/ sábado 16 de noviembre de 2019

¿Estás Listo? 

Con mucha tristeza nos damos cuenta por todos los medios que la moral de la sociedad se degenera día a día. El ser humano es cada vez más malvado y depravado. Pareciera que sea ha perdido toda sensibilidad. El “amar a tu próximo como a ti mismo” parece un “historia” del pasado. La violencia contra la mujer, desapariciones de personas, violencia en toda su expresión, son cosas que tristemente se ha vuelto el pan de cada día. Con frecuencia ocurren desastres naturales alrededor del mundo. Gran parte de la belleza original de nuestro planeta ya está irremediablemente arruinada a causa de nuestro pecado. De hecho, todo el universo es como un gigantesco reloj que está perdiendo su cuerda. ¡Un día se detendrá para siempre! Dicen estudiosos que debido a la contaminación del medio ambiente al mundo le quedan unos cuantos años de vida. “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora” (Romanos 8:22). Muchos ya han dejado de confiar en Dios argumentando que “si Dios existe porque hay tanta maldad en mundo” sin percatarnos que somos los seres humanos que nos hemos retirado de Dios. Estas y muchísimas cosas más, me hacen preguntarme ¿se estará cumpliendo la palabra de Dios donde dice? "y Por haberse multiplicado la maldad, El Amor de MUCHOS SE enfriará" (Mateo 24:12) Entonces surge una pregunta más ¿Será cierto que este sistema está por colapsar? La verdad, no lo sé. La palabra de Dios NO dice ni del día, no la hora que esto terminara, solo Dios los sabe (Mateo 24:36) Pero ¿Cuánto tiempo más viviremos usted y yo? ¿Veinte, treinta, cincuenta o más años? Tampoco lo sabemos. Entonces, sea que este mudo termine, o lo dejemos en algún tiempo, debemos estar preparados para ello.

En Mateo 25:1-13 Jesús nos da una maravillosa enseñanza. Es la parábola de las diez vírgenes. El tema principal de esta parábola es la necesidad de estar preparados en todo tiempo para cualquiera de las dos cosas que suceda. La identificación de las diez vírgenes. Las cinco prudentes representan aquellos que están preparados, que hacen la voluntad de Dios, y las cinco insensatas son los que no están preparados, pues se quedan estancados en no hacer la voluntad de Dios.

Entendemos entonces lo importante es estar preparados esperando que una u otra cosa suceda, el termino de este sistema, o, nuestra partida de este mundo. Así lo expresa en Lucas 21:34-36 “Pero tengan cuidado de que su corazón no se recargue de glotonería y embriaguez, ni de las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no les sobrevenga de repente. Porque caerá como un lazo sobre todos los que habitan la faz de la tierra. Por lo tanto, manténganse siempre atentos, y oren para que se les considere dignos de escapar de todo lo que habrá de suceder, y de presentarse ante el Hijo del Hombre”; por lo tanto, Dios nos llama a estar vigilantes, a orar en todo tiempo para hacer su voluntad, porque caerá como un lazo sobre los que habitan sobre la faz de la tierra.

La pregunta más importante ahora es: ¿Cómo podemos estar preparados para tales cosas? Algunas personas que piensan que están listas pero Jesús dice “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. (Mateo 7:21)

¿Qué debemos hacer entonces? En primer lugar debemos reconocer los errores que hemos cometido y corregir nuestra vida. Si hemos quebrantado la palabra de Dios, debemos enmendarlo. Y aunque Dios no requiere de nosotros que venzamos todos nuestros malos hábitos por nosotros mismos, sí quiere que los reconozcamos y nos dispongamos a renunciar a ellos. La Biblia llama a este proceso arrepentimiento. Además, debemos aceptar la muerte de Jesús en la cruz por nuestros pecados y pedirle que perdone tales pecados. Pedirle a Jesucristo que sea nuestro Señor y estar dispuestos a hacer su voluntad de ahora en adelante.

Cuando hemos cumplido todas estas condiciones, Dios hace dos cosas por nosotros. Primero, nos perdona. Y segundo, transforma nuestras mentes y emociones para que ahora odiemos las cosas malas que antes amábamos, y amemos las cosas buenas que antes odiábamos. A esto se lo conoce como nuevo nacimiento, una nueva vida en Cristo. Y es entonces que podemos decir ¡Estoy listo!


Con mucha tristeza nos damos cuenta por todos los medios que la moral de la sociedad se degenera día a día. El ser humano es cada vez más malvado y depravado. Pareciera que sea ha perdido toda sensibilidad. El “amar a tu próximo como a ti mismo” parece un “historia” del pasado. La violencia contra la mujer, desapariciones de personas, violencia en toda su expresión, son cosas que tristemente se ha vuelto el pan de cada día. Con frecuencia ocurren desastres naturales alrededor del mundo. Gran parte de la belleza original de nuestro planeta ya está irremediablemente arruinada a causa de nuestro pecado. De hecho, todo el universo es como un gigantesco reloj que está perdiendo su cuerda. ¡Un día se detendrá para siempre! Dicen estudiosos que debido a la contaminación del medio ambiente al mundo le quedan unos cuantos años de vida. “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora” (Romanos 8:22). Muchos ya han dejado de confiar en Dios argumentando que “si Dios existe porque hay tanta maldad en mundo” sin percatarnos que somos los seres humanos que nos hemos retirado de Dios. Estas y muchísimas cosas más, me hacen preguntarme ¿se estará cumpliendo la palabra de Dios donde dice? "y Por haberse multiplicado la maldad, El Amor de MUCHOS SE enfriará" (Mateo 24:12) Entonces surge una pregunta más ¿Será cierto que este sistema está por colapsar? La verdad, no lo sé. La palabra de Dios NO dice ni del día, no la hora que esto terminara, solo Dios los sabe (Mateo 24:36) Pero ¿Cuánto tiempo más viviremos usted y yo? ¿Veinte, treinta, cincuenta o más años? Tampoco lo sabemos. Entonces, sea que este mudo termine, o lo dejemos en algún tiempo, debemos estar preparados para ello.

En Mateo 25:1-13 Jesús nos da una maravillosa enseñanza. Es la parábola de las diez vírgenes. El tema principal de esta parábola es la necesidad de estar preparados en todo tiempo para cualquiera de las dos cosas que suceda. La identificación de las diez vírgenes. Las cinco prudentes representan aquellos que están preparados, que hacen la voluntad de Dios, y las cinco insensatas son los que no están preparados, pues se quedan estancados en no hacer la voluntad de Dios.

Entendemos entonces lo importante es estar preparados esperando que una u otra cosa suceda, el termino de este sistema, o, nuestra partida de este mundo. Así lo expresa en Lucas 21:34-36 “Pero tengan cuidado de que su corazón no se recargue de glotonería y embriaguez, ni de las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no les sobrevenga de repente. Porque caerá como un lazo sobre todos los que habitan la faz de la tierra. Por lo tanto, manténganse siempre atentos, y oren para que se les considere dignos de escapar de todo lo que habrá de suceder, y de presentarse ante el Hijo del Hombre”; por lo tanto, Dios nos llama a estar vigilantes, a orar en todo tiempo para hacer su voluntad, porque caerá como un lazo sobre los que habitan sobre la faz de la tierra.

La pregunta más importante ahora es: ¿Cómo podemos estar preparados para tales cosas? Algunas personas que piensan que están listas pero Jesús dice “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. (Mateo 7:21)

¿Qué debemos hacer entonces? En primer lugar debemos reconocer los errores que hemos cometido y corregir nuestra vida. Si hemos quebrantado la palabra de Dios, debemos enmendarlo. Y aunque Dios no requiere de nosotros que venzamos todos nuestros malos hábitos por nosotros mismos, sí quiere que los reconozcamos y nos dispongamos a renunciar a ellos. La Biblia llama a este proceso arrepentimiento. Además, debemos aceptar la muerte de Jesús en la cruz por nuestros pecados y pedirle que perdone tales pecados. Pedirle a Jesucristo que sea nuestro Señor y estar dispuestos a hacer su voluntad de ahora en adelante.

Cuando hemos cumplido todas estas condiciones, Dios hace dos cosas por nosotros. Primero, nos perdona. Y segundo, transforma nuestras mentes y emociones para que ahora odiemos las cosas malas que antes amábamos, y amemos las cosas buenas que antes odiábamos. A esto se lo conoce como nuevo nacimiento, una nueva vida en Cristo. Y es entonces que podemos decir ¡Estoy listo!