/ sábado 15 de septiembre de 2018

Finales del TLCAN

Después  de 14 meses de larga negociación  del TLCAN retirándose Canadá en unas y reincorporándose en otras, pues al igual que México han sido  presionados para que acepten nuevas reglas comerciales y correr el riesgo de negociar cláusulas injustas que los pudieran avergonzar ante los ojos del mundo, ellos  informaron que sólo firmarían si el acuerdo es bueno y benéfico para  sus ciudadanos, principalmente  los de su clase media.

Los empresarios mexicanos  se defendieron,  más de 100 especialistas y representantes de todos los sectores de México se encontraban  en el cuarto de junto como mecanismo de consulta  al equipo negociador encabezado por Guajardo. Pero  Trump y  Jared Kushner, su  multimillonario yerno  amagaron a México aduciendo  que la relación bilateral entre ambos países dependerá en gran parte del TLCAN y  otros temas más; esperando que el resultado tangible para ellos sea ganar, ganar, ganar.

Así en franco y descarado abuso comercial impusieron aranceles de hasta el 25% en aceros y otros. También patentizaron que  por seguridad nacional  debe ser aplicado este arancel a las importaciones de más de 2.4 millones de vehículos fabricados en México  y a las autopartes mexicanas que superan los 90 mil millones de dólares anuales. Estos gravámenes podrían costar cientos  de miles de empleos y aumentar los precios de los automotores. El problema con este sector es que Trump busca que entre un 40 y 45% del valor total de cada vehículo sea producido en zonas que puedan garantizar un salario de 16 dolls. la hora.

La lucha por el poder se manifiesta en la reestructuración de las alianzas; más que un tratado de libre comercio es un tratado político en el que Trump abusa, ofende y saca ventaja; incluso  al primer ministro canadiense lo llamó débil y deshonesto. Recordemos que USA sólo tiene intereses, más no amigos. Vale traer a colación la celebre frase de Hans Morgenthau: “La política internacional, como toda política, es una lucha por el poder mundial”.

Últimamente Trump busca un acuerdo bilateral con el país más débil, aunque riña con los congresistas estadounidenses toda vez que sólo tiene autorizado  realizar un nuevo tratado trilateral.  Enrique, te veré pronto, este es uno de los acuerdos comerciales más grandes que se hayan realizado, para firmar y hacer un gran brindis con tequila, remató Trump.

Se mantendrá la competitividad del sector automotriz y la cláusula de estacionalidad se acabó. El capítulo energético está resuelto y el de  solución de controversias. Es posible que para finales de Noviembre se concluya. El mercado de divisas permanecerá expectante y la moneda mexicana requiere que sea un acuerdo trilateral.

Después  de 14 meses de larga negociación  del TLCAN retirándose Canadá en unas y reincorporándose en otras, pues al igual que México han sido  presionados para que acepten nuevas reglas comerciales y correr el riesgo de negociar cláusulas injustas que los pudieran avergonzar ante los ojos del mundo, ellos  informaron que sólo firmarían si el acuerdo es bueno y benéfico para  sus ciudadanos, principalmente  los de su clase media.

Los empresarios mexicanos  se defendieron,  más de 100 especialistas y representantes de todos los sectores de México se encontraban  en el cuarto de junto como mecanismo de consulta  al equipo negociador encabezado por Guajardo. Pero  Trump y  Jared Kushner, su  multimillonario yerno  amagaron a México aduciendo  que la relación bilateral entre ambos países dependerá en gran parte del TLCAN y  otros temas más; esperando que el resultado tangible para ellos sea ganar, ganar, ganar.

Así en franco y descarado abuso comercial impusieron aranceles de hasta el 25% en aceros y otros. También patentizaron que  por seguridad nacional  debe ser aplicado este arancel a las importaciones de más de 2.4 millones de vehículos fabricados en México  y a las autopartes mexicanas que superan los 90 mil millones de dólares anuales. Estos gravámenes podrían costar cientos  de miles de empleos y aumentar los precios de los automotores. El problema con este sector es que Trump busca que entre un 40 y 45% del valor total de cada vehículo sea producido en zonas que puedan garantizar un salario de 16 dolls. la hora.

La lucha por el poder se manifiesta en la reestructuración de las alianzas; más que un tratado de libre comercio es un tratado político en el que Trump abusa, ofende y saca ventaja; incluso  al primer ministro canadiense lo llamó débil y deshonesto. Recordemos que USA sólo tiene intereses, más no amigos. Vale traer a colación la celebre frase de Hans Morgenthau: “La política internacional, como toda política, es una lucha por el poder mundial”.

Últimamente Trump busca un acuerdo bilateral con el país más débil, aunque riña con los congresistas estadounidenses toda vez que sólo tiene autorizado  realizar un nuevo tratado trilateral.  Enrique, te veré pronto, este es uno de los acuerdos comerciales más grandes que se hayan realizado, para firmar y hacer un gran brindis con tequila, remató Trump.

Se mantendrá la competitividad del sector automotriz y la cláusula de estacionalidad se acabó. El capítulo energético está resuelto y el de  solución de controversias. Es posible que para finales de Noviembre se concluya. El mercado de divisas permanecerá expectante y la moneda mexicana requiere que sea un acuerdo trilateral.