“En anterior artículo comenté la exposición del reportero a Julio Sherer Ibarra, periodista y abogado, ex-asesor jurídico de AMLO, presente ya de salida en la mañanera del jueves 2. Omití mencionar que el reportero agregó: “el yunque está muy alzado desde que Margarita Zavala llegó al Congreso. Ella, Lía Limón y demás olvidan que 49 niños murieron por el sistema de guarderías que ella subrogó a familiares. Hay que pararlos; son un peligro para la seguridad nacional”.”.
La ultraderecha en México surgió al separar la Iglesia del gobierno. Sumó la conducta autoritaria del régimen Cardenista impulsor de la educación socialista. La ultraderecha católica, fijó por décadas su fortaleza en la secrecía; formó militantes mitad monjes, mitad guerreros para el combate político buscando instaurar un régimen gubernamental parecido al que vivió España con Franco y la Iglesia unidos. Su origen proviene de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) que usó el sigilo; surgió en 1930 derivada de la guerra cristera. Los Tecos, enemigos de la conspiración se deslindaron y, se instalaron en 1953 en Puebla.
Sucias y sucios para mí; conservadores o neoliberales para el presidente. Si su convocatoria a la Constitución moral hubiera iniciado en 2006, estaríamos cerca de ser país de primer mundo. La 4ªT avanza. En la 1ªT Miguel Hidalgo y Costilla nos liberó del dominio Español (1521/1821) en 1910. La 2ªT con la Guerra de Reforma (1858/1861) proclamó a México nación laica. Separó al poder religioso del político, lo que la primera transformación no planteó. Se promueven libre expresión y creencias; se iguala a todo ciudadano. Se suprimen fueros institucionales. Pasó de estructura política de la Colonia e Imperio, a formar el estado nacional basado en el orden constitucional. En 1857 Juárez implantó las Leyes de Reforma; separó Iglesia de Estado. La 3ªT llegó con la Revolución mexicana. De finales del siglo XIX a principios del XX 1910, inició la lucha por la democracia; después de padecer durante 34 años la dictadura porfirista.
El régimen neoliberal y oligárquico que imperó en el país de los 80 del siglo XX a la segunda década del siglo XXI; machacó por todos lados la idea de que la cultura tradicional del pueblo mexicano significa atraso, que la modernidad radica en valores de competitividad, rentabilidad, productividad, éxito personal; contrapuestos a fraternidad e interés colectivo. Predicó que el pueblo se acomodara a los vaivenes de la economía, lejos de promover el capital para satisfacer las necesidades de la gente; los más altos funcionarios observaron comportamientos corruptos, delictivos; desprecio por el pueblo y la vida humana.
Frecuentemente denuncio en este espacio actos premeditados en la vialidad por conductores de autos particulares y oficiales, o peatones, en mis recorridos que por uno y otro motivo realizo en automotor o bicicleta. También vecinos en distintos sectores de la ciudad que por más de 20 años hemos habitado, participan en los episodios. Mi experiencia apunta a grupos radicales de sectores de la derecha, dedicados a denostar la libertad de expresión. Tengo mucho por hacer.
La derecha reina en Chihuahua. Miembros del yunque aficionados al engaño y la trampa, de diversos sectores no tienen crédito. Desvaloran el significado del libre albedrío. No respetan a su mismo gremio. Imponen fuerza numérica a la razón. Desconocen de México su diversidad religiosa, política, ideológica, económica, social, idiomática, cultural; sus tradiciones y hábitos de género e identidad sexual. De la primera Gobernadora esperamos su afinidad a nivel federal.
