/ lunes 24 de mayo de 2021

El Espectador | Chaos Monkeys

“Apple tiene 147 mil empleados a tiempo completo. A alrededor de 1.4 por ciento de ellos no le gustó que Apple contratara a @antoniogm (dos mil firmaron una petición para una "investigación" sobre sus puntos de vista). Apple luego se dio la vuelta y lo despidió. ¿Por qué esta loca regla de la minoría? ¿La cola meneando al perro? ¿Mgmt sin espinas?”, escribió el inversionista Marcelo P. Lima. El hombre de negocios que opera desde Miami, Florida, se refiere a Antonio García Martínez y su breve paso por la empresa que encabeza Tim Cook. Se deshicieron de un problema creciente de golpe, pero abrieron un nuevo frente de críticas y reflexiones.

Antonio García Martínez escribió un bestseller titulado Chaos Monkeys, publicado en junio de 2016. “El Chaos Monkey, en realidad, es un software creado por Netflix. Lo que hace, literalmente, es apagar los servidores de la empresa. Ponen a prueba si en realidad pueden seguir transmitiendo en stream, por ejemplo, House of Cards. Imagine un mono salvaje asaltando un centro de datos, desconectando los equipos. Actualmente, Silicon Valley es el zoológico donde se guardan los monos responsables de este caos. Se mueven por ahí y sabotean los taxis y dicen: “Mira, ahora todo el mundo puede ser un taxista, gracias a Uber”. O dicen: “¡No más hoteles! Aquel que disponga de una habitación sobrante puede tener su propio hotel [es lo que hace Airbnb] Hoy en día, Silicon Valley es para mí un ruidoso grupo de monos que están probando la sociedad actual. La pregunta que tenemos nosotros, como sociedad, es cómo somos de fuertes en relación a estos monos y lo que están haciendo a nuestra sociedad”, dijo en septiembre de 2016 el autor en el programa de Knowledge@Wharton.

Durante la entrevista, destacan que utiliza su experiencia como fundador/CEO de AdGrok, como gerente de producto en Facebook y asesor de Twitter para ofrecer a los lectores una idea de lo que sucede dentro de Silicon Valley.

Mike Peterson, en Apple Insider, informó apenas el pasado 10 de mayo que la empresa de Cupertino había contratado al autor para fortalecer su plataforma de anuncios. Unos días después, The Verge reveló que un grupo de empleados de Apple redactó una petición solicitando una investigación sobre la contratación de Antonio García Martínez. Expresaron su preocupación por sus opiniones sobre las mujeres y las personas de color. Su contratación, argumentaron, cuestiona partes de nuestro sistema de inclusión en Apple, incluidos los paneles de contratación, la verificación de antecedentes y nuestro proceso para garantizar que nuestra cultura de inclusión existente sea lo suficientemente fuerte como para resistir a las personas que no comparten nuestros valores inclusivos.

Apple dijo unos días después que García Martínez ya no trabajaba con ellos.

Cuando estés en el trabajo, manténte alejado de la política. Esta regla, generalmente aceptada en todo el mundo, no aplica en el mundo de la tecnología, dice esta semana The Economist. Lo cierto también es que muchos negocios lejos de Silicon Valley están tratando de alejarse de estos conflictos internos sin que se hagan públicos, y están fallando.

“Apple tiene 147 mil empleados a tiempo completo. A alrededor de 1.4 por ciento de ellos no le gustó que Apple contratara a @antoniogm (dos mil firmaron una petición para una "investigación" sobre sus puntos de vista). Apple luego se dio la vuelta y lo despidió. ¿Por qué esta loca regla de la minoría? ¿La cola meneando al perro? ¿Mgmt sin espinas?”, escribió el inversionista Marcelo P. Lima. El hombre de negocios que opera desde Miami, Florida, se refiere a Antonio García Martínez y su breve paso por la empresa que encabeza Tim Cook. Se deshicieron de un problema creciente de golpe, pero abrieron un nuevo frente de críticas y reflexiones.

Antonio García Martínez escribió un bestseller titulado Chaos Monkeys, publicado en junio de 2016. “El Chaos Monkey, en realidad, es un software creado por Netflix. Lo que hace, literalmente, es apagar los servidores de la empresa. Ponen a prueba si en realidad pueden seguir transmitiendo en stream, por ejemplo, House of Cards. Imagine un mono salvaje asaltando un centro de datos, desconectando los equipos. Actualmente, Silicon Valley es el zoológico donde se guardan los monos responsables de este caos. Se mueven por ahí y sabotean los taxis y dicen: “Mira, ahora todo el mundo puede ser un taxista, gracias a Uber”. O dicen: “¡No más hoteles! Aquel que disponga de una habitación sobrante puede tener su propio hotel [es lo que hace Airbnb] Hoy en día, Silicon Valley es para mí un ruidoso grupo de monos que están probando la sociedad actual. La pregunta que tenemos nosotros, como sociedad, es cómo somos de fuertes en relación a estos monos y lo que están haciendo a nuestra sociedad”, dijo en septiembre de 2016 el autor en el programa de Knowledge@Wharton.

Durante la entrevista, destacan que utiliza su experiencia como fundador/CEO de AdGrok, como gerente de producto en Facebook y asesor de Twitter para ofrecer a los lectores una idea de lo que sucede dentro de Silicon Valley.

Mike Peterson, en Apple Insider, informó apenas el pasado 10 de mayo que la empresa de Cupertino había contratado al autor para fortalecer su plataforma de anuncios. Unos días después, The Verge reveló que un grupo de empleados de Apple redactó una petición solicitando una investigación sobre la contratación de Antonio García Martínez. Expresaron su preocupación por sus opiniones sobre las mujeres y las personas de color. Su contratación, argumentaron, cuestiona partes de nuestro sistema de inclusión en Apple, incluidos los paneles de contratación, la verificación de antecedentes y nuestro proceso para garantizar que nuestra cultura de inclusión existente sea lo suficientemente fuerte como para resistir a las personas que no comparten nuestros valores inclusivos.

Apple dijo unos días después que García Martínez ya no trabajaba con ellos.

Cuando estés en el trabajo, manténte alejado de la política. Esta regla, generalmente aceptada en todo el mundo, no aplica en el mundo de la tecnología, dice esta semana The Economist. Lo cierto también es que muchos negocios lejos de Silicon Valley están tratando de alejarse de estos conflictos internos sin que se hagan públicos, y están fallando.