/ viernes 3 de mayo de 2019

GOBERNABILIDAD

Es irrebatible que para poder lograr un verdadero estado de gobernabilidad, en el que los acuerdos y consensos democráticos de beneficio único para la sociedad puedan darse realmente se requiere llevar a cabo una genuina política de altura, en un marco de total respeto y con ello de entendimiento pleno sea entre distintas instancias de poder gubernamental, autoridades y ciudadanía…o en su caso entre gobiernos de diversas naciones. Siendo indiscutible que ese considerable nivel político podrá alcanzarse solo a través de un elevado grado de educación o formación política en quienes en su momento tienen en sus manos ejercer el trascendental poder gubernamental, sea de la república, de un estado o un municipio.

El principio del ejercicio de poder es el mismo, solo varían, obvio, los niveles de gobierno; Pero sin duda, la verdadera diferencia radica en el grado de preparación o NO, que posean los políticos gobernantes. Mismos que para empezar, indudablemente tienen que tener pleno conocimiento y conciencia de lo que es realmente el poder (gubernamental)…No como “algunos” lo imaginan. Pues este citado poder constituye sin más toda una serie de importantes especificas facultades, atribuciones y responsabilidades que nuestra Carta Magna les confiere temporalmente a determinados ciudadanos (políticos) para que se ejerzan desde las instituciones de gobierno, esto con el irremplazable objetivo de servir a sociedad y nación.

No es pues, el poder gubernamental lo que muchos politicastros en México imaginan de infantiloide forma, o sea el “divino ungimiento” a privilegiados entes (los políticos) por parte de alguna extraordinaria “Deidad” para que estos hagan en la tierra lo que les venga totalmente en gana… Pues sin duda este tipo de imaginativas ensoñaciones de poder en políticos, han dado “pie” a graciosas “filosofías existencialistas” reflejadas en estúpidas frases, como aquella de “EL poder es para poder” (robar, corromper, tranzar…saquear), muy “vendida” mediáticamente a ilusos y “gandallas” como una insigne “Máxima”.

No hay que EQUIVOCARSE… El Poder (gubernamental), es para ejercerse. Y este debe ejercerse siempre y estrictamente bajo el ordenamiento constitucional , para que sea verdaderamente legitimo; Para lo cual los gobernantes precisan irrefutablemente , gran capacidad, enorme convicción y valor…”cierta clase” y no me refiero a un selecto alto status socio-económico, sino a una sólida educación y formación política. Pues a falta de lo anterior evidentemente es fácil que los políticos “caigan” en posturas y prácticas de autoritarismo ramplón, y que no es otra cosa que la revalidación de profundas carencias de capacidades. Autoritarismo con el cual se interrumpe la viabilidad del proceso democrático de gobierno y sociedad, para estancarse seguidamente en el “clásico” infantil juego del “yo-yo” de políticos.

Y es que el entendimiento y respeto pleno entre instancias de poder (aun de distintos niveles de gobierno) o de ciudadanía y gobernantes, producto del desarrollo de una política de elevado nivel de los servidores públicos, es la base de una verdadera gobernabilidad democrática en un país, estado o municipio.

Un ejemplo de esa gobernabilidad, es el caso de las Controversias Constitucionales recién interpuestas ante la SCJN contra el gobierno de la Republica, esto por algunos Ayuntamientos del país (entre ellos el de Parral) por considerar estos que se están lesionando algunos sectores sociales de estos municipios (caso: estancias infantiles).

A lo que el gobierno federal ha respondido con institucional aceptación, respetando en todo momento el marco legal y resultado de dichas controversias, pero sobre todo sin ningún insulso exabrupto emocional demostrativo, ni reprimenda política contra nadie…

Tal cual creo sin duda debería ser la respuesta del Ayuntamiento de Parral, ante el señalamiento (de faltas o fallas) que en el ejercicio de su labor el síndico municipal le ha hecho en el cabildo, por considerar (el síndico) que afectan a la ciudadanía de este municipio. Siendo indudable que en ambos casos, los servidores públicos correspondientes están legítima e igualmente velando por el interés de la ciudadanía, como es su responsabilidad… ¿o, no?

Es irrebatible que para poder lograr un verdadero estado de gobernabilidad, en el que los acuerdos y consensos democráticos de beneficio único para la sociedad puedan darse realmente se requiere llevar a cabo una genuina política de altura, en un marco de total respeto y con ello de entendimiento pleno sea entre distintas instancias de poder gubernamental, autoridades y ciudadanía…o en su caso entre gobiernos de diversas naciones. Siendo indiscutible que ese considerable nivel político podrá alcanzarse solo a través de un elevado grado de educación o formación política en quienes en su momento tienen en sus manos ejercer el trascendental poder gubernamental, sea de la república, de un estado o un municipio.

El principio del ejercicio de poder es el mismo, solo varían, obvio, los niveles de gobierno; Pero sin duda, la verdadera diferencia radica en el grado de preparación o NO, que posean los políticos gobernantes. Mismos que para empezar, indudablemente tienen que tener pleno conocimiento y conciencia de lo que es realmente el poder (gubernamental)…No como “algunos” lo imaginan. Pues este citado poder constituye sin más toda una serie de importantes especificas facultades, atribuciones y responsabilidades que nuestra Carta Magna les confiere temporalmente a determinados ciudadanos (políticos) para que se ejerzan desde las instituciones de gobierno, esto con el irremplazable objetivo de servir a sociedad y nación.

No es pues, el poder gubernamental lo que muchos politicastros en México imaginan de infantiloide forma, o sea el “divino ungimiento” a privilegiados entes (los políticos) por parte de alguna extraordinaria “Deidad” para que estos hagan en la tierra lo que les venga totalmente en gana… Pues sin duda este tipo de imaginativas ensoñaciones de poder en políticos, han dado “pie” a graciosas “filosofías existencialistas” reflejadas en estúpidas frases, como aquella de “EL poder es para poder” (robar, corromper, tranzar…saquear), muy “vendida” mediáticamente a ilusos y “gandallas” como una insigne “Máxima”.

No hay que EQUIVOCARSE… El Poder (gubernamental), es para ejercerse. Y este debe ejercerse siempre y estrictamente bajo el ordenamiento constitucional , para que sea verdaderamente legitimo; Para lo cual los gobernantes precisan irrefutablemente , gran capacidad, enorme convicción y valor…”cierta clase” y no me refiero a un selecto alto status socio-económico, sino a una sólida educación y formación política. Pues a falta de lo anterior evidentemente es fácil que los políticos “caigan” en posturas y prácticas de autoritarismo ramplón, y que no es otra cosa que la revalidación de profundas carencias de capacidades. Autoritarismo con el cual se interrumpe la viabilidad del proceso democrático de gobierno y sociedad, para estancarse seguidamente en el “clásico” infantil juego del “yo-yo” de políticos.

Y es que el entendimiento y respeto pleno entre instancias de poder (aun de distintos niveles de gobierno) o de ciudadanía y gobernantes, producto del desarrollo de una política de elevado nivel de los servidores públicos, es la base de una verdadera gobernabilidad democrática en un país, estado o municipio.

Un ejemplo de esa gobernabilidad, es el caso de las Controversias Constitucionales recién interpuestas ante la SCJN contra el gobierno de la Republica, esto por algunos Ayuntamientos del país (entre ellos el de Parral) por considerar estos que se están lesionando algunos sectores sociales de estos municipios (caso: estancias infantiles).

A lo que el gobierno federal ha respondido con institucional aceptación, respetando en todo momento el marco legal y resultado de dichas controversias, pero sobre todo sin ningún insulso exabrupto emocional demostrativo, ni reprimenda política contra nadie…

Tal cual creo sin duda debería ser la respuesta del Ayuntamiento de Parral, ante el señalamiento (de faltas o fallas) que en el ejercicio de su labor el síndico municipal le ha hecho en el cabildo, por considerar (el síndico) que afectan a la ciudadanía de este municipio. Siendo indudable que en ambos casos, los servidores públicos correspondientes están legítima e igualmente velando por el interés de la ciudadanía, como es su responsabilidad… ¿o, no?