Quienes, nos explotan y los que nos deberían defender; por un lado, los patrones y por el otro las autoridades, policiales y judiciales, los primeros nos mantienen con un salario deprimido, insuficiente y las autoridades ante un robo o fraude de nuestros centavos, se vuelve un calvario y un rosario de burocratismo, que ya por lo general no se hacen la denuncias y las víctimas, se deprimen. Todos sabemos que la mayoría de los trabajadores, viven con un salario aporreado por la incesante inflación y por la trimestral abusona re etiquetación, de lo que consumimos, en especial los productos fabricados y los que vienen del campo, también sufren aumentos por los altos costos de los combustibles para producirlos o transportarlos (Carnes, verduras, granos, lácteos etc.) Así pues, no nos escapamos de los aumentos a lo largo del año, pero el “raquítico aumento salarial” sólo se da una vez al año. Voy a mencionar los 4 conceptos de este análisis: Lo ALEGRE, Lo TRISTE, Lo PEOR, y por último la IMPOTENCIA que sufre cada familia que es maltratada. El primero la Alegría, es reconfortante, ya es diciembre, hasta los humildes, dentro de sus carencias, disfrutan los regalos, posadas, peregrinaciones, el árbol, el nacimiento, la noche buena, el año nuevo. Muchos colectivos y algunos gobernantes, les tienden la mano a los humildes, hasta con leña para mitigar el frio. Los 3 que siguen son duros. Lo Triste, Lo Peor y la Impotencia, los pondré en un solo tema, en el que, casi todo el mundo lo hemos padecido, me refiero, al “ROBO” en sus múltiples facetas (pago de piso, asalto a mano armada, secuestro virtual o el peor, cuando lo levantan y piden recompensa, amenazas para despojarlo de lo que trae, y un largo etcétera) Voy a poner un hipotético ejemplo de un robo. A un humilde asalariado le arrebatan $1650 pesos que era el sueldo de la semana. Como va a salir sin los $$$ de su “chivo”, pedir más fiado, endrogarse más y no le queda ni, para ir a denunciar a las autoridades el asalto, ya lo expresé antes, vienen vueltas y papeleo y vuelva mañana etc. Mejor a resignarse y encabr… y la pobre esposa reza y llora. Imaginemos, que por coincidencia ese mismo día, robaron a una gran empresa, las ganancias, también de una semana, el monto fue enorme $ 485 mil pesos. El empresario también se duele, pero vea la diferencia. Ahora, se hace un gran alboroto. Pero, el empresario “NO” va a la fiscalía, de haya vienen: peritos, patrullas, los del seguro, toman fotos, revisan cámaras. Gracias al poder de la empresa cuenta con un “Seguro” sólo va a pagar un deducible de unos 25 mil pesos o un poco más y el seguro le va a devolver, más de 400 mil pesos, le costó el robo, pero recuperó, como un 75%. EN EL OTRO LADO DEL HIPOTÉTICO EJEMPLO, SON DESPOJADOS Y HASTA GOLPEADOS O DESAPARECIDOS MILES. SON DE LA CLASE MEDIA, PARA ABAJO, ELLOS NO RECUPERAN NADA POR NO TENER UN COSTOSO SEGURO, SI APENAS SALEN SU SEMANA CON LIMITACIONES. LAS AUTORIDADES DE CADA 100 ROBOS RESCATAN, SI MUCHO 4, PERO ESO SÍ, TRAEN VEHÍCULOS DE LUJO, SE AMONTONAN CUANDO EL ROBO ES EN GRANDE Y SI HAY UN ACRIBILLADO, RECOGEN HASTÁ EL ÚLTIMO CARTUCHO PERCUTIDO. ¡ES DE LAMENTAR QUE EL GOBIERNO, NO NOS PERMITA DEFENDERNOS CON “ALGO”!
Emiliano Fco. Ornelas | Profesor
