/ viernes 27 de octubre de 2023

Espejos de vida | Sembrando, siempre sembrando

Hay personas especiales que nos acompañan durante nuestro trayecto de vida, con quienes compartimos sueños e ilusiones y conforme vamos caminando por los distintos senderos, vamos construyendo andamios de esperanza al dar seguimiento y consecución a las metas propuestas, tanto personales, como familiares y laborales.

Estos seres de luz, son un temple para el espíritu y brindan confort al alma, son brazos que reciben, que dan; estos se abren en los momentos cruciales para soportar y dar apoyo emocional, porque al paso de los años, los hilos seleccionados para tejer la amistad, no pierden brillo e intensidad, tampoco perecen ni se difuminan en el devenir del tiempo, la materia prima seleccionada es resistente, soporta los embates del camino y se fortalece continuamente con la convivencia y puesta en práctica de valores universales.

Dedico estas sencillas palabras a una amiga, comadre, compañera y confidente, como un reconocimiento a su trayectoria docente, a las tres décadas al servicio de la educación desde los distintos puestos y funciones específicas, que, al fin y al cabo, tienen como foco principal, el aprendizaje y desarrollo del alumno; hasta llegar a la culminación de su servicio con su reciente jubilación.

La profesora Manuela Villalobos Elizondo, es oriunda de La Cruz, Balleza, Chihuahua, esposa del profesor Ramón Campuzano Escalante y madre de dos hermosos hijos: la doctora Kyara Lee y Nomar Campuzano Villalobos.

Muchas son las cualidades que la caracterizan como persona, no obstante, este escrito, alude al entusiasmo, dedicación, empeño y perseverancia mostrados al ejercer dentro y fuera del aula escolar.

Como la gran mayoría de los docentes, al inicio de su carrera, empieza en el medio rural, dejando casa y familia para atender su puesto; su profesionalización y deseo de superación fueron siempre una constante en su actuar, por lo que la inclusión y dominio del uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), la lleva de regreso a la cabecera municipal para atender el aula de medios, que en ese momento estaba empezando a tener auge dentro del ámbito escolar.

Conocedora de la importancia de la actualización y profesionalización que esta carrera demanda, así como los cambios vertiginosos que se han presentado en los últimos tiempos, se tituló como Licenciada, seguidamente cursó su Maestría y Doctorado en Educación, aunado a los múltiples diplomados y talleres cursados que la posesionaron como tallerista, tanto ante sus compañeros de zona escolar como a nivel estatal.

Participó y ganó en convocatorias para ascender a otros puestos y funciones, siendo así, como ocupó el puesto de subdirección en una escuela primaria de Ciudad Juárez, posteriormente, llega a la dirección escolar en esa misma ciudad y en Chihuahua capital, nombramientos que ejerció, con gran compromiso y entusiasmo, demostrando su clara visión, capacidad de liderazgo y de gestión escolar, reestructurando espacios, contextos, actividades y proyectos, diseñando estrategias innovadoras, en búsqueda de la generación de cambios positivos y efectivos en la comunidad escolar a su cargo.

Para ella, llegar a esta etapa de jubilación, es motivo de satisfacción y agradecimiento; siente el deber cumplido; el haber entregado su tiempo y esfuerzos a una profesión que la ha colmado de bendiciones, aprendizajes, socialización y compañerismo. Está consciente de que cierra un círculo muy importante en su vida para dar inicio a nuevos proyectos personales y familiares.

Por tales motivos, se sabe que abarcar su vida docente en este breve espacio es prácticamente imposible, sin embargo, puede constatarse que la huella dejada en el camino andado, es la integración de su preparación académica, vivencias y experiencias acumuladas, recuerdo que trascenderá por muchas generaciones que tuvieron la suerte de coincidir en tiempos y espacios, porque bien lo dijo el poeta Marcos Rafael Blanco en su poema “Sembradores”: “Hay que ser cual abejas que en la colmena/ fabrican para todos dulces panales/ hay que ser como el agua que va serena/brindando al mundo entero frescos raudales”.

Maestra Cuquis Sandoval Olivas


Hay personas especiales que nos acompañan durante nuestro trayecto de vida, con quienes compartimos sueños e ilusiones y conforme vamos caminando por los distintos senderos, vamos construyendo andamios de esperanza al dar seguimiento y consecución a las metas propuestas, tanto personales, como familiares y laborales.

Estos seres de luz, son un temple para el espíritu y brindan confort al alma, son brazos que reciben, que dan; estos se abren en los momentos cruciales para soportar y dar apoyo emocional, porque al paso de los años, los hilos seleccionados para tejer la amistad, no pierden brillo e intensidad, tampoco perecen ni se difuminan en el devenir del tiempo, la materia prima seleccionada es resistente, soporta los embates del camino y se fortalece continuamente con la convivencia y puesta en práctica de valores universales.

Dedico estas sencillas palabras a una amiga, comadre, compañera y confidente, como un reconocimiento a su trayectoria docente, a las tres décadas al servicio de la educación desde los distintos puestos y funciones específicas, que, al fin y al cabo, tienen como foco principal, el aprendizaje y desarrollo del alumno; hasta llegar a la culminación de su servicio con su reciente jubilación.

La profesora Manuela Villalobos Elizondo, es oriunda de La Cruz, Balleza, Chihuahua, esposa del profesor Ramón Campuzano Escalante y madre de dos hermosos hijos: la doctora Kyara Lee y Nomar Campuzano Villalobos.

Muchas son las cualidades que la caracterizan como persona, no obstante, este escrito, alude al entusiasmo, dedicación, empeño y perseverancia mostrados al ejercer dentro y fuera del aula escolar.

Como la gran mayoría de los docentes, al inicio de su carrera, empieza en el medio rural, dejando casa y familia para atender su puesto; su profesionalización y deseo de superación fueron siempre una constante en su actuar, por lo que la inclusión y dominio del uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), la lleva de regreso a la cabecera municipal para atender el aula de medios, que en ese momento estaba empezando a tener auge dentro del ámbito escolar.

Conocedora de la importancia de la actualización y profesionalización que esta carrera demanda, así como los cambios vertiginosos que se han presentado en los últimos tiempos, se tituló como Licenciada, seguidamente cursó su Maestría y Doctorado en Educación, aunado a los múltiples diplomados y talleres cursados que la posesionaron como tallerista, tanto ante sus compañeros de zona escolar como a nivel estatal.

Participó y ganó en convocatorias para ascender a otros puestos y funciones, siendo así, como ocupó el puesto de subdirección en una escuela primaria de Ciudad Juárez, posteriormente, llega a la dirección escolar en esa misma ciudad y en Chihuahua capital, nombramientos que ejerció, con gran compromiso y entusiasmo, demostrando su clara visión, capacidad de liderazgo y de gestión escolar, reestructurando espacios, contextos, actividades y proyectos, diseñando estrategias innovadoras, en búsqueda de la generación de cambios positivos y efectivos en la comunidad escolar a su cargo.

Para ella, llegar a esta etapa de jubilación, es motivo de satisfacción y agradecimiento; siente el deber cumplido; el haber entregado su tiempo y esfuerzos a una profesión que la ha colmado de bendiciones, aprendizajes, socialización y compañerismo. Está consciente de que cierra un círculo muy importante en su vida para dar inicio a nuevos proyectos personales y familiares.

Por tales motivos, se sabe que abarcar su vida docente en este breve espacio es prácticamente imposible, sin embargo, puede constatarse que la huella dejada en el camino andado, es la integración de su preparación académica, vivencias y experiencias acumuladas, recuerdo que trascenderá por muchas generaciones que tuvieron la suerte de coincidir en tiempos y espacios, porque bien lo dijo el poeta Marcos Rafael Blanco en su poema “Sembradores”: “Hay que ser cual abejas que en la colmena/ fabrican para todos dulces panales/ hay que ser como el agua que va serena/brindando al mundo entero frescos raudales”.

Maestra Cuquis Sandoval Olivas