/ miércoles 11 de septiembre de 2019

El Padre de la Patria

Nos encontramos en el mes más mexicano, donde los sentimientos patrios brotan como tallos vigorosos del viejo tronco que se encuentra regado por la lluvia de esperanza, de identidad y de un nacionalismo genuino.

La historia nos envuelve en su magia, en su mística y en una realidad distante, que sin embargo tomamos por cierta, porque representa nuestras raíces, nuestro origen y encontramos en ella ese adhesivo invisible que fomenta una unidad nacional, motivo de alegría, de convivencia y emociones exaltadas por el orgullo de ser y de sentirse mexicano.

Como ciudadanos sentimos la necesidad de creer, de identificarnos e incluso de idolatrar a alguien, en éste mes de septiembre un frase que se utiliza con mucha frecuencia es “El Padre de la Patria”, con ello nos referimos a un personaje cuya biografía mitificamos para convertirla en fuente de inspiración patriótica, su imagen la utilizamos como símbolo nacional, con ello pretendemos rendirle el mayor homenaje posible a una figura histórica, al cual consideramos como el padre de nuestra patria.

A lo largo de la historia no son muchos los países que reconocen a un fundador de la patria, como ejemplos podemos mencionar a José de San Martín denominado Padre de la Patria en Argentina, Bernardo O’Higgins denominado Padre de la Patria en Chile y Miguel Hidalgo y Costilla considerado el Padre de la Patria en México, en ese contexto mexicano José María Morelos y Pavón es considerado Siervo de la Nación o Constructor de la Patria y Guadalupe Victoria quien es considerado como Benemérito de la Patria.

Pero quién es y que hizo Miguel Hidalgo y Costilla para ser merecedor de esta distinción, él nació un 8 de mayo de 1753 en la hacienda de San Diego Corrralejo en Pénjamo, Guanajuato, sus primeros estudios los realizó en el Colegio de San Nicolás en la ciudad que hoy conocemos como Morelia, Michoacán, donde destaco en las materias de Teología, Filosofía, Artes y Gramática Latina. Sus estudios superiores los realizó en la ciudad de México y para el año de 1773 se graduó en Filosofía y Teología.

En el año de 1978 se ordenó como sacerdote, convirtiéndose en el Cura de Dolores, donde se destacó por emprender tareas para mejorar las condiciones de vida de los pobladores. Hidalgo desde su juventud fue un hombre de carácter rebelde, de un gran bagaje cultural, conocedor de las ideas de la ilustración y de la revolución francesa, sus amigos le conocían con el apodo de “El Zorro”, por la astucia que demostraba en los juegos intelectuales, además estudio letras Latinas, aprendió el idioma Francés, domino algunas lenguas indígenas como el otomí, náhuatl y purépecha.

Hidalgo comulgó con la antigua tradición del patriotismo criollo y con esas ideas liberales se unió a un grupo de patriotas para conspirar a favor de la Independencia de México en el año de 1810, su participación en la conspiración de Querétaro fue fundamental para convocar al pueblo a levantarse en armas y luchar por la Independencia, aquel 16 de septiembre a las cinco de la mañana usando las campanas de la parroquia convoco a la misa patronal y dio el llamado “Grito de Dolores”, con lo que se considera dio inicio la lucha formal para lograr la Independencia de México de la Corona Española.

Tras varios meses de lucha armada donde se tuvieron victorias y luego algunas derrotas y disputas internas, Hidalgo perdió el mando y decidió partir rumbo al norte con la intención de llegar a Estados Unidos, sin embargo, fue traicionado y capturado por Ignacio Elizondo en el estado de Coahuila el 21 de mayo de 1911, fue llevado a Chihuahua para ser sometido a un doble proceso eclesiástico y civil, como resultado fue expulsado del sacerdocio y condenado a muerte, fue ejecutado el 30 de julio de 1911 en el antiguo Colegio de los Jesuitas, hoy Palacio de Gobierno de Chihuahua.

Hidalgo fue un líder humanista que abolió la esclavitud y enarboló el estandarte de la soberanía y la libertad de México, por ello es considerado “El Padre de la Patria”

Nos encontramos en el mes más mexicano, donde los sentimientos patrios brotan como tallos vigorosos del viejo tronco que se encuentra regado por la lluvia de esperanza, de identidad y de un nacionalismo genuino.

La historia nos envuelve en su magia, en su mística y en una realidad distante, que sin embargo tomamos por cierta, porque representa nuestras raíces, nuestro origen y encontramos en ella ese adhesivo invisible que fomenta una unidad nacional, motivo de alegría, de convivencia y emociones exaltadas por el orgullo de ser y de sentirse mexicano.

Como ciudadanos sentimos la necesidad de creer, de identificarnos e incluso de idolatrar a alguien, en éste mes de septiembre un frase que se utiliza con mucha frecuencia es “El Padre de la Patria”, con ello nos referimos a un personaje cuya biografía mitificamos para convertirla en fuente de inspiración patriótica, su imagen la utilizamos como símbolo nacional, con ello pretendemos rendirle el mayor homenaje posible a una figura histórica, al cual consideramos como el padre de nuestra patria.

A lo largo de la historia no son muchos los países que reconocen a un fundador de la patria, como ejemplos podemos mencionar a José de San Martín denominado Padre de la Patria en Argentina, Bernardo O’Higgins denominado Padre de la Patria en Chile y Miguel Hidalgo y Costilla considerado el Padre de la Patria en México, en ese contexto mexicano José María Morelos y Pavón es considerado Siervo de la Nación o Constructor de la Patria y Guadalupe Victoria quien es considerado como Benemérito de la Patria.

Pero quién es y que hizo Miguel Hidalgo y Costilla para ser merecedor de esta distinción, él nació un 8 de mayo de 1753 en la hacienda de San Diego Corrralejo en Pénjamo, Guanajuato, sus primeros estudios los realizó en el Colegio de San Nicolás en la ciudad que hoy conocemos como Morelia, Michoacán, donde destaco en las materias de Teología, Filosofía, Artes y Gramática Latina. Sus estudios superiores los realizó en la ciudad de México y para el año de 1773 se graduó en Filosofía y Teología.

En el año de 1978 se ordenó como sacerdote, convirtiéndose en el Cura de Dolores, donde se destacó por emprender tareas para mejorar las condiciones de vida de los pobladores. Hidalgo desde su juventud fue un hombre de carácter rebelde, de un gran bagaje cultural, conocedor de las ideas de la ilustración y de la revolución francesa, sus amigos le conocían con el apodo de “El Zorro”, por la astucia que demostraba en los juegos intelectuales, además estudio letras Latinas, aprendió el idioma Francés, domino algunas lenguas indígenas como el otomí, náhuatl y purépecha.

Hidalgo comulgó con la antigua tradición del patriotismo criollo y con esas ideas liberales se unió a un grupo de patriotas para conspirar a favor de la Independencia de México en el año de 1810, su participación en la conspiración de Querétaro fue fundamental para convocar al pueblo a levantarse en armas y luchar por la Independencia, aquel 16 de septiembre a las cinco de la mañana usando las campanas de la parroquia convoco a la misa patronal y dio el llamado “Grito de Dolores”, con lo que se considera dio inicio la lucha formal para lograr la Independencia de México de la Corona Española.

Tras varios meses de lucha armada donde se tuvieron victorias y luego algunas derrotas y disputas internas, Hidalgo perdió el mando y decidió partir rumbo al norte con la intención de llegar a Estados Unidos, sin embargo, fue traicionado y capturado por Ignacio Elizondo en el estado de Coahuila el 21 de mayo de 1911, fue llevado a Chihuahua para ser sometido a un doble proceso eclesiástico y civil, como resultado fue expulsado del sacerdocio y condenado a muerte, fue ejecutado el 30 de julio de 1911 en el antiguo Colegio de los Jesuitas, hoy Palacio de Gobierno de Chihuahua.

Hidalgo fue un líder humanista que abolió la esclavitud y enarboló el estandarte de la soberanía y la libertad de México, por ello es considerado “El Padre de la Patria”