/ domingo 3 de abril de 2022

Desde la Curul 120

4 pasos firmes: por la cultura de la paz, la salud mental, acciones afirmativas y la no discriminación en niñas, niños y adolescentes con alguna discapacidad.

Estimados amigos y amigas, un gusto saludarles desde San Lázaro, esta semana en particular muy ajetreada pero también de muchas satisfacciones, como saben pertenezco a la Comisión de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, y justo en estos temas aprobamos por unanimidad:

1.-Reformas para promover la cultura de la paz en las escuelas, lo que representa cambios a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes

2.- Reformas en materia de salud mental de niñas, niños y adolescentes, en las que autoridades educativas de los tres niveles informen a padres, madres de familia y tutores cuando haya indicios de estos trastornos.

3.- Acciones afirmativas e inclusión dirigidas a la niñez.

4.- Los planteles educativos no podrán restringir el derecho a la educación a niñas, niños y adolescentes con alguna discapacidad.

En materia legislativa es nuestra responsabilidad promover leyes que fomenten la convivencia escolar armónica y la generación de mecanismos que propicien la discusión, debate y resolución pacífica de conflictos “como elementos para asegurar la concreción de los derechos humanos a vivir en paz”. Hoy más que nunca si queremos construir la paz en nuestro país, debemos empezar por inculcar la cultura de la paz y el diálogo en nuestros pequeños; mostrarles que existen otros caminos lejos de la violencia o de las formas destructivas para solucionar conflictos.

De igual forma, ¡Ya era hora! de establecer un marco operativo en la que todos los entes educativos asuman su responsabilidad ante la alza de enfermedades mentales, para todos, esta contingencia visibilizó muchas situaciones que se han tornado delicadas en nuestros niños, niñas y adolescentes.

Es por ello que la salud mental debe ser considerada como uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la sociedad, hoy la prioridad es la salud mental en la niñez. El aislamiento por casi 2 años detonó una serie de problemas en el desarrollo de la capacidad de interacción social de los menores; así que modificar la Ley, nos ayudará a atender de manera oportuna estas consecuencias en su salud mental.

Estimados padres, madres y tutores, no podemos tomar a la ligera este tema; nuestra obligación es hacer que los tratamientos sean más accesibles para toda la población. Estamos convencidos de que la prevención y el cuidado de la salud mental desde la primera infancia merece máxima atención; me alegra ser parte del refuerzo de todos los mecanismos y medios psicopedagógicos para dar acompañamiento.

Y por último y no menos importante, ¡Ya basta! que nuestras mujeres y niñas que viven con alguna discapacidad, sean víctimas de una doble discriminación, primero por género y luego por su condición. No es posible que las desventajas en su vida las expongan a sufrir mayores riesgos y la vulneración de sus derechos, lo que implica avanzar un paso más en materia de igualdad; hoy debe ser regla y no excepción, debe ser parte del diseño de toda política pública, acción afirmativa y de cualquier medida de nivelación que implique ayudar a reducir las brechas de desigualdad y parte fundamental es que en los planteles educativos no se deberá restringir el derecho de ingreso a niños, niñas y adolescentes con una discapacidad.

Como ven, este camino de promover y defender la autorización de reformas que amparen a nuestros infantes y adolescentes no ha concluido, nos queda mucho por recorrer; pero hoy les escribo con la satisfacción de que se avanzó en cuatro pasos por ellos y ellas.


María de los Angeles Gutiérrez | Diputada Federal del 09 distrito

4 pasos firmes: por la cultura de la paz, la salud mental, acciones afirmativas y la no discriminación en niñas, niños y adolescentes con alguna discapacidad.

Estimados amigos y amigas, un gusto saludarles desde San Lázaro, esta semana en particular muy ajetreada pero también de muchas satisfacciones, como saben pertenezco a la Comisión de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, y justo en estos temas aprobamos por unanimidad:

1.-Reformas para promover la cultura de la paz en las escuelas, lo que representa cambios a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes

2.- Reformas en materia de salud mental de niñas, niños y adolescentes, en las que autoridades educativas de los tres niveles informen a padres, madres de familia y tutores cuando haya indicios de estos trastornos.

3.- Acciones afirmativas e inclusión dirigidas a la niñez.

4.- Los planteles educativos no podrán restringir el derecho a la educación a niñas, niños y adolescentes con alguna discapacidad.

En materia legislativa es nuestra responsabilidad promover leyes que fomenten la convivencia escolar armónica y la generación de mecanismos que propicien la discusión, debate y resolución pacífica de conflictos “como elementos para asegurar la concreción de los derechos humanos a vivir en paz”. Hoy más que nunca si queremos construir la paz en nuestro país, debemos empezar por inculcar la cultura de la paz y el diálogo en nuestros pequeños; mostrarles que existen otros caminos lejos de la violencia o de las formas destructivas para solucionar conflictos.

De igual forma, ¡Ya era hora! de establecer un marco operativo en la que todos los entes educativos asuman su responsabilidad ante la alza de enfermedades mentales, para todos, esta contingencia visibilizó muchas situaciones que se han tornado delicadas en nuestros niños, niñas y adolescentes.

Es por ello que la salud mental debe ser considerada como uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la sociedad, hoy la prioridad es la salud mental en la niñez. El aislamiento por casi 2 años detonó una serie de problemas en el desarrollo de la capacidad de interacción social de los menores; así que modificar la Ley, nos ayudará a atender de manera oportuna estas consecuencias en su salud mental.

Estimados padres, madres y tutores, no podemos tomar a la ligera este tema; nuestra obligación es hacer que los tratamientos sean más accesibles para toda la población. Estamos convencidos de que la prevención y el cuidado de la salud mental desde la primera infancia merece máxima atención; me alegra ser parte del refuerzo de todos los mecanismos y medios psicopedagógicos para dar acompañamiento.

Y por último y no menos importante, ¡Ya basta! que nuestras mujeres y niñas que viven con alguna discapacidad, sean víctimas de una doble discriminación, primero por género y luego por su condición. No es posible que las desventajas en su vida las expongan a sufrir mayores riesgos y la vulneración de sus derechos, lo que implica avanzar un paso más en materia de igualdad; hoy debe ser regla y no excepción, debe ser parte del diseño de toda política pública, acción afirmativa y de cualquier medida de nivelación que implique ayudar a reducir las brechas de desigualdad y parte fundamental es que en los planteles educativos no se deberá restringir el derecho de ingreso a niños, niñas y adolescentes con una discapacidad.

Como ven, este camino de promover y defender la autorización de reformas que amparen a nuestros infantes y adolescentes no ha concluido, nos queda mucho por recorrer; pero hoy les escribo con la satisfacción de que se avanzó en cuatro pasos por ellos y ellas.


María de los Angeles Gutiérrez | Diputada Federal del 09 distrito