/ miércoles 4 de mayo de 2022

En sobremesa con Maxi | Extraños sentimientos

Recuerdo cuando era niño que mi madre me hacía descansar y disfrutar el día al cantarme la siguiente melodía: “amor chiquito acabado de nacer, tu eres mi encanto, eres todo mi querer, ven a mis brazos te amare con ilusión, porque te quiero y te doy mi corazón”. Aunque podría sonar una melodía más que canta una madre a su hijo, al escucharla mi corazón se conectaba al de ella haciendo que todo el llanto o tristeza desapareciera por completo.

Ahora en mi etapa como adulto han sobrado momentos en los cuales sentirme sin fuerzas para continuar luchando por mis sueños, al cerrar mis ojos se me vienen a la mente esos momentos de canto y de forma extraordinaria logran calmarme para así descansar. Cuando voy a casa de mi madre lo primero que hace es abrazarme, me da tranquilidad, como si sintiera todas las cargas que llevo, hace que todo lo que está sucediendo quede de lado en ese momento y logre por un instante conectarme de nueva cuenta con su corazón, no existirá ningún medicamento o acción que pueda impactarme tanto de esa manera como lo hace mi madre.

Las luchas diarias son las que nos hacen aprender, fortalecernos y saber que debemos tomar acciones para que las enfrentemos de la mejor forma posible con la experiencia que nos dejó el tenerlas en nuestro camino, los pensamientos de derrota abundan cuando las cosas no pintan para ir de la mejor manera, la frustración llena de enojos se apodera de nuestra mente queriendo derrotarnos y enterrarnos en lo más profundo de la tierra.

Tomar decisiones siempre traerá consecuencias, para algunos podrían ser positivas para otros tantos llegar al punto de la negatividad, lo que sí es seguro es que después de tomar un rumbo por decisión es entender que ese camino estará lleno de retos a los cuales no tendrás de otra más que sortearlos.

Al ver la tan famosa película de Avatar me deja muchas enseñanzas, seres que pertenecen a una comunidad muy arraigada a sus creencias logran conectarse de una forma tan profunda que en las raíces de sus árboles encuentras entre ellos más conexiones que en el mismo cerebro humano, que sin duda me parece algo impresionante, imaginemos lo que sucede cuando el corazón de una persona logra conectarse al corazón de otra, pareciera como si una explosión atómica estuviera efectuándose por dentro al hacer contacto uno con el otro.

Mi madre hace eso cuando me canta, mi pareja me da un sentido de protección como nadie más, sentir que las cosas pueden esperar, aunque no se viera de esa manera es algo que solo al vivirlo podrías sentir esa experiencia.

Los afanes de la vida nos hacen creer que todo debe ser tan acelerado, tan complicado, como si todo estuviera dentro de un autódromo al cual estamos dándole constantemente vueltas para que otras personas nos vieran y poder levantar el trofeo frente a sus ojos, al igual tratando de resolver todas cosas al mismo tiempo, invirtiendo energías extras como tratar de alcanzar el arcoíris y tomarlo con nuestras manos.

Una frase que me impacto mucho dentro de toda la película de Avatar fue la siguiente: “Nunca debes rendirte a la desesperación, si te permites ir por ese camino, te rendirás ante tus instintos más bajos, en tiempos obscuros, la esperanza es algo que te das a ti mismo, ese es el verdadero significado de la verdadera fuerza interior”.


Maxi Joel Nevárez | Lic. en Administración Gubernamental

Recuerdo cuando era niño que mi madre me hacía descansar y disfrutar el día al cantarme la siguiente melodía: “amor chiquito acabado de nacer, tu eres mi encanto, eres todo mi querer, ven a mis brazos te amare con ilusión, porque te quiero y te doy mi corazón”. Aunque podría sonar una melodía más que canta una madre a su hijo, al escucharla mi corazón se conectaba al de ella haciendo que todo el llanto o tristeza desapareciera por completo.

Ahora en mi etapa como adulto han sobrado momentos en los cuales sentirme sin fuerzas para continuar luchando por mis sueños, al cerrar mis ojos se me vienen a la mente esos momentos de canto y de forma extraordinaria logran calmarme para así descansar. Cuando voy a casa de mi madre lo primero que hace es abrazarme, me da tranquilidad, como si sintiera todas las cargas que llevo, hace que todo lo que está sucediendo quede de lado en ese momento y logre por un instante conectarme de nueva cuenta con su corazón, no existirá ningún medicamento o acción que pueda impactarme tanto de esa manera como lo hace mi madre.

Las luchas diarias son las que nos hacen aprender, fortalecernos y saber que debemos tomar acciones para que las enfrentemos de la mejor forma posible con la experiencia que nos dejó el tenerlas en nuestro camino, los pensamientos de derrota abundan cuando las cosas no pintan para ir de la mejor manera, la frustración llena de enojos se apodera de nuestra mente queriendo derrotarnos y enterrarnos en lo más profundo de la tierra.

Tomar decisiones siempre traerá consecuencias, para algunos podrían ser positivas para otros tantos llegar al punto de la negatividad, lo que sí es seguro es que después de tomar un rumbo por decisión es entender que ese camino estará lleno de retos a los cuales no tendrás de otra más que sortearlos.

Al ver la tan famosa película de Avatar me deja muchas enseñanzas, seres que pertenecen a una comunidad muy arraigada a sus creencias logran conectarse de una forma tan profunda que en las raíces de sus árboles encuentras entre ellos más conexiones que en el mismo cerebro humano, que sin duda me parece algo impresionante, imaginemos lo que sucede cuando el corazón de una persona logra conectarse al corazón de otra, pareciera como si una explosión atómica estuviera efectuándose por dentro al hacer contacto uno con el otro.

Mi madre hace eso cuando me canta, mi pareja me da un sentido de protección como nadie más, sentir que las cosas pueden esperar, aunque no se viera de esa manera es algo que solo al vivirlo podrías sentir esa experiencia.

Los afanes de la vida nos hacen creer que todo debe ser tan acelerado, tan complicado, como si todo estuviera dentro de un autódromo al cual estamos dándole constantemente vueltas para que otras personas nos vieran y poder levantar el trofeo frente a sus ojos, al igual tratando de resolver todas cosas al mismo tiempo, invirtiendo energías extras como tratar de alcanzar el arcoíris y tomarlo con nuestras manos.

Una frase que me impacto mucho dentro de toda la película de Avatar fue la siguiente: “Nunca debes rendirte a la desesperación, si te permites ir por ese camino, te rendirás ante tus instintos más bajos, en tiempos obscuros, la esperanza es algo que te das a ti mismo, ese es el verdadero significado de la verdadera fuerza interior”.


Maxi Joel Nevárez | Lic. en Administración Gubernamental