/ lunes 5 de octubre de 2020

El Espectador | García Luna, a primera vista


El cable del Gobierno de Estados Unidos tiene una fecha: 11 de diciembre de 2006. Su clasificación original: “Confidencial”, por órdenes de Charles V. Barclay, un hombre conocido como Chip que sirvió 28 años al Departamento de Estado en América Latina, África, Asia y Europa, y que hoy da clases de Política Global en Cal Poly, en San Luis Obispo, California. Desde la embajada de Estados Unidos en México se informó a toda la red de inteligencia estadounidense que Felipe Calderón anunció a su gabinete de seguridad un día antes de tomar el poder. La lista incluía a Guillermo Galván Galván, como secretario de Defensa. Mariano Francisco Saynez Mendoza, en la Marina. Genaro García Luna, como secretario de Seguridad Pública. Y Eduardo Medina Mora como Procurador General de la República.

La embajada de Estados Unidos escribió en el cable que la designación de Guillermo Galván Galván parecía ser una señal de que Calderón quería preservar la continuidad en el Ejército. Además de que él era considerado un buen amigo de Washington y hablaba muy bien inglés. Fue la cabeza del Estado Mayor Presidencial y estuvo en la embajada de México en España, además de que dirigió el Colegio Militar. Así lo describen los estadounidenses.

Francisco Saynez Mendoza fue una sorpresa, dice el documento, porque tenía una relación muy mala con el secretario de Marina que se iba y saltó como la selección de Calderón después de que la prensa alegara que la esposa del favorito tenía conexiones familiares con el narco.

Cabeza de la Secretaría de Seguridad Pública en el gobierno saliente de Vicente Fox, fue nombrado Eduardo Medina Mora como el procurador general de la República. Su reto principal, advertía Estados Unidos, será combatir el narcotráfico y el crimen organizado. Fue el único funcionario que tuvo que ser confirmado por el Senado, cosa que sucedió el jueves 7 de diciembre de 2006.

Genaro García Luna es mencionado al final del cable, y es a quien dedican más párrafos. Indican que Calderón reemplazó a Medina Mora como secretario de Seguridad Pública con un oficial que fue nombrado director de planeación y operaciones de la Policía Judicial en diciembre del 2000. Ayudó a transformar a la Judicial (“Altamente ensuciada por la corrupción”, dice EU) en la Agencia Federal de Investigaciones, un híbrido del FBI y la DEA, bajo un mismo techo. Una policía de investigación profesional que cambió su nombre oficialmente en noviembre del 2001. Entre 1989 y 1998 trabajó en el CISEN.

“Comentario: García Luna ha sido un enlace de confianza, socio y amigo del FBI desde sus días en la PFP (1998-2000). Él es un “big picture guy” y estratega, que se aproxima a los problemas como el ingeniero que es. Su reputación personal es muy buena, a pesar de que algunos de sus subordinados no han sido tan favorables. Interlocutores en la Embajada los describen como una personalidad intensa. Su español a veces es un murmullo y habla de una forma que incluso es difícil de entender para los hablantes nativos. Su inglés es despreciable. Su actitud hacia Estados Unidos es amistosa.



El cable del Gobierno de Estados Unidos tiene una fecha: 11 de diciembre de 2006. Su clasificación original: “Confidencial”, por órdenes de Charles V. Barclay, un hombre conocido como Chip que sirvió 28 años al Departamento de Estado en América Latina, África, Asia y Europa, y que hoy da clases de Política Global en Cal Poly, en San Luis Obispo, California. Desde la embajada de Estados Unidos en México se informó a toda la red de inteligencia estadounidense que Felipe Calderón anunció a su gabinete de seguridad un día antes de tomar el poder. La lista incluía a Guillermo Galván Galván, como secretario de Defensa. Mariano Francisco Saynez Mendoza, en la Marina. Genaro García Luna, como secretario de Seguridad Pública. Y Eduardo Medina Mora como Procurador General de la República.

La embajada de Estados Unidos escribió en el cable que la designación de Guillermo Galván Galván parecía ser una señal de que Calderón quería preservar la continuidad en el Ejército. Además de que él era considerado un buen amigo de Washington y hablaba muy bien inglés. Fue la cabeza del Estado Mayor Presidencial y estuvo en la embajada de México en España, además de que dirigió el Colegio Militar. Así lo describen los estadounidenses.

Francisco Saynez Mendoza fue una sorpresa, dice el documento, porque tenía una relación muy mala con el secretario de Marina que se iba y saltó como la selección de Calderón después de que la prensa alegara que la esposa del favorito tenía conexiones familiares con el narco.

Cabeza de la Secretaría de Seguridad Pública en el gobierno saliente de Vicente Fox, fue nombrado Eduardo Medina Mora como el procurador general de la República. Su reto principal, advertía Estados Unidos, será combatir el narcotráfico y el crimen organizado. Fue el único funcionario que tuvo que ser confirmado por el Senado, cosa que sucedió el jueves 7 de diciembre de 2006.

Genaro García Luna es mencionado al final del cable, y es a quien dedican más párrafos. Indican que Calderón reemplazó a Medina Mora como secretario de Seguridad Pública con un oficial que fue nombrado director de planeación y operaciones de la Policía Judicial en diciembre del 2000. Ayudó a transformar a la Judicial (“Altamente ensuciada por la corrupción”, dice EU) en la Agencia Federal de Investigaciones, un híbrido del FBI y la DEA, bajo un mismo techo. Una policía de investigación profesional que cambió su nombre oficialmente en noviembre del 2001. Entre 1989 y 1998 trabajó en el CISEN.

“Comentario: García Luna ha sido un enlace de confianza, socio y amigo del FBI desde sus días en la PFP (1998-2000). Él es un “big picture guy” y estratega, que se aproxima a los problemas como el ingeniero que es. Su reputación personal es muy buena, a pesar de que algunos de sus subordinados no han sido tan favorables. Interlocutores en la Embajada los describen como una personalidad intensa. Su español a veces es un murmullo y habla de una forma que incluso es difícil de entender para los hablantes nativos. Su inglés es despreciable. Su actitud hacia Estados Unidos es amistosa.