/ martes 5 de noviembre de 2019

El honor de los hombres que mataron a Desdémona y que continúan matando mujeres.


Desdémona es la esposa de Otelo, ambos personajes de una obra de teatro escrita aproximadamente en el año 1600 por el famoso escritor Inglés William Shakespeare. Es inevitable al menos haber escuchado su nombre y el de algunas de sus obras de teatro como Romeo y Julieta. En el caso de Otelo es curioso y rompe esquemas sobre todo en una cultura racista donde el poder lo ejercen siempre los blancos, como es el caso de las culturas anglosajonas. Aquí nos encontramos con un personaje principal de color, Otelo, El moro de Venecia. Un hombre noble y valiente. Tenemos un padre, un astuto envidioso, un tonto pretendiente y Otelo un esposo enamorado y celoso. Cada uno por diferentes razones dan muerte a una hermosa e inocente mujer.

La inocente Desdémona es víctima del honor de los hombres, primero del de su padre que en su amor posesivo tiene un ideal de hija que difiere de la realidad de una mujer real con sentimientos y emociones como cualquier otro ser humano. Brebancio es el personaje de un padre horrorizado al ver a su bella hija casada con un hombre negro. Un padre que siente su honor ultrajado con un acto de amor, que él considera desigual. Como es común aplicar en otros nuestras creencias producto de nuestras ideologías y vivencias, en este caso el honor es producto de ello y de un mecanismo de proyección frecuente. Entonces el padre ataca el honor del negro Otelo susurrándole que su hija lo va a engañar porque no es natural que una joven bella se enamore de un hombre casi bestia (pues en algunos diálogos de Shakespeare el hombre negro se le compara a un caballo, ósea con una bestia) Brebancio busca la explicación a tan desconcertante amor en que Otelo habrá usado remedios dudosos o magia negra para conseguir el amor de su santa hija. El padre celoso de Desdémona no veía en ningún pretendiente alguien digno de la belleza y pureza de su hija.

Entonces otro personaje Iago que por un racismo desenfrenado y ambicioso de poder, odia a Otelo. Iago no tolera que Otelo sea de mayor rango que él y emprende un plan para destruir el matrimonio de Otelo y Desdémona, haciendo uso de técnicas de psicología bastante perspicaces con quienes manipula. Este personaje es un maestro de los estereotipos, un excelente manipulador y conocedor de las complejas emociones y sentimientos humanos así como de la naturaleza de la sociedad occidental de principios del siglo VXII en la que vive. Poco a poco va creando una telaraña estilo telenovela de televisa al grado de convertir a Otelo en un demonio de los celos. Desdémona es completamente pura e inocente sin sospechar siquiera que su esposo está muriendo de Celos, y que Iago a sus espaldas abusa de la manera más vil de su honor de casta y fiel. (Cuídese de no tener un envidioso Iago a sus espaldas que lo esté difamando) Un Iago que sabe aprovechar las oportunidades y hacer uso de las debilidades y fortalezas de quienes abusa. Como un tonto Rodrigo que enamorado platónicamente sin tener ningún oportunidad con Desdémona que ni en el mundo lo hace, pero Iago lo hace creer que sí. Así que Desdémona es indirectamente dañada hasta por el honor de un iluso enamorado que ella ignora por completo. De un honorable Cassio a quien ella defiende con justa razón, pero de manera inocente pues no sabe que al hacerlo esta alimentadndo los celos de su marido y dando ventaja al plan de Iago. Iago encuentra en Cassio el hombre perfecto para poner celoso a Otelo, pues Cassio es guapo, valiente, con buena posición. Otelo ama con locura a su esposa pero la ve tan superior y tan hermosa para él y Iago sabe aprovechar estas debilidades para enfermarlo de celos. Así que el inconsciente de Otelo, él mismo ha internalizado el racismo y ni quiera se salva por ser un general respetado de alto rango, valiente, honesto y excelente estratega en el combate. Ni siquiera se salva con el amor ciego y obsesivo que le profesa su esposa que lo ve tan atractivo y con tanta admiración. Otelo cegado por los celos mata a su hermosa esposa que tanto lo ama.

Otelo es una obra con complejos personajes shakesperianos que después de más de 400 años conservan su condiciones psicológicas vigentes. Los crímenes pasionales siguen estando a la orden del día. El más fuerte ultraja y mata al más débil. Desdémona aunque es una mujer privilegiada que tiene un status social y económico. Una hermosa mujer de los mas altos rangos venecianos, digna de un príncipe. Queda cautivada por la elocuencia y valentía de Otelo, se enamora de sus conversaciones y actos de valor. Y aunque todo parece que será un matrimonio digno de romper esquemas y prejuicios raciales, un matrimonio que pudo dar ejemplo de equidad pero que queda devastado ante el racismo, envidia, la ambición de poder y los celos. Con un trasfondo de diferentes conceptos de honor deformados, ya sea un honor por aires de superioridad como el del padre, un honor tergiversado por el racismo y la ambición como el de Iago, un honor torpe de un pretendiente ignorante, y un honor desfigurado por los celos de un esposo con un sentimiento de inferioridad por su condición de raza.




Desdémona es la esposa de Otelo, ambos personajes de una obra de teatro escrita aproximadamente en el año 1600 por el famoso escritor Inglés William Shakespeare. Es inevitable al menos haber escuchado su nombre y el de algunas de sus obras de teatro como Romeo y Julieta. En el caso de Otelo es curioso y rompe esquemas sobre todo en una cultura racista donde el poder lo ejercen siempre los blancos, como es el caso de las culturas anglosajonas. Aquí nos encontramos con un personaje principal de color, Otelo, El moro de Venecia. Un hombre noble y valiente. Tenemos un padre, un astuto envidioso, un tonto pretendiente y Otelo un esposo enamorado y celoso. Cada uno por diferentes razones dan muerte a una hermosa e inocente mujer.

La inocente Desdémona es víctima del honor de los hombres, primero del de su padre que en su amor posesivo tiene un ideal de hija que difiere de la realidad de una mujer real con sentimientos y emociones como cualquier otro ser humano. Brebancio es el personaje de un padre horrorizado al ver a su bella hija casada con un hombre negro. Un padre que siente su honor ultrajado con un acto de amor, que él considera desigual. Como es común aplicar en otros nuestras creencias producto de nuestras ideologías y vivencias, en este caso el honor es producto de ello y de un mecanismo de proyección frecuente. Entonces el padre ataca el honor del negro Otelo susurrándole que su hija lo va a engañar porque no es natural que una joven bella se enamore de un hombre casi bestia (pues en algunos diálogos de Shakespeare el hombre negro se le compara a un caballo, ósea con una bestia) Brebancio busca la explicación a tan desconcertante amor en que Otelo habrá usado remedios dudosos o magia negra para conseguir el amor de su santa hija. El padre celoso de Desdémona no veía en ningún pretendiente alguien digno de la belleza y pureza de su hija.

Entonces otro personaje Iago que por un racismo desenfrenado y ambicioso de poder, odia a Otelo. Iago no tolera que Otelo sea de mayor rango que él y emprende un plan para destruir el matrimonio de Otelo y Desdémona, haciendo uso de técnicas de psicología bastante perspicaces con quienes manipula. Este personaje es un maestro de los estereotipos, un excelente manipulador y conocedor de las complejas emociones y sentimientos humanos así como de la naturaleza de la sociedad occidental de principios del siglo VXII en la que vive. Poco a poco va creando una telaraña estilo telenovela de televisa al grado de convertir a Otelo en un demonio de los celos. Desdémona es completamente pura e inocente sin sospechar siquiera que su esposo está muriendo de Celos, y que Iago a sus espaldas abusa de la manera más vil de su honor de casta y fiel. (Cuídese de no tener un envidioso Iago a sus espaldas que lo esté difamando) Un Iago que sabe aprovechar las oportunidades y hacer uso de las debilidades y fortalezas de quienes abusa. Como un tonto Rodrigo que enamorado platónicamente sin tener ningún oportunidad con Desdémona que ni en el mundo lo hace, pero Iago lo hace creer que sí. Así que Desdémona es indirectamente dañada hasta por el honor de un iluso enamorado que ella ignora por completo. De un honorable Cassio a quien ella defiende con justa razón, pero de manera inocente pues no sabe que al hacerlo esta alimentadndo los celos de su marido y dando ventaja al plan de Iago. Iago encuentra en Cassio el hombre perfecto para poner celoso a Otelo, pues Cassio es guapo, valiente, con buena posición. Otelo ama con locura a su esposa pero la ve tan superior y tan hermosa para él y Iago sabe aprovechar estas debilidades para enfermarlo de celos. Así que el inconsciente de Otelo, él mismo ha internalizado el racismo y ni quiera se salva por ser un general respetado de alto rango, valiente, honesto y excelente estratega en el combate. Ni siquiera se salva con el amor ciego y obsesivo que le profesa su esposa que lo ve tan atractivo y con tanta admiración. Otelo cegado por los celos mata a su hermosa esposa que tanto lo ama.

Otelo es una obra con complejos personajes shakesperianos que después de más de 400 años conservan su condiciones psicológicas vigentes. Los crímenes pasionales siguen estando a la orden del día. El más fuerte ultraja y mata al más débil. Desdémona aunque es una mujer privilegiada que tiene un status social y económico. Una hermosa mujer de los mas altos rangos venecianos, digna de un príncipe. Queda cautivada por la elocuencia y valentía de Otelo, se enamora de sus conversaciones y actos de valor. Y aunque todo parece que será un matrimonio digno de romper esquemas y prejuicios raciales, un matrimonio que pudo dar ejemplo de equidad pero que queda devastado ante el racismo, envidia, la ambición de poder y los celos. Con un trasfondo de diferentes conceptos de honor deformados, ya sea un honor por aires de superioridad como el del padre, un honor tergiversado por el racismo y la ambición como el de Iago, un honor torpe de un pretendiente ignorante, y un honor desfigurado por los celos de un esposo con un sentimiento de inferioridad por su condición de raza.