/ miércoles 20 de abril de 2022

En sobremesa con Maxi | Miedos

La vida por en si misma trae sus propios pesares, dificultades y contratiempos que nos obligan a tener que ser fuertes, valientes e incluso tener un grado alto de resiliencia que logre mitigar el incendio que provoca en nuestras mentes a todo lo que debemos de darle su lugar o terminarlo.

Desde niños se nos ha inculcado que la vida no es fácil, imaginemos un niño que debe hacer trabajos escolares para que pueda acreditar la asignatura, por primera vez sabe que si no lo hace seguramente tendrá por resultado un regaño de su padre o si logra comprender la magnitud de eso sabrá que al finalizar tendrá que cursar nuevamente el grado escolar al reprobar.

Observamos una gran tensión en los alumnos de preparatoria al estar en el último semestre de su bachillerato, la decisión más trascendental está por tomarse, si seguirán estudiando y donde lo realizarán, el futuro de esos jóvenes está por definirse.

Recordar el momento cuando se atrevió una persona a pedirle matrimonio a su pareja fue una decisión que no cualquiera tomaría o que debió ser muy sabio ya que no es tan fácil el comer, dormir, jugar o adaptarse por el resto de los días a otro ser humano.

Tal vez supiste que le tenías miedo a las arañas porque en una película viste que salían de forma gigante y se comían a las personas por donde pasaban, un personaje con rostro pintado de payaso desde una alcantarilla hacia que niños entraran ahí para con eso poder comerlos dentro con su afilada dentadura.

La soledad también es algo que no es tan placentera para muchos, el durar mucho tiempo sin una persona les causa pavor e inclusive cuadros graves de ansiedad, desconocer si en un futuro estarás con alguien trae como consecuencia que de miedo tener que vivirlo.

Has tenido el mismo empleo durante años, siempre has vivido en el mismo lugar haciendo inimaginable que de la noche a la mañana pudiera venir alguien a pedirte que lo dejes porque han decidido colocar a alguien más o la casa donde vives ha sido embargada por el banco al no cumplir con los pagos del crédito hipotecario que obtuviste.

Todos tenemos distintos miedos, pudiese tratarse de cosas que significan el no poder dar un paso por el estrés que sentimos en nuestro cuerpo, las manos sudorosas o inclusive caer al piso en señal de que se está viviendo un momento de colapso mental y emocional.

Es momento de detenernos, respirar profundo, ver directo a lo que nos está causando ese miedo y enfrentarlo con fuerza sabiendo que lo que hay dentro de nosotros es más grande de lo que pudiéramos imaginar, tomar aquello y apropiarte de su poder. Al final del día nosotros somos quienes les hemos dado esa fuerza para atacarnos, que mejor que hagamos un cambio volteando el tablero de ajedrez para ser quienes venzamos y rompamos con toda esa obscuridad que se ha puesto como un listón negro cubriendo los ojos para no permitirnos ver lo magníficos que podemos ser.

Suelta la cadena que te está haciendo sangrar, deja de lastimar tus manos con aquellos miedos que buscan arruinar todo tu potencial, no permitas que las situaciones o pasado sean más grandes que tú, al final de cuentas la luna no podría dar luz si no fuera por el sol, tu miedo no tiene por si mismos poder, excepto el que tú le estas dando.


Lic. Maxi Joel Nevárez | Administración Gubernamental

La vida por en si misma trae sus propios pesares, dificultades y contratiempos que nos obligan a tener que ser fuertes, valientes e incluso tener un grado alto de resiliencia que logre mitigar el incendio que provoca en nuestras mentes a todo lo que debemos de darle su lugar o terminarlo.

Desde niños se nos ha inculcado que la vida no es fácil, imaginemos un niño que debe hacer trabajos escolares para que pueda acreditar la asignatura, por primera vez sabe que si no lo hace seguramente tendrá por resultado un regaño de su padre o si logra comprender la magnitud de eso sabrá que al finalizar tendrá que cursar nuevamente el grado escolar al reprobar.

Observamos una gran tensión en los alumnos de preparatoria al estar en el último semestre de su bachillerato, la decisión más trascendental está por tomarse, si seguirán estudiando y donde lo realizarán, el futuro de esos jóvenes está por definirse.

Recordar el momento cuando se atrevió una persona a pedirle matrimonio a su pareja fue una decisión que no cualquiera tomaría o que debió ser muy sabio ya que no es tan fácil el comer, dormir, jugar o adaptarse por el resto de los días a otro ser humano.

Tal vez supiste que le tenías miedo a las arañas porque en una película viste que salían de forma gigante y se comían a las personas por donde pasaban, un personaje con rostro pintado de payaso desde una alcantarilla hacia que niños entraran ahí para con eso poder comerlos dentro con su afilada dentadura.

La soledad también es algo que no es tan placentera para muchos, el durar mucho tiempo sin una persona les causa pavor e inclusive cuadros graves de ansiedad, desconocer si en un futuro estarás con alguien trae como consecuencia que de miedo tener que vivirlo.

Has tenido el mismo empleo durante años, siempre has vivido en el mismo lugar haciendo inimaginable que de la noche a la mañana pudiera venir alguien a pedirte que lo dejes porque han decidido colocar a alguien más o la casa donde vives ha sido embargada por el banco al no cumplir con los pagos del crédito hipotecario que obtuviste.

Todos tenemos distintos miedos, pudiese tratarse de cosas que significan el no poder dar un paso por el estrés que sentimos en nuestro cuerpo, las manos sudorosas o inclusive caer al piso en señal de que se está viviendo un momento de colapso mental y emocional.

Es momento de detenernos, respirar profundo, ver directo a lo que nos está causando ese miedo y enfrentarlo con fuerza sabiendo que lo que hay dentro de nosotros es más grande de lo que pudiéramos imaginar, tomar aquello y apropiarte de su poder. Al final del día nosotros somos quienes les hemos dado esa fuerza para atacarnos, que mejor que hagamos un cambio volteando el tablero de ajedrez para ser quienes venzamos y rompamos con toda esa obscuridad que se ha puesto como un listón negro cubriendo los ojos para no permitirnos ver lo magníficos que podemos ser.

Suelta la cadena que te está haciendo sangrar, deja de lastimar tus manos con aquellos miedos que buscan arruinar todo tu potencial, no permitas que las situaciones o pasado sean más grandes que tú, al final de cuentas la luna no podría dar luz si no fuera por el sol, tu miedo no tiene por si mismos poder, excepto el que tú le estas dando.


Lic. Maxi Joel Nevárez | Administración Gubernamental