/ sábado 20 de noviembre de 2021

Entre voces | Jóvenes en el mundo

Haciendo un poco de memoria recuerdo de niño un comercial para sacar una credencial llamada “Plan Joven”, y me llamaba la atención que con esa tarjeta podrían viajar con descuentos por todo el mundo. Con el correr de los años, en una etapa de mi formación sacerdotal, a los 20 años, tuve la oportunidad de pasar la frontera norte, rumbo a Roma a estudiar filosofía. Fue una gran experiencia conocer aquel continente y toda su cultura. En esa ciudad llena de peregrinos de todas las edades, veía jóvenes de mi edad o menores que sus viajes de preparatoria lo hacían a otro país. Como nunca, los años venideros, pude constatar la oportunidad que conseguían de viajar y ampliar sus horizontes.

Mañana se celebra la Jornada Mundial de la Juventud en la Iglesia Católica para vivirse de manera diocesana, y ya van calentando motores para una Jornada Nacional en agosto del 2022 en Guadalajara y en el verano del 2023 en Lisboa, Portugal. He visto ya como sacerdote, el entusiasmo de muchos por participar en estos eventos, aunque siempre la limitación de muchos es el estar lejos y el costo que implican esos eventos. Sin embargo, cuando he podido acompañar a grupos, les he dicho que no sean ellos mismos el obstáculo. Si quieren que algo pase, hagan todo lo que esté en sus manos para hacer que suceda.

Muchos adolescentes y jóvenes esperan que todo les den los adultos. Que los lleven a la escuela, que los recojan al salir, pareciera que ya no pueden caminar por las calles o quieren simplemente “evitar la fatiga”. Como adulto y asesor de ellos, veo la necesidad de motivarlos a tener ideales, anhelos y luchar por conseguirlos. Querer irse a estudiar a otra ciudad no debe ser algo que resuelvan sus padres, sino un proyecto donde ellos vean las dificultades, costos, el trabajo y empeño necesario en las clases. Será un grave error que nuestra generación quiera diluir lo sabroso de la vida, los retos que pueden vencer y las conquistas que puedan alcanzar.

En México el 28 por ciento de la población está entre 15 y 29 años. Es un país joven, pero cerrado a las oportunidades que les brinda un mundo de posibilidades. Los padres no les corten las alas, sino enséñenlos a volar, aunque lo hagan lejos de sus brazos. Quizá lo importante es ayudarlos a hacer un plan de vuelo. Un proyecto y una maleta que no esté llena de egoísmos y pesimismos, sino de esperanza y de un gran amor por el prójimo.

Acabo de leer una nota de una chica parralense nominada al Grammy, con una canción en inglés llamada “Lady”. Me pregunté inmediatamente ¿La conozco? ¿La oí cantar alguna vez aquí en alguna escuela o evento? Mi sorpresa es que no, y en verdad deseo que triunfe y que todos los jóvenes que veo a diario puedan encontrar las fuerzas suficientes para ir por sus sueños. La próxima semana del 21 al 28 de este mes, en toda América Latina se tendrá una Asamblea eclesial, la sede será México en la Basílica de Guadalupe. Laicos, obispos, sacerdotes y religiosas participarán en ella. Espero que el tema de los jóvenes cobre una mayor importancia y reconozcamos la riqueza que tenemos en las nuevas generaciones. Tanto la sociedad, como la Iglesia, tenemos el gran reto de brindarles mayores oportunidades de desarrollo. La verdad me alegra y llena de esperanza saber que hay muchos jóvenes en el mundo.

Pbro. Leonel Larios Medina | Sacerdote católico y licenciado en Comunicación Social

Haciendo un poco de memoria recuerdo de niño un comercial para sacar una credencial llamada “Plan Joven”, y me llamaba la atención que con esa tarjeta podrían viajar con descuentos por todo el mundo. Con el correr de los años, en una etapa de mi formación sacerdotal, a los 20 años, tuve la oportunidad de pasar la frontera norte, rumbo a Roma a estudiar filosofía. Fue una gran experiencia conocer aquel continente y toda su cultura. En esa ciudad llena de peregrinos de todas las edades, veía jóvenes de mi edad o menores que sus viajes de preparatoria lo hacían a otro país. Como nunca, los años venideros, pude constatar la oportunidad que conseguían de viajar y ampliar sus horizontes.

Mañana se celebra la Jornada Mundial de la Juventud en la Iglesia Católica para vivirse de manera diocesana, y ya van calentando motores para una Jornada Nacional en agosto del 2022 en Guadalajara y en el verano del 2023 en Lisboa, Portugal. He visto ya como sacerdote, el entusiasmo de muchos por participar en estos eventos, aunque siempre la limitación de muchos es el estar lejos y el costo que implican esos eventos. Sin embargo, cuando he podido acompañar a grupos, les he dicho que no sean ellos mismos el obstáculo. Si quieren que algo pase, hagan todo lo que esté en sus manos para hacer que suceda.

Muchos adolescentes y jóvenes esperan que todo les den los adultos. Que los lleven a la escuela, que los recojan al salir, pareciera que ya no pueden caminar por las calles o quieren simplemente “evitar la fatiga”. Como adulto y asesor de ellos, veo la necesidad de motivarlos a tener ideales, anhelos y luchar por conseguirlos. Querer irse a estudiar a otra ciudad no debe ser algo que resuelvan sus padres, sino un proyecto donde ellos vean las dificultades, costos, el trabajo y empeño necesario en las clases. Será un grave error que nuestra generación quiera diluir lo sabroso de la vida, los retos que pueden vencer y las conquistas que puedan alcanzar.

En México el 28 por ciento de la población está entre 15 y 29 años. Es un país joven, pero cerrado a las oportunidades que les brinda un mundo de posibilidades. Los padres no les corten las alas, sino enséñenlos a volar, aunque lo hagan lejos de sus brazos. Quizá lo importante es ayudarlos a hacer un plan de vuelo. Un proyecto y una maleta que no esté llena de egoísmos y pesimismos, sino de esperanza y de un gran amor por el prójimo.

Acabo de leer una nota de una chica parralense nominada al Grammy, con una canción en inglés llamada “Lady”. Me pregunté inmediatamente ¿La conozco? ¿La oí cantar alguna vez aquí en alguna escuela o evento? Mi sorpresa es que no, y en verdad deseo que triunfe y que todos los jóvenes que veo a diario puedan encontrar las fuerzas suficientes para ir por sus sueños. La próxima semana del 21 al 28 de este mes, en toda América Latina se tendrá una Asamblea eclesial, la sede será México en la Basílica de Guadalupe. Laicos, obispos, sacerdotes y religiosas participarán en ella. Espero que el tema de los jóvenes cobre una mayor importancia y reconozcamos la riqueza que tenemos en las nuevas generaciones. Tanto la sociedad, como la Iglesia, tenemos el gran reto de brindarles mayores oportunidades de desarrollo. La verdad me alegra y llena de esperanza saber que hay muchos jóvenes en el mundo.

Pbro. Leonel Larios Medina | Sacerdote católico y licenciado en Comunicación Social