/ domingo 14 de marzo de 2021

Desde la capital | El mundo al reves

Los tortilleros justifican el incremento al kilo de tortillas en 2 y 3 pesos en los últimos días, por escasez de maíz. Pero es sabido que, la producción anual de este grano es de entre 24 y 27 millones de toneladas y en 2021, considerado el mejor en las últimas décadas llegará a los 28 millones de toneladas. ¿Dónde está el resto de la producción? Acaparamiento y especulación documentadas de las harineras Minsa, Maseca y otros comercializadores explican la escasez. La importancia de la tortilla en la dieta diaria alimenticia del pueblo afecta en especial a las familias más pobres.

El problema es el acaparamiento. ¿Cómo explicar que una comercializadora o harinera compre en Sonora a un productor la tonelada de maíz en 4 mil pesos y la venda a siete mil? Harineros que compran la tonelada de maíz al productor en cuatro mil pesos vendan la tonelada de harina en quince mil. El gobierno apoyará al productor subsidiando el precio de garantía y mantendrá bajo el precio de la tortilla y será enlace entre productores y tortilleros. Los “conservadores” descalifican al presidente por apoyar a la economía popular y los básicos, tortilla, frijol, pan.

A mediados de los 80 según la escuela de economía de la UNAM, un salario mínimo alcanzaba para comprar 50 kilos de tortilla; a finales del 2018 el salario mínimo sólo alcanzaba para 6 kilos. Al aumentar el salario debe parar la inflación; que el mínimo rinda, alcance. Afortunadamente se controla el precio de la gasolina, ancla de la inflación. Así se seguirá por el resto del sexenio; ha subido por la especulación. Se está subsidiando el cobro de impuestos a gasolineros, no hay porqué subir el precio más allá de la inflación; el compromiso se sostendrá.

Cero “gasolinazos”. Combustibles mantendrán costos de noviembre 2018. Es compromiso. Con una nueva reforma legal, se suspenderá la concesión al que no dé litros completos. Si sigue la especulación habrá más concesiones, más competencia y menos ganancias. Fin a la robadera.

Igual que el precio del gas. Los energéticos son el ancla, contrario a la política neoliberal. Los tecnócratas corruptos crearon el mito de que el incremento al salario atraía inflación. Con los últimos aumentos no hubo inflación, Pero el salario mínimo de México sigue entre los más bajos del mundo. Avergüenza que el salario mínimo siga siendo menor al de Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua y China; gracias a los 30 años del neoliberalismo de Salinas a Peña Nieto.

No es necesario entregar concesiones para explotación de recursos naturales ni minerales. La fiebre de concesiones en el neoliberalismo superó en volumen a la entrega de “los baldíos” en el porfiriato”. Porfirio entregó 60 millones de hectáreas y de Salinas a Peña fueron 120 millones de hectáreas; el doble. Nuestro territorio tiene alrededor de 200 millones; ¿porque entregar tanta concesión sino se explotaría todo? Con el resto se especuló en el mercado financiero, sin ningún beneficio para la nación. Los recursos naturales de la nación tienen que beneficiar al pueblo de México. “Quien entrega los recursos naturales del país al extranjero, es traidor a la patria”. Pero de todo esto, no se habla en televisión; como si no hubiese pasado y surgió de la nada. De pronto, gobiernistas son opositores y defensores de derechos humanos; son los mismos que callaron cuando desaparecieron a tanta gente e hicieron del país un cementerio. De pronto, los que callaron cuando se desató la fiebre de concesiones mineras, hoy son defensores del medio ambiente. Los pasivos ante muerte y desaparición de mujeres en Juárez, son feministas.

Los tortilleros justifican el incremento al kilo de tortillas en 2 y 3 pesos en los últimos días, por escasez de maíz. Pero es sabido que, la producción anual de este grano es de entre 24 y 27 millones de toneladas y en 2021, considerado el mejor en las últimas décadas llegará a los 28 millones de toneladas. ¿Dónde está el resto de la producción? Acaparamiento y especulación documentadas de las harineras Minsa, Maseca y otros comercializadores explican la escasez. La importancia de la tortilla en la dieta diaria alimenticia del pueblo afecta en especial a las familias más pobres.

El problema es el acaparamiento. ¿Cómo explicar que una comercializadora o harinera compre en Sonora a un productor la tonelada de maíz en 4 mil pesos y la venda a siete mil? Harineros que compran la tonelada de maíz al productor en cuatro mil pesos vendan la tonelada de harina en quince mil. El gobierno apoyará al productor subsidiando el precio de garantía y mantendrá bajo el precio de la tortilla y será enlace entre productores y tortilleros. Los “conservadores” descalifican al presidente por apoyar a la economía popular y los básicos, tortilla, frijol, pan.

A mediados de los 80 según la escuela de economía de la UNAM, un salario mínimo alcanzaba para comprar 50 kilos de tortilla; a finales del 2018 el salario mínimo sólo alcanzaba para 6 kilos. Al aumentar el salario debe parar la inflación; que el mínimo rinda, alcance. Afortunadamente se controla el precio de la gasolina, ancla de la inflación. Así se seguirá por el resto del sexenio; ha subido por la especulación. Se está subsidiando el cobro de impuestos a gasolineros, no hay porqué subir el precio más allá de la inflación; el compromiso se sostendrá.

Cero “gasolinazos”. Combustibles mantendrán costos de noviembre 2018. Es compromiso. Con una nueva reforma legal, se suspenderá la concesión al que no dé litros completos. Si sigue la especulación habrá más concesiones, más competencia y menos ganancias. Fin a la robadera.

Igual que el precio del gas. Los energéticos son el ancla, contrario a la política neoliberal. Los tecnócratas corruptos crearon el mito de que el incremento al salario atraía inflación. Con los últimos aumentos no hubo inflación, Pero el salario mínimo de México sigue entre los más bajos del mundo. Avergüenza que el salario mínimo siga siendo menor al de Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua y China; gracias a los 30 años del neoliberalismo de Salinas a Peña Nieto.

No es necesario entregar concesiones para explotación de recursos naturales ni minerales. La fiebre de concesiones en el neoliberalismo superó en volumen a la entrega de “los baldíos” en el porfiriato”. Porfirio entregó 60 millones de hectáreas y de Salinas a Peña fueron 120 millones de hectáreas; el doble. Nuestro territorio tiene alrededor de 200 millones; ¿porque entregar tanta concesión sino se explotaría todo? Con el resto se especuló en el mercado financiero, sin ningún beneficio para la nación. Los recursos naturales de la nación tienen que beneficiar al pueblo de México. “Quien entrega los recursos naturales del país al extranjero, es traidor a la patria”. Pero de todo esto, no se habla en televisión; como si no hubiese pasado y surgió de la nada. De pronto, gobiernistas son opositores y defensores de derechos humanos; son los mismos que callaron cuando desaparecieron a tanta gente e hicieron del país un cementerio. De pronto, los que callaron cuando se desató la fiebre de concesiones mineras, hoy son defensores del medio ambiente. Los pasivos ante muerte y desaparición de mujeres en Juárez, son feministas.