados por el peso de esta figura que intenta imbuirlo todo, pero lo peor aún es que se ha alejado del pensamiento y necesidades colectivas.