/ miércoles 22 de diciembre de 2021

En Sobremesa con Maxi | Vida Inmerecida

Estamos por conmemorar el nacimiento de quien vino a revolucionar por completo la historia de la humanidad, alguien que para muchos ha cambiado su vida con tan solo nacer en las condiciones que lo hizo, para otros al conocerlo pudieron darse cuenta de que no era un niño como los demás, hubo quien inclusive buscó asesinarlo desde su nacimiento porque era quien cumpliría la profecía que liberaría a toda una nación.

Existieron a quienes maravilló cuando era pequeño porque prestaba atención completa a cosas del cielo que en su mayoría solo lo hacían los adultos, corría en medio de pastos verdes como un corderito siendo libre entre todos los que ahí habitaban.

Por más de dos mil años han hablado de él, de sus pasos que daba por la tierra, de a quienes les daba algún mensaje, aquellos con los que convivió, con los que pudo compartir días completos en desiertos, de igual manera como olvidar las noches de estrellas en el cielo que iluminaban todos esos lugares.

Cuando me imagino el momento en que todo esto sucedía no me queda duda de que fue increíble el cual la tierra completa se cimbro porque algo tan espectacular estaba sucediendo, quién imaginaría que de una joven adolescente en un pueblito de grandes carencias económicas vendría a nacer un rey, el rey que gobernaría el mundo entero.

No fue en una gran ciudad, tampoco en un hospital de alta especialidad o inclusive con médicos privados, sino todo lo contrario sucedió entre los animales, la pastura y la noche fría en donde la mujer dio a luz.

Cuando logro comprender esa escena en mi mente es ahí donde todo dentro de mi le encuentra una razón de existencia a quien él es, lo que vino a enseñar, lo importante de nuestras acciones y el gran amor de un Padre al desprenderse de su único hijo para que diera vida a personas como nosotros que estábamos muertos.

Teniendo en conciencia todo lo anterior me quedo sin palabras cuando veo que aún creyendo en él no logramos comprender la magnitud de lo que eso representó, la humanidad entera estábamos destinados a morir, cada rincón del planeta tierra se encontraba en completo distanciamiento de quien les había creado, no importaba si éramos parte o no de la nación, al final del tiempo estábamos destinados a morir de una forma atroz.

Me imagino el pensamiento de aquella mujer quien con valentía recibe la instrucción de alguien fuera de este planeta diciéndole que nacerá de su vientre un bebé que vendría a reconciliarnos con aquel con quien estábamos totalmente rotos, no existía otra manera de poder volver a conectar lo efímero con lo eterno, como si estuviésemos teniendo una segunda oportunidad de vida.

Aún con lo que somos, con nuestras manchas en nuestras ropas, las heridas abiertas de nuestro cuerpo, el dolor penetrante en nosotros, aún y con todo eso viene a darnos ropas nuevas, limpiar nuestras heridas, sanar nuestro dolor para dejar de ser creación al convertirnos en hijos.

Nunca olvidemos el verdadero significado de la navidad, no se trata de regalos o si en tu mesa tuviste un festín, la verdadera navidad viene de reconocer que nació aquel que mostró lo que es el verdadero amor, no tomemos el lugar dentro de un pesebre que no nos corresponde, mejor aprendamos de lo que desde niño enseñó, pero sobre todo pongámoslo en práctica, las palabras se las lleva el viento, las acciones perduran para siempre.

Maxi Joel Nevárez Ramírez | Lic. en Administración Gubernamental

Estamos por conmemorar el nacimiento de quien vino a revolucionar por completo la historia de la humanidad, alguien que para muchos ha cambiado su vida con tan solo nacer en las condiciones que lo hizo, para otros al conocerlo pudieron darse cuenta de que no era un niño como los demás, hubo quien inclusive buscó asesinarlo desde su nacimiento porque era quien cumpliría la profecía que liberaría a toda una nación.

Existieron a quienes maravilló cuando era pequeño porque prestaba atención completa a cosas del cielo que en su mayoría solo lo hacían los adultos, corría en medio de pastos verdes como un corderito siendo libre entre todos los que ahí habitaban.

Por más de dos mil años han hablado de él, de sus pasos que daba por la tierra, de a quienes les daba algún mensaje, aquellos con los que convivió, con los que pudo compartir días completos en desiertos, de igual manera como olvidar las noches de estrellas en el cielo que iluminaban todos esos lugares.

Cuando me imagino el momento en que todo esto sucedía no me queda duda de que fue increíble el cual la tierra completa se cimbro porque algo tan espectacular estaba sucediendo, quién imaginaría que de una joven adolescente en un pueblito de grandes carencias económicas vendría a nacer un rey, el rey que gobernaría el mundo entero.

No fue en una gran ciudad, tampoco en un hospital de alta especialidad o inclusive con médicos privados, sino todo lo contrario sucedió entre los animales, la pastura y la noche fría en donde la mujer dio a luz.

Cuando logro comprender esa escena en mi mente es ahí donde todo dentro de mi le encuentra una razón de existencia a quien él es, lo que vino a enseñar, lo importante de nuestras acciones y el gran amor de un Padre al desprenderse de su único hijo para que diera vida a personas como nosotros que estábamos muertos.

Teniendo en conciencia todo lo anterior me quedo sin palabras cuando veo que aún creyendo en él no logramos comprender la magnitud de lo que eso representó, la humanidad entera estábamos destinados a morir, cada rincón del planeta tierra se encontraba en completo distanciamiento de quien les había creado, no importaba si éramos parte o no de la nación, al final del tiempo estábamos destinados a morir de una forma atroz.

Me imagino el pensamiento de aquella mujer quien con valentía recibe la instrucción de alguien fuera de este planeta diciéndole que nacerá de su vientre un bebé que vendría a reconciliarnos con aquel con quien estábamos totalmente rotos, no existía otra manera de poder volver a conectar lo efímero con lo eterno, como si estuviésemos teniendo una segunda oportunidad de vida.

Aún con lo que somos, con nuestras manchas en nuestras ropas, las heridas abiertas de nuestro cuerpo, el dolor penetrante en nosotros, aún y con todo eso viene a darnos ropas nuevas, limpiar nuestras heridas, sanar nuestro dolor para dejar de ser creación al convertirnos en hijos.

Nunca olvidemos el verdadero significado de la navidad, no se trata de regalos o si en tu mesa tuviste un festín, la verdadera navidad viene de reconocer que nació aquel que mostró lo que es el verdadero amor, no tomemos el lugar dentro de un pesebre que no nos corresponde, mejor aprendamos de lo que desde niño enseñó, pero sobre todo pongámoslo en práctica, las palabras se las lleva el viento, las acciones perduran para siempre.

Maxi Joel Nevárez Ramírez | Lic. en Administración Gubernamental