/ domingo 25 de octubre de 2020

Desequilibrio de poderes

Este tema es, pero lo más peligroso del poder público, y es en lo jurídico lo que es su razón de ser, el hecho de poner el más alto poder en pocas manos, o dictadores, es el acabose para muchos, retraso para todos, y una historia llena de mentiras, dolor y sangre inocente, así como dinero y riquezas que jamás se van a disfrutar, y despilfarrado por esos herederos de esa gentuza, y buenos solo para gastar los huevos de papi, y ser peores en lo individual.

La historia nos lo demuestra y ni los más sesudos grillos lo han superado ni lo harán, si el que hace las leyes, otro que las realiza y el tercero que resuelve los conflictos, entonces cada chango a su mecate, esto como una manera sana de llevar las cosas y no dañar al pueblo, ese conglomerado de tercos que no ven más allá de sus necesidades primarias, fácil pasto de buitres del poder, por la razón de que mandar como persona absoluta, es peligrosísimo, se pierde el piso y cree que todo lo que haga es magnánimo, y tierno, lo que es terroríficamente falso, y destructivo para generaciones, no solo para enemigos, y genera una desconfianza en las instituciones, y no se resuelve con las armas, o golpeando, esto provoca odios, y vivir con guardias, no creo sea sano y pacifico como civilización, es más bien salvaje, y por consecuencia incómodo y destructivo.

Este equilibrio es importante para no llegar a los abusos de poder, porque el brinco a la tiranía es como brincar de un ladrillo al piso, porque los seres humanos, ya sean mujeres u hombres en inicio o de otras preferencias (recordemos a los emperadores romanos, degenerados, crueles y maravillosamente de otras preferencias), a lo que voy, el poder independientemente de las condiciones físicas y mentales, de cualquier ser humano, es tendiente al dominio y destrucción, con todo tipo de justificaciones y pretextos, pero ayudados por los oportunistas que nunca tuvieron poder, muertos de hambre de poder, que son más peligrosos que un sicario, este opera por contrato, el otro por abusón, con iniciativa propia y auto justificable.

Los poderes son para administrar, pero no para mandar como dueño, y no son propios, aunque actuemos estúpidamente como soberbios mandamases, hacer amigos, y servir de algo, es de suponerse, más la verdad, el poder nos hace daños a todos, porque creemos que es ser superior, y las máximas, “NO CUALQUIERA TIENE PODER”, aunque ese sea “UN CUALQUIERA”, ya que un puesto de poder no quita los defectos ni los desparece, es más los hace más notorios, hasta dan asco.

Este desequilibrio nos lleva a problemas sociales y económicos, agregados de inseguridad pública, riesgos de la vida aparte de las propiedades, pleitos políticos y aislamiento, así que divididos hacemos menos problema, esto como resultado de ese resquebrajamiento de las instituciones públicas y privadas provocadas por la soberbia, y lo cómico, es que, saliendo de esos puestos, dichas luminarias bajan el perfil y se vuelven humildes, hermosos, cobardes, para acabarla como con la cereza del pastel, de matar al líder, con otros datos y odio intrínseco, pero justificado como peligro al poder, siendo derechos de todos, no dominio de poquitos.

Lo malo es que no queremos pensar en ello como ciudadanos, menos que no nos dejan pensar y nosotros mismos detenemos al que lo hace, para que no alborote y siga todo tranquilo, es más alto el control que la justicia y el derecho, es mas cómodo, pero se la dejo en la mano.

Este tema es, pero lo más peligroso del poder público, y es en lo jurídico lo que es su razón de ser, el hecho de poner el más alto poder en pocas manos, o dictadores, es el acabose para muchos, retraso para todos, y una historia llena de mentiras, dolor y sangre inocente, así como dinero y riquezas que jamás se van a disfrutar, y despilfarrado por esos herederos de esa gentuza, y buenos solo para gastar los huevos de papi, y ser peores en lo individual.

La historia nos lo demuestra y ni los más sesudos grillos lo han superado ni lo harán, si el que hace las leyes, otro que las realiza y el tercero que resuelve los conflictos, entonces cada chango a su mecate, esto como una manera sana de llevar las cosas y no dañar al pueblo, ese conglomerado de tercos que no ven más allá de sus necesidades primarias, fácil pasto de buitres del poder, por la razón de que mandar como persona absoluta, es peligrosísimo, se pierde el piso y cree que todo lo que haga es magnánimo, y tierno, lo que es terroríficamente falso, y destructivo para generaciones, no solo para enemigos, y genera una desconfianza en las instituciones, y no se resuelve con las armas, o golpeando, esto provoca odios, y vivir con guardias, no creo sea sano y pacifico como civilización, es más bien salvaje, y por consecuencia incómodo y destructivo.

Este equilibrio es importante para no llegar a los abusos de poder, porque el brinco a la tiranía es como brincar de un ladrillo al piso, porque los seres humanos, ya sean mujeres u hombres en inicio o de otras preferencias (recordemos a los emperadores romanos, degenerados, crueles y maravillosamente de otras preferencias), a lo que voy, el poder independientemente de las condiciones físicas y mentales, de cualquier ser humano, es tendiente al dominio y destrucción, con todo tipo de justificaciones y pretextos, pero ayudados por los oportunistas que nunca tuvieron poder, muertos de hambre de poder, que son más peligrosos que un sicario, este opera por contrato, el otro por abusón, con iniciativa propia y auto justificable.

Los poderes son para administrar, pero no para mandar como dueño, y no son propios, aunque actuemos estúpidamente como soberbios mandamases, hacer amigos, y servir de algo, es de suponerse, más la verdad, el poder nos hace daños a todos, porque creemos que es ser superior, y las máximas, “NO CUALQUIERA TIENE PODER”, aunque ese sea “UN CUALQUIERA”, ya que un puesto de poder no quita los defectos ni los desparece, es más los hace más notorios, hasta dan asco.

Este desequilibrio nos lleva a problemas sociales y económicos, agregados de inseguridad pública, riesgos de la vida aparte de las propiedades, pleitos políticos y aislamiento, así que divididos hacemos menos problema, esto como resultado de ese resquebrajamiento de las instituciones públicas y privadas provocadas por la soberbia, y lo cómico, es que, saliendo de esos puestos, dichas luminarias bajan el perfil y se vuelven humildes, hermosos, cobardes, para acabarla como con la cereza del pastel, de matar al líder, con otros datos y odio intrínseco, pero justificado como peligro al poder, siendo derechos de todos, no dominio de poquitos.

Lo malo es que no queremos pensar en ello como ciudadanos, menos que no nos dejan pensar y nosotros mismos detenemos al que lo hace, para que no alborote y siga todo tranquilo, es más alto el control que la justicia y el derecho, es mas cómodo, pero se la dejo en la mano.