/ miércoles 22 de junio de 2022

En Sobremesa con Maxi | “Al infinito y más acá”

“Se suicida joven al interior de vivienda en Parral”, “Dos suicidios y un intento de suicidio ayer en Parral”, “Estudiante de universidad intentó quitarse la vida”, “Se suicida otra mujer en Parral”, “Otro intento de suicidio ahora en una preparatoria”, “Menor se quita la vida en la comunidad”, “Otro suicidio, ahora en….”.

Lo que acabas de leer es el encabezado de por lo menos ocho periódicos locales dando la información sobre personas que han decidido suicidarse o que intentaron hacerlo, nuestra ciudad está siendo golpeada por una ola de suicidios bastante extensa que cada vez supera más a la cifra dada el año anterior, niños, adolescentes, adultos, ricos o pobres no hay distinción para el fenómeno en el que nos encontramos.

Vamos al cine a divertirnos con nuestros pequeños mientras disfrutamos de unas exquisitas palomitas con su complemento el refresco bien helado de preferencia, sentémonos que ya está por iniciar la función que con ansias estábamos esperando, reímos con las escenas en las que los personajes dan muestra de su talento, o al menos sus creadores logran transmitir a través de la caricatura, ¡espera! ¿Qué pasó? Hay dos chicas abrazándose y dándose un beso en la boca, “¡salgamos de aquí, corran por sus vidas!”.

¡Wow esa escena estuvo fuerte, creo que mis hijos no debieron de ver eso!, ¿Ahora qué les voy a explicar al llegar a casa?, espero no me vayan a preguntar sobre eso porque es un tema incómodo de explicar. Es verdad, muchos padres en casa no se encuentran preparados para dar respuestas a las interrogantes que muchos niños tienen acerca de la vida, la interrogante que se manifiesta es que en realidad la generación de “cristal” terminó con el que se refieren a los adolescentes actualmente más bien se adecua a los padres que al día de hoy no saben dar respuestas a estos cuestionamientos.

Al leer las noticias por las mañanas y ver en los encabezados notas sobre suicidios entiendo que nos estresa más lo que sucede en una película que lo que ocurre realmente en la vida de las persona en su desesperación ha tomado la decisión de arrancarse la vida como si tapáramos nuestros ojos con una mano pero el otro quedará al descubierto, en realidad lo que ha quedado al descubierto es nuestra falta total de empatía con aquellos que pudieron tener la oportunidad de ser escuchados, entendidos, valorados y amados.

Conocemos un sinfín de casos alrededor del mundo en donde muchos de esos suicidios han sido causados por pensamientos sembrados de padres que lejos de tomarse un tiempo para escuchar lo que los corazones de los niños quieren expresar, prefieren encerrarlos en una burbuja que les impida conocer lo que en realidad está sucediendo en la calle; las personas que están deambulando como vagabundos, las mujeres que están siendo violentadas por el hecho de ser mujeres, las personas con otra orientación sexual e incluso humilladas porque decidieron salir de un armario oscuro a la posibilidad de respirar fuera de ese espacio.

Las excusas, respuestas o justificaciones siempre existirán para seguir cegados en la forma de pensar individualista que como seres humanos por naturaleza tenemos, mientras tanto al estar debatiendo con alguien más sobre si es correcto o no una muestra de amor de dos personajes ficticios y si esta debiera ser vista por los niños, deberíamos estar mejor centrando nuestra energía en amor, empatía y conocimiento para erradicar el suicidio en nuestra comunidad.


Maxi Nevárez | Administración Gubernamental

“Se suicida joven al interior de vivienda en Parral”, “Dos suicidios y un intento de suicidio ayer en Parral”, “Estudiante de universidad intentó quitarse la vida”, “Se suicida otra mujer en Parral”, “Otro intento de suicidio ahora en una preparatoria”, “Menor se quita la vida en la comunidad”, “Otro suicidio, ahora en….”.

Lo que acabas de leer es el encabezado de por lo menos ocho periódicos locales dando la información sobre personas que han decidido suicidarse o que intentaron hacerlo, nuestra ciudad está siendo golpeada por una ola de suicidios bastante extensa que cada vez supera más a la cifra dada el año anterior, niños, adolescentes, adultos, ricos o pobres no hay distinción para el fenómeno en el que nos encontramos.

Vamos al cine a divertirnos con nuestros pequeños mientras disfrutamos de unas exquisitas palomitas con su complemento el refresco bien helado de preferencia, sentémonos que ya está por iniciar la función que con ansias estábamos esperando, reímos con las escenas en las que los personajes dan muestra de su talento, o al menos sus creadores logran transmitir a través de la caricatura, ¡espera! ¿Qué pasó? Hay dos chicas abrazándose y dándose un beso en la boca, “¡salgamos de aquí, corran por sus vidas!”.

¡Wow esa escena estuvo fuerte, creo que mis hijos no debieron de ver eso!, ¿Ahora qué les voy a explicar al llegar a casa?, espero no me vayan a preguntar sobre eso porque es un tema incómodo de explicar. Es verdad, muchos padres en casa no se encuentran preparados para dar respuestas a las interrogantes que muchos niños tienen acerca de la vida, la interrogante que se manifiesta es que en realidad la generación de “cristal” terminó con el que se refieren a los adolescentes actualmente más bien se adecua a los padres que al día de hoy no saben dar respuestas a estos cuestionamientos.

Al leer las noticias por las mañanas y ver en los encabezados notas sobre suicidios entiendo que nos estresa más lo que sucede en una película que lo que ocurre realmente en la vida de las persona en su desesperación ha tomado la decisión de arrancarse la vida como si tapáramos nuestros ojos con una mano pero el otro quedará al descubierto, en realidad lo que ha quedado al descubierto es nuestra falta total de empatía con aquellos que pudieron tener la oportunidad de ser escuchados, entendidos, valorados y amados.

Conocemos un sinfín de casos alrededor del mundo en donde muchos de esos suicidios han sido causados por pensamientos sembrados de padres que lejos de tomarse un tiempo para escuchar lo que los corazones de los niños quieren expresar, prefieren encerrarlos en una burbuja que les impida conocer lo que en realidad está sucediendo en la calle; las personas que están deambulando como vagabundos, las mujeres que están siendo violentadas por el hecho de ser mujeres, las personas con otra orientación sexual e incluso humilladas porque decidieron salir de un armario oscuro a la posibilidad de respirar fuera de ese espacio.

Las excusas, respuestas o justificaciones siempre existirán para seguir cegados en la forma de pensar individualista que como seres humanos por naturaleza tenemos, mientras tanto al estar debatiendo con alguien más sobre si es correcto o no una muestra de amor de dos personajes ficticios y si esta debiera ser vista por los niños, deberíamos estar mejor centrando nuestra energía en amor, empatía y conocimiento para erradicar el suicidio en nuestra comunidad.


Maxi Nevárez | Administración Gubernamental