Tu olvido inexorable, manifestación hierática de mi paso en tu camino, la ausencia de mi nombre en tu vocabulario, tu presencia postergada, silencio inesperado, que retumba implosionando mi mente. Mi encuentro impotente, experimento el suplicio, me has condenado al más lúgubre de los sitios, al exilio, ser relegado de tu pensamiento, confinada carente de afecto, sin tu cariño.
Desvarío ante el efecto, de la dosis de olvido, con esta tristeza mía, esta ausencia tuya, que me aletarga, y aunque reposo, no hallo descanso, agitado respiro, como si te persiguiera tratando de alcanzarte, es inútil mi fatiga, continúo ubicada en tu olvido, estacionado en el limbo de tu mente, esperanzado a estar presente en tu espacio onírico, Mínimamente, quizás como un residuo. Es desgastante esta dosis tuya de olvido...
